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 LOS MIEDOS (Teoría y Realidad)



Julio 26, 2011, 02:18:16 pm
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Desconectado Francisco de Sales

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LOS MIEDOS (Teoría y Realidad)
« en: Julio 26, 2011, 02:18:16 pm »
MIEDOS: TEORÍA

El miedo es una emoción, básica, de reacción ante lo que sentimos como un peligro para nuestra identidad, sea real o imaginario, que nos ayuda a sobrevivir.
No confundir con la fobia, que es un miedo irracional, desproporcionado, descontrolado y obsesivo. Transformar objetos o situaciones inofensivas en amenazas es el principio de las fobias.
Ni confundir con el pánico, que es una crisis repentina de angustia ocasionado por algo indeterminado.
En los casos de fobia es recomendable el tratamiento con un profesional de la psicología.

Hay que entender esto: no son los sucesos externos los que causan nuestros temores, sino lo que nosotros pensamos de ellos.

Hay miedos racionales, como, por ejemplo, a quedarse a solas con un león hambriento o saltar desde un rascacielos sin paracaídas, pero entonces se debe denominar de otro modo: “precaución”, o “toma de conciencia ante un peligro real”.

La sugerencia para cuando se siente miedo es cambiar de actividad, de pensamiento, de sensación. No quedarse en ello, sino cambiarlo por cosas que nos dan seguridad o nos producen placer, como escuchar música, charlar, comer, o cualquier otra cosa agradable y satisfactoria.

Es interesante evitar la palabra miedo, o sus sinónimos, porque en nuestro interior resuenan con una carga de negatividad y de predisposición a algo dramático.
Es mejor encontrar la palabra adecuada a cada situación que puede sustituir a “miedo”, con más acierto y menos drama. Por ejemplo: recelo, precaución, previsión, intranquilidad, inquietud…

Hay tres opciones, que pueden ser complementarias, para deshacernos de ellos.

1ª – AUTO-AYUDA. Reconocerlos, afrontarlos, y eliminarlos. Buscar su origen y ver de qué se siguen alimentando.

2ª – FÁRMACOS. Aunque no es una solución definitiva, sino un parche provisional. Tranquilizan, alivian, pero no arreglan. No es una solución: es un remedio solamente transitorio.

3ª – PSICOTERAPIA. Y no hay que tener miedo ni complejo por recurrir a ella.



MIEDOS: REALIDAD

Siempre se ha dicho que sólo hay que tener miedo a tener miedos.
O que el peor miedo es el miedo al miedo.

El ser humano, como ya se descubrió hace mucho tiempo, vive, principalmente, con dos continuos miedos: el miedo a vivir y el miedo a morir.
Y esto parece ser común a todas las personas.

Tenemos un miedo básico a la muerte. Tememos que, llegado el momento, sea doloroso, vaya acompañada de sufrimiento físico, y nos sintamos sin compañía.
A eso se añade el miedo a lo que pasa después de la muerte. Las creencias religiosas, todas, tratan de calmar esa inquietud prometiendo cosas buenas a cambio de portarse bien en esta vida y seguir rigurosamente, y preferiblemente sin cuestionamientos, ciertas leyes o mandamientos.
Pero… ¿y si no hay nada después? Esta es otra preocupación que inquieta a mucha gente.
Fácil solución: si no hay nada después, no pasa nada. Se acabó, y ya está. Lo importante, como decía Tony de Mello, es que haya vida antes de la muerte.

El otro miedo básico es a la vida.
Vivir asusta.
Vivir da miedo, porque nunca nos consideramos preparados para estar en el mundo y hacer las cosas correctas y bien.
Tenemos miedo a que nos atropelle un coche, nos despidan del trabajo, nos abandone nuestra pareja, a perder, a  equivocarnos, a fracasar, a enfermar, al dolor, a quedarnos solos en la vida, a tener un accidente, a hacerlo mal, a no ser aceptados y reconocidos por la sociedad… el repertorio de miedos es infinito.

En nuestra colección de miedos, dedicamos una atención especial al futuro.
Lo hemos llenado de temores.
Desconfiamos de que pueda ser bueno.
En el fondo, pensamos siempre que ya saldrá algo que lo estropee.
Es un pesimismo casi congénito.
Gran parte del futuro, y del presente, depende de nosotros, así que es mejor que aceptemos esta responsabilidad y empecemos a comportarnos consecuentemente, y que trabajemos en optimizar el presente, para que cuando llegue el próximo tiempo no sea el resultado de la desatención, sino el fruto de nuestro esfuerzo y atención actuales.

Una de la características de los miedos es que, generalmente, se encuentran en el inconsciente, y, por tanto, actúan en forma de reacciones que no controlamos. Se repiten. Se manifiestan continua y mecánicamente, afectándonos, sin que nos demos cuenta. Mientras no los resolvamos en el  sitio de su origen nos seguirán afectando. No se remedian con decirlo una sola vez en voz alta, o si se queda en un deseo del pensamiento. Hay que llegar a la raíz de ellos y eliminarlos definitivamente.

Una de las funciones “normales” que se les suponen a los miedos es el de alertarnos, precavernos, y prepararnos para el enfrentamiento a eso que es causa del miedo, pero la mayoría de las veces lo que sucede es que nos paraliza.

¿Cuántas cosas no hacemos por miedo?
¿Y cuántas veces nos arrepentimos después por no haberlas hecho?

Para resolver el asunto de los miedos se requiere la atención constante del Yo Observador, ese espectador curioso e impecable que se da cuenta de lo que no se da cuenta nuestra rutina.

Lo primero que hay que hacer es descubrirlos.
Se van a camuflar de cualquier modo por su supervivencia. Procurarán disfrazarse de otra cosa para que no les echemos de sus dominios.
Por eso es el primer paso, y es imprescindible.

El segundo: reconocerlos.
Admitir que están, pero no aceptándolos de un modo rendido o sumiso, sino solamente admitiendo que están ahí. De momento no importa quién nos los inculcó, de dónde los sacamos, cómo se instalaron. Ahora conviene hacer un acto de reconocimiento y evitar la negación. Están. Son. Existen.
Al admitirlo, convertimos su energía negativa en valor propio.

Lo tercero: Eliminarlos. Uno a uno. Poco a poco. Es recomendable empezar por los más fáciles, para ejercitarse en esa labor, y porque vamos recibiendo reconocimientos casi inmediatos. Vemos que no son imbatibles y que podemos deshacerlos y escapar de su tiranía y pesimismo.

Los miedos de los que seamos conscientes debemos sacarlos a la luz y prestarles atención –no sumisión, como hasta ahora-; es bueno ser conscientes de que estamos siendo conscientes de ellos, y que no deseamos que nos sigan condicionando. Hay que conectar una alarma para que salte cada vez que se vuelvan a presentar. Ni negarlos ni eludirlos: enfrentarse a ellos. No hay fórmulas mágicas. Sólo la decisión voluntaria de deshacerse de ellos y tener una vida que no esté condicionada por ellos.

Muchos miedos, por eso de ser inconscientes, son más complicados de descubrir, aunque con mucha atención –y con la ayuda de un psicólogo si es necesario- se pueden sacar a la luz. Es cuestión de voluntad y de atención, revisando cada cosa que se hace de un modo que no nos parezca espontáneo y natural.

Esta es la pregunta:
¿Por qué reacciono de este modo ante esta situación?

Atención a las reacciones –que son manifestaciones inconscientes y por ello pueden estar condicionadas del todo por los miedos-, a los rechazos a ciertas situaciones, a las realidades que no nos gustan o nos incomodan; atención a las cosas o estados que evitamos, que negamos, que nos paralizan, que nos inquietan… atención a aquellas que nos ponen un rictus serio, que nos preocupan; atención al poso que nos dejan. De ahí sacaremos pistas.

La recomendación es casi evidente: no hay que tener miedo a que nos afloren los miedos; nos tiene que alegrar, porque sólo cuando los reconocemos podemos comenzar la tarea de verlos con inteligencia y comprensión para después eliminarlos. Si afloran, quiere decir que ya estaban, y negarlos no los elimina.


(Más información sobre miedos:
http://www.scribd.com/full/36893607?access_key=key-f464i4qbme5w472coct )



 

Febrero 04, 2012, 06:01:26 pm
Respuesta #1

Desconectado Creo yo... me parece...

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  • Karma: 0

Re: LOS MIEDOS (Teoría y Realidad)
« Respuesta #1 en: Febrero 04, 2012, 06:01:26 pm »
Creo yo... me parece...

que esto de los miedos, cuando uno comienza en el Camino del Crecimiento Personal, se manifiesta inmediatamente.

Así que nadie se extrañe -ni se preocupe- si la intención de abandonarlo todo, de salir corriendo y olvidarse de ello, se repite a menudo.

En algunas ocasiones, pensará si habría sido mejor no empezar, quedarse como estaba antes, sin estas preocupaciones que procura el descubrimiento de cosas desconocidas.

No se extrañe si la apetencia es salir corriendo -o no pensar-, porque el miedo a las preguntas que uno se va haciendo está ahí, y el miedo a las respuestas -o a la falta de ellas- también es notable.

La solución ante estos ataques, es aguantar.
Aguantar la noche oscura del alma, y esperar a que llegue la luz del amanecer.


Vamos... creo yo... me parece...

Febrero 05, 2012, 11:53:26 am
Respuesta #2

serenanosiempre

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Re: LOS MIEDOS (Teoría y Realidad)
« Respuesta #2 en: Febrero 05, 2012, 11:53:26 am »
Querido Creo yo:
Hace muchos años leí en un libro sobre meditación, no recuerdo cuál, decía que empezar a meditar (u orar) era como empezar a quitar las capas de una cebolla.
Recuerdo también que la primera vez que me puse a intentarlo sentí miedo, un miedo grande, pero pensé que era una de esas capas que me tenía que quitar. No sé si me he quitado capa alguna porque todo sigue estando ahí, pero el ejemplo de la cebolla en aquel momento me sirvió.
No sé si tiene algo que ver con lo que decías, igual me he liado :-\. Un abrazo.

Febrero 06, 2012, 04:16:53 am
Respuesta #3

Desconectado María Laura

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Re: LOS MIEDOS (Teoría y Realidad)
« Respuesta #3 en: Febrero 06, 2012, 04:16:53 am »
Hola amig@s!

Recomiendo escuchar a Marianne Costa su maravillosa interpretación del miedo:

http://planocreativo.wordpress.com/2011/12/09/marianne-costa-el-miedo-pensamientos-sobre-las-palabras-mas-buscadas-en-plano-creativo/

El miedo es un acontecimiento corporal, se da en el aquí y ahora. Es retirarse de donde estamos. Ocurre cada vez que sientes que tu vida está amenazada.

Será que el miedo ante los primeros pasos de nuestro camino personal, sentimos que nuestra vida está amenazada?

No sé si la vida asusta... en este marco... no es contradictorio?

Me quedo con su idea de que el miedo es nuestro aliado para conectarnos con la vida...

Un abrazo!!

ML

 

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