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ARTÍCULOS DE FRANCISCO DE SALES / ¿TE ESCUCHAS A TI MISMO?
« Último mensaje por Francisco de Sales en Abril 19, 2024, 04:26:50 am »
¿TE ESCUCHAS A TI MISMO?


En mi opinión, todos conocemos a alguien, o hemos sabido de alguien, que nos ha hecho darnos cuenta de que ÉL HA SIDO VALIENTE Y HA HECHO O ESTÁ HACIENDO LO QUE QUIERE EN SU VIDA Y CON SU VIDA.

Más o menos inconscientemente, eso ha despertado en nosotros una reflexión –y posiblemente una pequeña revolución que ha sido sofocada rápidamente- , porque algo dentro de nosotros nos ha removido diciendo, con estas u otras palabras, que ESA PERSONA SÍ SE HA ESCUCHADO A SÍ MISMA.

Esa persona “sí hace lo que quiere” y nosotros también quisiéramos ser capaces de ponernos el mundo por montera y HACER LO QUE REALMENTE QUERRÍAMOS HACER.

No nos escuchamos. Apagamos rápidamente esa rebeldía que nos sería tan útil para iniciar la revolución en contra de lo que no somos y no queremos, para llevarnos, directamente, a SER COMO REALMENTE SOMOS Y HACER LO QUE REALMENTE QUEREMOS HACER.

Hace falta mucha locura o mucha osadía para rebelarse contra uno mismo. Hace falta un valor del que disponemos pero no usamos. Hace falta silencio para escucharse, reflexión para darse cuenta de las voces sinceras que emanan del interior y valor para enfrentase a todo, incluso a uno mismo, y tomar las decisiones necesarias para, por fin, empezar a ser REALMENTE uno mismo.

No hace falta que recuerde la IRECUPERABILIDAD e IRREPETIBILIDAD de la vida. Una y no más. Este es no es momento de debatir sobre karma y reencarnaciones. Es el momento de VIVIR esta VIDA y no teorizar sobre otras que ya se vivieron o se vivirán en su época, si ese es el caso.

“No sueñes tu vida, vive tu sueño”. Hacer de tu vida una realidad satisfactoria o una frustración continuada depende en gran parte de ti. Ser una de las personas que se escuchan a sí mismas. No es necesario, ni posible, que todos los momentos de tu vida sean brillantes y mágicos, pero sí puedes hacer que sean conscientes, que tú estés presente totalmente en todos ellos, y que sean de tu elección.

Nadie muere ni vive por ti. Escucharte para elegir bien es tu responsabilidad y tu placer al mismo tiempo. Tú disfrutarás los beneficios de una vida dirigida por ti en la que pongas el máximo que puedas de momentos felices, momentos plenos, momentos en los que sentirás la satisfacción de ser, DE VIVIR TU VIDA.

Esa voz interior que a veces escuchas son tu conciencia y tu sabiduría y será bueno para ti que las escuches. Que te escuches. Cambiar el ruido externo, las voces de los otros, o el estruendo del mundo, por la voz de tu sabiduría es un mal negocio. ¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE QUIERO? Esta es la pregunta que te puede dar las respuestas que buscas. Escúchate. “Un deseo no cambia nada, una decisión lo cambia todo”.

Tal vez en este artículo encuentres alguna pista que te ayude:
https://buscandome.es/index.php/topic,7686.msg9566.html#msg9566

Te dejo con tus reflexiones.

Francisco de Sales

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21 EJEMPLOS Y HÁBITOS DE HABILIDADES SOCIALES QUE SE PUEDEN ENTRENAR.
POR LAURA PALOMARES PÉREZ


El comportamiento humano es sorprendentemente adaptable, y eso hace que, si nos lo proponemos, seamos capaces de dominar aptitudes muy útiles. Por mucho que cuando nos sentimos mal mostremos una tendencia a pensar de manera pesimista que nunca cambiaremos para mejor, esto no tiene por qué ser así, podemos mejorar nuestras habilidades sociales.
En este artículo, por ejemplo, veremos una serie de ejemplos de habilidades sociales que se pueden entrenar si las entrenamos de manera regular a través de nuestros hábitos.

¿QUÉ SON LAS HABILIDADES SOCIALES?

Las habilidades sociales son un conjunto de aptitudes vinculadas a la capacidad para expresarse verbal y no verbalmente, empatizar y comprender el punto de vista de los demás, y adaptarse rápidamente a los cambios producidos en los intercambios comunicativos.
Por otro lado, el hecho de disponer de buenas habilidades sociales tiene un impacto muy significativo en prácticamente todos los ámbitos de la vida, en lo profesional, lo afectivo, lo educativo, etc.

EJEMPLOS Y HÁBITOS DE HABILIDADES SOCIALES QUE SE PUEDEN ENTRENAR

Las habilidades sociales dan forma a buena parte de lo que ocurre en nuestras vidas. Nos afectan a la hora de hacer amigos, a la hora de encontrar trabajo e incluso a la hora de argumentar, convencer y quejarnos por las injusticias que nos puedan ocurrir a lo largo de los años. Además, afectan indirectamente a nuestra autoestima.
Por eso, reforzar las habilidades sociales es una de las áreas de trabajo más importantes en buena parte de las sesiones de terapia que realizan los psicólogos, tanto en casos en los casos en los que hay trastornos diagnosticados como en los que no los hay. El modo en el que interactuamos con los demás puede, por sí solo, hacer que nuestra calidad de vida mejore o empeore significativamente.
Así pues, si te interesa saber cómo mejorar en este conjunto de aptitudes, sigue leyendo; en las próximas líneas encontrarás varios ejemplos de habilidades sociales que se pueden entrenar, y consejos sobre cómo hacerlo.

1. Escucha activa
La escucha activa es el conjunto de conductas por las que se expresa interés y reacción emocional ante lo que explica la otra persona. Por sí solo, este elemento psicológico tan sencillo es la mitad de lo que significa tener buenas habilidades sociales, porque sirve de poco escuchar si no parece que escuchamos.
Aprender a tener una buena escucha activa propicia conversaciones significativas en las que la otra persona no se siente presionada para dejar de hablar.
Las actividades vinculadas a la escucha activa hacen que las conversaciones sean más fluidas y satisfactorias para ambas partes. Hacer esto consiste no solo en escuchar con atención lo que te dicen, sino además hacerlo saber. Acostúmbrate a mirar a los ojos, a realizar señales no verbales de que sigues el hilo de la conversación, a expresar tus reacciones emocionales ante lo que escuchas, etc. Eso sí, con cuidado de que estas señales no sean tan intensas o prolongadas como para interrumpir a la otra persona.

2. Asertividad
La asertividad es la capacidad de comunicar todo lo que queremos comunicar, sin miedo a las posibles reacciones negativas por parte de los interlocutores y a la vez respetándolos y manteniendo las buenas formas. Se trata de tener en cuenta la necesidad de que haya un equilibrio entre los intereses del otro y los intereses de uno mismo.
Para potenciar la asertividad no es algo que se consiga de la noche a la mañana, pero es totalmente posible si buscamos formas honestas de expresarnos pero sin que parezcan una acusación. Contar con asistencia profesional por parte de psicólogos ayuda mucho a reforzar esta habilidad social.

3. Contacto visual
Puede parecer una tontería, pero el simple hecho de mirar a los ojos a la otra persona hace que la comunicación sea mucho más fluida y que ofrezcamos una imagen mucho mejor, expresando seguridad en uno mismo.
Para conseguirlo, trata de tener en cuenta el tiempo que pasas sin establecer contacto visual y redúcelo progresivamente hasta que te acostumbres a mirar a los ojos de manera espontánea. Esto es mejor que tener como objetivo pasar mucho tiempo mirando a los ojos, dado que esto puede resultar artificial y generarte aún más nervios.

4. Gestionar el sentido del ridículo
El sentido del ridículo puede ser un verdadero obstáculo a la hora de interactuar con desconocidos o con gente a la que conocemos poco. El miedo a quedar mal o a exponernos a silencios incómodos lleva al aislamiento a mucha gente.
Sin embargo, lo cierto es que es muy complicado realizar acciones que sean por sí mismas motivo para quedar en ridículo: en la mayoría de los casos, la actitud que uno tiene a la hora de comportarse y de demostrar seguridad en uno mismo determina de qué manera valoran lo que hacemos. Una misma acción puede ser vista como algo ridículo o como algo admirable dependiendo del modo en el que expresemos autoestima y seguridad: por ejemplo, intentar hacer malabares en una fiesta (de manera no profesional) y fallar la mayor parte de las veces.

5. Regular la ira
La ira puede hacer que realicemos acciones que nos perjudican a nosotros y a los demás.
Nadie gana si, por ejemplo, reaccionamos con mucho enfado cuando nuestra pareja ha tenido un día muy malo y llega a casa con mal humos, contestando de malas maneras cuando hacemos preguntas normales. Hay que saber leer la situación y comprender el contexto en el que otra persona se muestra hostil. Además, incluso cuando la actitud del otro no sea nada justificable, normalmente adoptar su mismo estado de ánimo es totalmente contraproducente.
Realizar ejercicios de Inteligencia Emocional nos ayuda a entrenar esta habilidad social.

6. Expresar afecto
Este es otro de los ejemplos de habilidades sociales más importantes que podemos entrenar en nuestro día a día. De poco sirve querer o sentir aprecio por una persona si esta no lo sabe.
Para ello, hay que superar autoconceptos demasiado rígidos según los cuales nuestra identidad se caracteriza por el distanciamiento y la frialdad en las relaciones personales.

7. Saber enseñar
En muchas de nuestras interacciones sociales, deberemos instruir o formar a otras personas, aunque sea de una manera no formal. Por ejemplo, es lo que pasa al ayudar a nuestro hijo o sobrino a estudiar, al enseñar a nuestra madre a usar un ordenador, al explicar un procedimiento a un alumno de universidad que hace un trabajo en grupo con nosotros, etc.
Para ello, hay que acostumbrarse a no dar por sentado que todo el mundo sabe lo que nosotros sabemos, y tener paciencia.

8. Pedir perdón de manera honesta
Nadie es perfecto, y debemos admitir nuestros errores para reparar relaciones. Por eso, una de las habilidades sociales que podemos entrenar y que resultan más importantes es la capacidad de disculparse. Negar nuestras equivocaciones, a la larga, ni siquiera sirve para proteger nuestra autoestima, ya que nos aleja de los demás y favorece el aislamiento.
Para acostumbrarse a hacerlo, lo más recomendable es pensar cuál es la idea principal a comunicar, pensar en fórmulas que podrían ser interpretadas como una excusa para evitar no caer en ellas, y expresar esa idea de la manera más espontánea posible teniendo en cuenta lo anterior y ofreciendo disposición para reparar el daño.

9. Pedir ayuda
Tener demasiado orgullo como para pedir ayuda es siempre una mala idea. Ni siquiera es algo que nos permita aprender mejor, pues probablemente hará que nos quede un sabor amargo al intentar hacer aquello para lo que no estamos preparados, haciendo que tiremos la toalla de un modo innecesariamente pesimista.
Para entrenar esta habilidad social, lo mejor que puedes hacer es revisar tu autoestima y tu autoconcepto y cuestionarte si es razonable perseguir como objetivo una versión de ti tan idealizada.
Las personas autosuficientes no existen.

10. Liderazgo
No todo el mundo es igualmente bueno liderando en general, pero todo el mundo es capaz de liderar en contextos específicos. Incluso si eres una persona tímida, lo más probable es que puedas aprender a ser líder en trabajos relacionados con tu área de especialización.

11. Persuasión
Gran parte del impacto emocional que tiene lo que decimos no depende del contenido de lo comunicado, sino de su forma. Encontrar las fórmulas lingüísticas adecuadas para expresar una idea ayuda mucho a convencer, y esto es algo que se puede entrenar parándonos a pensar sobre las diferentes alternativas de las que disponemos para expresar algo.

12. Control del lenguaje no verbal
Este es otro de los ejemplos de habilidades sociales más importantes que podemos entrenar en nuestro día a día. Comunicar una actitud cercana y abierta es importante para que los demás actúen en consecuencia cuando se relacionan con nosotros. Para esto, es buena idea grabarse en vídeo hablando o dando un discurso, y centrarse en cambiar elementos de la comunicación no verbal que sugieren distanciamiento o desconfianza.

13. Capacidad de crear objetivos colectivos
Esta habilidad social es muy útil para cohesionar grupos y para finalizar disputas. Consiste en la capacidad de entender las motivaciones de los demás y encontrar puntos en común, y se puede hacer si no damos por supuesto que las personas quieren solamente lo que dicen querer. Por ejemplo, tras haber discutido, una de las motivaciones que suelen tener las partes enfrenadas es no dar la imagen de haber sido derrotada.

14. Demostraciones de fiabilidad
Es importante que los demás sean conscientes de las cosas que hacemos en beneficio de sus intereses. La falsa modestia de hacer cosas por los demás sin que estas lo sepan no lleva a ningún lado y pasa factura a nivel de frustración y cansancio.
La asertividad, la empatía, iniciar una conversación, dar las gracias y la capacidad de escucha… son un conjunto de conductas emitidas por las personas en contextos sociales que llamamos Habilidades sociales (HHSS).
Saber expresar sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación resuelve los problemas inmediatos y minimiza la probabilidad de problemas futuros. Las habilidades sociales son una importante fuente de autoestima y bienestar personal que deben desarrollarse y ampliarse a lo largo de toda la vida.

15. Afronta las conversaciones importantes teniendo en cuenta las ideas que debes expresar
La asertividad es la capacidad de expresar las ideas importantes a pesar de que puedan generar un cierto malestar en los interlocutores, y hacerlo manteniendo en todo momento el respeto por quien escucha,intentando que la incomodidad causada por lo que decimos sea la mínima posible. Así, se trata de encontrar un equilibrio entre los intereses propios y los de los demás, pero sin dejarte nada en el tintero.
Para asegurarte de que vas aplicando este principio a tu manera de comunicarte con los demás, es bueno que antes de tener conversaciones importantes, memorices al menos una o dos ideas principales que crees que necesitas expresar y que a la vez te costará un poco verbalizar por el miedo a la desaprobación.

16. Asegúrate de cumplir un mínimo de horas semanales de interacción social
Las habilidades sociales van siendo aprendidas sobre todo a través de la experiencia, la interacción con otros en tiempo real. Para evitar que otras formas de aprendizaje eclipsen esta vía de desarrollo de tus aptitudes, asegúrate de exponerte a un mínimo de horas de interacción cara a cara con frecuencia semanal.

17. Exterioriza tu interés por los demás a través de las preguntas
Si te interesa conocer a alguien, no tienes por qué decirlo explícitamente (esto podría ser demasiado difícil si eres una persona con tendencia a la ansiedad social), pero sí puedes indicarlo de manera implícita preguntándole cosas sobre él o ella. Además, de esta manera estarás rebajando la presión sobre ti, dado que la parte más “complicada” la tendrá la otra persona, que debe explicarse, a la vez que va dando pie a una verdadera conversación (o a una conversación derivada de la anterior, haciendo que tengáis más cosas sobre las que hablar).
Como iniciar un diálogo suele ser la parte que suele costar más, esta clase de patrones de comportamiento te llevará a perderle el miedo a las situaciones en las que intentas conocer gente.

18. Practica la visualización para aumentar tu tolerancia al rechazo
Este es otro de los ejemplos de habilidades sociales más importantes que podemos entrenar. La visualización consiste en realizar pequeños ejercicios de entre tres y diez minutos en los que deberás cerrar los ojos e imaginar tan vívidamente como puedas experiencias que crees que suponen un reto para ti. En el caso de la mejora de las habilidades sociales, suele ser útil adoptar el hábito de realizar, unas dos veces por semana, sesiones de este tipo en las que imaginas que te rechazan (por ejemplo, al proponer una primera cita a alguien que te gusta). El objetivo es que vayas perdiendo el miedo a esta clase de experiencias.
Eso sí, es recomendable que empieces imaginando situaciones que crees que te generan relativamente poco estrés (por ejemplo, te rechazan, pero de una manera muy educada) para que no tires la toalla desde un principio debido al malestar que te genera la experiencia.

19. Capacidad de conciliación
Es importante saber hacer que las personas se sientan cómodas en las conversaciones incluso al tratar temas delicados o en situaciones en las que hay intereses contrapuestos. En esto, la capacidad de conciliación es básica. Dependiendo de cómo se nos dé encontrar puntos en común, será más fácil evitar que los demás se pongan a la defensiva.

20. Gestión del miedo al rechazo
Ser capaces de afrontar el miedo al rechazo es importante para no ceder a los pensamientos de auto-sabotaje que nos llevan a encerrarnos en nuestra propia realidad y no darnos la oportunidad de conocer gente nueva. Esta habilidad está muy relacionada con la capacidad de gestión de la ansiedad, y además es fundamental a la hora de ligar.

21. Sentido del humor
El sentido del humor tiene una faceta importante como habilidad social (aunque su utilidad no se limita a este dominio). Sirve para crear un buen clima comunicativo y aproximar posturas con los demás a través de situaciones divertidas y distendidas. Por otro lado, contribuye a que el resto de personas sientan más interés por nosotros, al tener un buen recuerdo de la primera toma de contacto (las emociones quedan más grabadas en nuestra memoria que los contenidos de las conversaciones).

https://www.avancepsicologos.com/14-habilidades-sociales-que-se-pueden-entrenar/

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FORTALEZAS PERSONALES: 10 CLAVES BÁSICAS PARA POTENCIARLAS.
POR ELENA GRANDE MIRANDA


Imaginemos la siguiente situación: acudes a una entrevista de trabajo y el personal de Recursos Humanos que te está entrevistando te pregunta “¿Cuáles dirías que son tus puntos fuertes?”…. Si te ha pasado algo similar, es posible que te haya costado encontrar una respuesta satisfactoria para esta pregunta. Nos resulta relativamente fácil identificar nuestros “puntos débiles”, pero las fortalezas personales no siempre nos vienen tan rápidamente a la cabeza.
Sin embargo, reconocer y trabajar las fortalezas personales puede ser beneficioso. Al fin y al cabo, una buena parte del autoconcepto y la autoestima puede construirse sobre aquellas cosas que consideramos que podemos hacer bien. En este artículo vamos a ver diez consejos que podemos aplicar para desarrollar más en profundidad nuestros puntos fuertes.

LA IMPORTANCIA DE LAS FORTALEZAS PERSONALES Y DE DESCUBRIRLAS

Los profesionales de la psicología afirman, con razón, que es muy importante descubrir nuestras fortalezas para mantener una correcta autoestima. Es por ello por lo que es recomendable que te tomes cierto tiempo cada día para reconocer qué elementos han mejorado tu jornada y te han regenerado energéticamente. A través de esta tarea introspectiva podemos acceder a nuestras fortalezas personales, y esto nos ayudará a aumentar nuestra autoconfianza y, por tanto, nuestra autoestima.
No es algo fácil, por supuesto. A continuación, encontrarás algunos consejos para descubrir estas fortalezas y potenciarlas. Recuerda, sin embargo, que lo mejor siempre es acudir a un profesional para que te oriente.

¿QUÉ QUEREMOS DECIR CUANDO HABLAMOS DE FORTALEZAS PERSONALES?

Antes de empezar con los consejos, es importante conocer qué queremos decir exactamente al hablar de fortalezas personales. Son los aspectos fuertes de nuestra personalidad, aquellas habilidades que permiten que resolvamos satisfactoriamente los problemas que se nos van planteando diariamente. Por tanto, nuestras fortalezas bien utilizadas nos generarán un bienestar que hará que nuestra vida sea más fácil y placentera.
Las fortalezas personales son un pilar para la satisfacción vital de la persona, y son elementos que cada uno reconoce como algo fundamental de su personalidad y carácter. Las propias fortalezas están, pues, estrechamente vinculadas con los valores y la coherencia de la persona, y se mantienen más o menos estables a lo largo de la vida. Es por ello por lo que tienen valor independientemente de las consecuencias positivas que implique aplicarlas.
Llevamos nuestras fortalezas desde el nacimiento, pero esto no significa que las reconozcamos, ni mucho menos que las apliquemos. Sin embargo, la realidad es que todos, absolutamente todos, tenemos puntos fuertes; mientras que en algunas personas estos estarán relacionados con su capacidad de crear, en otras se orientarán hacia aspectos como el cálculo, la organización o la empatía. En cualquier caso, es importante reconocer estas fortalezas y avivarlas.

ENTONCES, ¿CÓMO DESCUBRIR MIS FORTALEZAS?

Quizá eres una de las personas que duda cuando le preguntan cuáles son sus fortalezas personales. Es necesario que sepas que esto no se descubre por arte de magia, sino que es un trabajo de introspección y reconocimiento que puede tardar en dar frutos. Reconocernos lleva su tiempo, pero es importante comenzar cuanto antes, puesto que ignorar cuáles son nuestros puntos fuertes implica confundirnos e interpretar un papel social que no encaja con lo que somos en realidad, lo que puede conllevar frustración y tristeza.
De manera inconsciente, sabemos cuáles son estos puntos fuertes. Los usamos en momentos importantes de nuestra vida, pero no siempre somos conscientes de ello. Es algo que surge espontáneamente, porque, como ya hemos dicho, llevamos estas fortalezas desde que venimos al mundo. Una buena técnica para reconocerlos es, pues, mirar hacia atrás y recordar los momentos en que has salido airoso de situaciones complicadas. ¿Qué hiciste exactamente?
Para ayudarte en la tarea, vamos a realizar un ejercicio rápido y fácil. Coge papel y lápiz y anota las fortalezas personales que consideras que te han servido en las siguientes áreas de tu vida: 1) en el ámbito de las relaciones 2) en el profesional y 3) en el de tu satisfacción contigo mismo.
Este es el primer paso. Cuando hayas terminado, piensa en una situación del pasado donde aplicaste las fortalezas anotadas. Intenta ser lo más específico que puedas. Cuanta más concreción, más te ayudará el ejercicio.
El último paso consiste en anotar las fortalezas que desearíamos poner en práctica o mejorar en cada una de las áreas vitales mencionadas. Esto te ayudará a entender que los puntos fuertes no son estáticos y se pueden trabajar.

10 CLAVES PARA POTENCIAR TUS FORTALEZAS PERSONALES

Estos son algunos de los pasos que puedes seguir para desarrollar esas cualidades de manera más provechosa.

1. Identifica tus fortalezas personales
Si te dispones a trabajar tus fortalezas personales… antes deberías saber cuáles son, ¿no? Hay personas que tienen esto muy claro pero a otras, por el contrario, les puede resultar un poco más complicado saber cuáles son esos puntos fuertes. Una manera sencilla de empezar es haciendo un pequeño test. Algunas páginas y centros de Psicología cuentan con instrumentos psicométricos para evaluar estas cuestiones como, por ejemplo, el cuestionario VIA (Values In Action o “Valores En Acción”) de Martin Seligman y Christopher Peterson.
Otra manera de empezar a identificar las propias fortalezas consistiría en adoptar un “rol de detective”: es decir, puedes tratar de recordar qué comentarios te han hecho las personas sobre tu entorno (quizás que eres muy amable, que tienes una gran entrega en causas sociales, que sabes escuchar…). Y, si no lo recuerdas, siempre puedes preguntar a las personas significativas de tu vida cuáles consideran que son tus cualidades más salientes.

2. Plantéate en qué quieres aplicarlas
 A veces, las fortalezas personales son muy amplias y generales. Pongamos, por ejemplo, el caso de la generosidad; si consideras que eres una persona generosa… ¿Cómo puedes transformar eso en acciones concretas? ¿Qué significaría para ti potenciar tu generosidad? Esto depende de la definición que cada persona tenga de sus cualidades y las oportunidades con las que cuente en los diferentes ámbitos de su vida para llevarlas a la práctica.
En este caso, mostrar generosidad podría traducirse en acciones tan diversas como prestarse a ayudar a personas de su entorno, dedicar su tiempo a hacer labores de voluntariado o donar parte de su dinero a la causa que considere. Debes aclarar qué implican para ti tus fortalezas personales de cara a ponerlas en práctica.

3. Busca referentes
¿Se te hace difícil encontrar maneras de aplicar tus fortalezas personales? Quizá sea un buen momento para usar la técnica del modelado: o sea, contar con alguien como referencia para que puedas aprender a poner en práctica esas cualidades por medio del aprendizaje vicario (es decir, por observación). No es necesario copiar ni repetir exactamente lo que haga otra persona, pero siempre ayuda contar con algo de inspiración.
Piensa en qué personas admiras por sus fortalezas personales: es posible que haya genrte de tu entorno, personajes conocidos… ¡a lo mejor hasta en las obras de ficción puedes encontrar referentes! ¿Qué cualidades de esas personas son las que te gustaría potenciar en ti? Fíjate en cuáles de las acciones de estos modelos son ideas que podrías implementar en tu vida.

4. Establece objetivos realistas
Evidentemente, es tan importante que conozcas tus fortalezas personales como que conozcas tus propios límites. No saber hasta dónde puedes llegar sin extenuarte puede generar frustración y sufrimiento de manera completamente innecesaria. Por ejemplo, si una fortaleza que quieres potenciar es el aprendizaje sería bueno que estipularas cuánto tiempo vas a dedicarle para que no lo acapare todo y haga que dejes de lado otras cosas importantes de tu vida.
Marcarse objetivos está bien, pero siempre hay que hacerlo con conocimiento y dentro de unos límites realistas. No hacerlo de esta manera podría llevarte a establecer unas expectativas excesivamente altas y culparte después por no haber llegado a cumplirlas.

5. Conecta con tus valores
Para que tus fortalezas personales adquieran un mayor significado en tu vida, sería deseable que estén conectadas con tus valores. ¿Qué cosas te importan? ¿Hay algunos principios éticos o ideológicos que sean muy centrales en ti? ¿O quizás algunas personas o actividades? Lo que entendemos aquí por “valores” puede tomar muchas formas distintas: para algunas personas es un valor el civismo, mientras que para otras puede serlo la familia, la justicia, los animales o el deporte.
Esto es especialmente importante si en el primer paso de esta lista has aplicado la técnica de “detective” y te ha dado unos resultados con los que no te identificas especialmente. Imagina que las personas de tu entorno te ven como alguien a quien se le da muy bien hablar en público pero para ti, sin embargo, no es una fortaleza especialmente significativa; esta sería una oportunidad para mirar desde el prisma de tus prioridades personales.

6. Huye de las comparaciones
Es importante alcanzar un equilibrio adecuado entre lo que ves en los referentes que quieres seguir y tus objetivos realistas, como hemos mencionado en los puntos anteriores. Es decir, es bueno que tengas modelos a seguir pero han de servir como inspiración y no para que te compares con nadie.
Podría darse el caso, por ejemplo, de que una de las fortalezas personales que quieres desarrollar fuese el altruismo. Esto no quiere decir que debas ser la persona más altruista del mundo ni que seas más altruista que esta persona o la otra. Se trata de que busques qué posibilidades tienes tú, en tu propio contexto, para desarrollar esa cualidad.

7. Trátate bien
¿Sabes por qué insistimos tanto en los puntos anteriores en marcarte objetivos realistas y evitar las comparaciones? Porque algunas personas llegan a exigirse demasiado y, al hacer esto, su deseo de potenciar sus fortalezas termina por convertirse en una imposición; y, cuando esta no se cumple, pueden aparecer la culpa y la vergüenza.
Puede ser muy positivo y enriquecedor que te plantees desarrollar tus fortalezas personales, pero esto no significa que tengas que ponerte la obligación de hacerlo al 100% todo el tiempo. No tienes que “hacerlo bien” siempre, aunque el deseo esté ahí; a veces hay condiciones que no te lo ponen fácil, y en estos casos es necesario que te trates con la misma comprensión y amabilidad con la que tratarías a otra persona.

8. Busca oportunidades
Se suele decir que se aprende haciendo. Puedes plantearte muchas cosas acerca de tus fortalezas personales a nivel teórico pero, al fin y al cabo, lo que marca la diferencia es cómo lo pones en práctica. Esto es lo que te permitirá ir detectando qué te funciona para desarrollar tus puntos fuertes y generar una percepción de autoeficacia.
Para ponerte a prueba, basta con que busques oportunidades de acción en tu día a día. Seguro que puedes aplicar algunas de las fortalezas que te has propuestos en tus relaciones con las personas de tu entorno, en tu entorno laboral o académico, en tu tiempo libre… aunque puedan parecer tonterías, hay muchas pequeñas acciones que puedes llevar a cabo en tu vida cotidiana para potenciar tus fortalezas personales.

9. Observa los resultados
Una vez hayas identificado tus fortalezas personales a desarrollar y los ámbitos en los que puedes buscar ocasiones para ponerlas en práctica, toca atender a los cambios que esto genera. Los resultados más fáciles de detectar son los visibles, los externos: las reacciones de otras personas, las consecuencias agradables de tus acciones, los logros conseguidos, etc.
No obstante, este “feedback” no viene siempre de fuera. A veces tiene más que ver con lo interno. ¿Cómo te sientes después de haber realizado esa acción, de haber puesto en práctica esa fortaleza? Si ves evolución en ti, si te produce satisfacción, esto ya puede ser una pista de que estás potenciando tus fortalezas personales de la manera que mejor te funciona.

10. Apóyate en profesionales
Desarrollar las fortalezas personales no es siempre una tarea fácil. En ocasiones, alguno de los pasos anteriores se nos escapa y puede resultarnos difícil cumplir nuestros objetivos por cuenta propia. Es por esto que la terapia psicológica puede resultar de mucha ayuda. Para dar este paso, sólo necesitas identificar los objetivos que te gustaría lograr y ponerte en contacto para comenzar a trabajar sobre ellos.

CONOCER NUESTRAS FORTALEZAS PARA TENER UNA VIDA DE CALIDAD

Ya ves que todos, todos en absoluto, tenemos fortalezas personales. También has visto que es habitual que cueste descubrirlas, pero ello no quiere decir que no estén. Sin embargo, es necesario intentarlo, ya que ello influirá positivamente en nuestra autoimagen y, por tanto, en nuestra autoestima. Focalizarnos en las debilidades no nos ayudará a tener una vida plena y satisfactoria.
Ser plenamente conscientes de nuestras fortalezas nos permite afrontar la vida con fuerza, así como plantar cara a los retos que, a priori, nos pueden dar cierto miedo. El conocimiento de nuestros puntos fuertes es un pasaporte seguro para una autoconfianza sólida y, por tanto, para una vida de calidad.

A MODO DE CONCLUSIÓN: FORTALEZAS PERSONALES

Por lo general, todas las personas deseamos progresar y evolucionar para sentirnos coherentes con nuestros valores y mostrar los rasgos con los que nos gustaría que las demás personas nos percibieran. Si bien hay que evitar caer en discursos simplistas acerca de “ser tu mejor versión”, con expectativas realistas y trabajando de manera metódica se pueden potenciar esas fortalezas personales.

https://www.avancepsicologos.com/fortalezas-personales/

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EL PODER TRANSFORMADOR DE LOS ARREPENTIMIENTOS: UN VIAJE HACIA LA AUTENTICIDAD.

El viaje de la vida está marcado por una serie de elecciones, decisiones que tomamos en cada encrucijada que moldean nuestro destino. Sin embargo, inevitablemente, nos encontramos con momentos en los que miramos hacia atrás y reflexionamos sobre lo que podríamos haber hecho de manera diferente. Estos momentos de introspección están teñidos de un sentimiento particular: el arrepentimiento.
El arrepentimiento es una emoción compleja que surge cuando lamentamos una acción pasada o una oportunidad perdida. Es un eco de las decisiones que tomamos y las consecuencias que siguieron. Aunque a menudo asociamos el arrepentimiento con emociones negativas, como tristeza o pesar, su presencia en nuestras vidas puede ser profundamente reveladora y, en última instancia, transformadora.

EXPLORANDO LOS MATICES DEL ARREPENTIMIENTO

El arrepentimiento no es un fenómeno uniforme; tiene muchos matices. Puede manifestarse como un remordimiento agudo por una acción específica o como un anhelo persistente por una vida no vivida. Desde las decisiones aparentemente triviales hasta las más significativas, todos enfrentamos el espectro del arrepentimiento en algún momento u otro.
Los psicólogos distinguen entre dos tipos principales de arrepentimiento: el arrepentimiento por acción y el arrepentimiento por inacción. El primero surge cuando lamentamos las decisiones que tomamos y los errores que cometimos. Por otro lado, el arrepentimiento por inacción se produce cuando lamentamos no haber tomado ciertas acciones o haber dejado pasar oportunidades importantes.

EL PROPÓSITO DEL ARREPENTIMIENTO

Aunque el arrepentimiento puede parecer doloroso e incluso paralizante, su presencia en nuestras vidas puede tener un propósito profundo. Sirve como una señal de que somos seres reflexivos capaces de aprender y crecer. Cuando nos enfrentamos a nuestros arrepentimientos, estamos siendo confrontados con lecciones que necesitamos aprender sobre nosotros mismos y nuestras elecciones pasadas.
El arrepentimiento nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades, valores y metas. Nos lleva a cuestionar quiénes somos y quiénes queremos ser. En lugar de ser un callejón sin salida emocional, puede convertirse en un trampolín hacia la autenticidad y la autorrealización.

TRANSFORMANDO EL ARREPENTIMIENTO EN ACCIÓN

El verdadero poder del arrepentimiento radica en nuestra capacidad para transformarlo en acción. En lugar de quedarnos atrapados en el ciclo interminable de lamentaciones, podemos usar nuestros arrepentimientos como catalizadores para el cambio positivo.


1.   Aprendizaje y Crecimiento: Cada arrepentimiento encierra una lección valiosa. Al reflexionar sobre nuestras experiencias pasadas, podemos identificar patrones de comportamiento, tomar conciencia de nuestras motivaciones y fortalecer nuestra capacidad para tomar decisiones más conscientes en el futuro.
2.   Reparación y Perdón: El arrepentimiento puede ser una oportunidad para reparar relaciones dañadas y buscar el perdón, ya sea de los demás o de nosotros mismos. Reconocer nuestras faltas y hacer las paces con nuestro pasado es un paso crucial hacia la sanación y el crecimiento emocional.
3.   Redirección de la Energía: En lugar de permitir que el arrepentimiento nos consuma, podemos canalizar su energía hacia la acción positiva. Utilizando nuestros arrepentimientos como motivación, podemos establecer nuevas metas, perseguir pasiones abandonadas y comprometernos con un camino de autenticidad y realización personal.

ABRAZANDO LA VIDA SIN ARREPENTIMIENTOS

Si bien es inevitable que experimentemos arrepentimientos en nuestras vidas, podemos aspirar a vivir con la menor cantidad posible de ellos. Esto no significa evitar el riesgo o tomar decisiones sin pensar en las consecuencias, sino más bien vivir con conciencia y autenticidad.
Al abrazar nuestras experiencias, tanto las positivas como las negativas, podemos cultivar una actitud de aceptación y gratitud hacia la vida. Reconocemos que cada elección, incluso aquellas marcadas por el arrepentimiento, contribuye a nuestra historia y nos ayuda a crecer como individuos.
En última instancia, el arrepentimiento nos recuerda nuestra humanidad compartida y nuestra capacidad para evolucionar y transformarnos a lo largo del tiempo. En lugar de temer al arrepentimiento, podemos abrazarlo como un compañero de viaje en nuestro camino hacia la autenticidad y la plenitud.

ESTE ARTÍCULO ESTÁ ESCRITO POR INTELIGENCIA ARTIFICIAL

5
LA TRANSFORMACIÓN INTERIOR A TRAVÉS DEL YOGA Y LA MEDITACIÓN.
Ramiro Calle

charla de 74 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=qjhTj8OIHTA
6
UNO DEBE VIVIR LA VIDA TRATANDO DE NO OLVIDAR AQUELLA PERSONA BRILLANTE QUE HABÍA EN SÍ. Y NO OLVIDARSE DE ESO NUNCA.
7
COLABORACIONES: ARTÍCULOS INTERESANTES / EL SENTIMIENTO DE SOLEDAD.
« Último mensaje por elisa en Abril 18, 2024, 06:45:29 am »
EL SENTIMIENTO DE SOLEDAD.

La soledad nos afecta a todos en algún momento de nuestras vidas; frases como: «Estoy sola» o «No tengo a nadie» suelen ser bastantes frecuentes.
A veces, la persona que las dice puede tener familia, amigos o incluso un gran número de seguidores en las redes sociales, pero, en realidad, no se siente en verdadera sintonía con nadie; y es que lo que, de verdad, quiere transmitir es que se siente sola.

Es una sensación difícil de explicar, se trata de una mezcla de sentimientos de inadecuación, de carencia, pero sobre todo de vacío.

La OMS define la salud como: «el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». En ese sentido, el bienestar general depende en gran medida de la calidad de los vínculos que establecemos con los demás.
El sentimiento de soledad es un factor perjudicial para nuestra salud, llegando incluso a generar consecuencias negativas en nuestro bienestar emocional y psicológico, como: tristeza, estrés, falta de motivación, desesperanza, angustia, miedo…

PODEMOS DISTINGUIR ENTRE DOS TIPOS DE SOLEDAD: LA EMOCIONAL Y LA SOCIAL.

•   La soledad emocional, es aquella que surge de la carencia o pérdida de una relación íntima con otra persona. Es esa sensación de vacío que nos invade cuando alguien muy importante para nosotros, ya sea por separación, muerte o cualquier otra causa, desaparece de nuestra vida. En ese momento, nos vemos obligados a sobrellevar la pérdida, pero nos encontramos perdidos y sin las referencias en las que antes nos apoyábamos para afrontar el día a día.
•   La soledad social, aparece cuando no tenemos una red de relaciones sociales de la que nos sentimos parte y con la que podamos compartir intereses y actividades. Esta situación puede llegar a ser muy frustrante si formamos parte de un grupo pero no coincidimos ni en sus valores ni en su forma de actuar, es decir, nos sentimos el “bicho raro”.
El sentimiento de soledad, tal y como lo definen Peplau y Perlman (1979), es la percepción de la brecha entre lo que la persona espera de las relaciones interpersonales y lo que hubiera deseado.
En la misma línea el psicólogo Guy Winch hace hincapié en la subjetividad de la soledad, ese sentimiento sólo depende de si uno se siente emocional o socialmente desconectado de quienes le rodean, independientemente de se esté rodeado de personas, amigos, familia, etc.
El sentimiento de soledad, por tanto, es producto de las creencias que la persona tiene y de las valoraciones que realiza acerca de su situación emocional y/o social.

La soledad es un sentimiento que nos advierte de una carencia de contacto afectivo o social, pero, como casi siempre, el problema no es la sensación que sentimos, si no lo que hacemos con ella y como la gestionamos.

Se puede interpretar esa señal como un impulso para actuar y, en consecuencia, a buscar relaciones de forma más activa, o bien, puede ser el motivo que nos lleve a aislarnos todavía más, en un intento de protegernos para que los demás no nos hagan daño.
Un factor que parece estar relacionado con el sentimiento de soledad es la competencia social, es decir, entre otras cosas, la capacidad de las personas para manifestar sus sentimiento y opiniones.
En este sentido, suelen aparecer pensamientos distorsionados en los que la persona se convence de que no resulta amable, interesante ni digna de ser apreciada, y rechaza, por tanto, cualquier tipo de amigos potenciales con el objetivo de protegerse a sí misma del posible rechazo.
La base que subyace a este tipo de creencias, suele ser el miedo a compartir, a mostrarse tal y como uno es…; este tipo de temores dificulta mucho la creación de relaciones interpersonales sólidas.

La soledad no sólo tiene consecuencias a nivel psicológico, sino que también hace mella en nuestra salud física.

El sentimiento de soledad se ha vinculado a un debilitamiento del sistema inmunológico, haciéndolo más vulnerable a todo tipo de enfermedades y dolencias.
Debido al constante estado de alerta en el que se vive, no logramos descansar adecuadamente y nuestro cuerpo termina agotándose.
Además, una persona que se siente sola al estar más angustiada, deprimida y hostil, tiene menos probabilidades de llevar a cabo actividades físicas, con las repercusiones que esto significa para nuestro cuerpo.

Suele ser común que las personas que se sienten solas se sumerjan en un círculo vicioso: la persona se siente sola, se deprime, y entonces se siente más sola y más deprimida.

El resultado es una pérdida de interés por el día a día y por emprender nuevas actividades que quizás le ayudarían a conocer a otras personas con las cuales podría compartir gustos y valores.
El primer paso necesario para romper con este círculo, es que decidamos no hacer caso al instinto natural que nos dice que al aislarnos estamos en un lugar seguro.
Para hacerlo es necesario que adoptemos una actitud más activa, el sentimiento de soledad no va a desaparecer por arte de magia si no se hace nada.

Es prioritario que inviertas parte de tu tiempo en establecer relaciones con otras personas.

Algunas sugerencias serían apuntarte a cursos que te interesen o involucrarte en actividades que te gusten, retomar o llamar a antiguas amistades, etc.. esto te permitirá encontrar a personas que compartan tus mismos gustos y aficiones.
Es casi seguro que sentirás miedo y que te sentirás incómodo, pero recuerda que la soledad está afectando a tus percepciones y que la gente tiende a responder de manera más positiva de lo que creemos.
Volver a salir y ponerse en contacto con los demás de manera activa es una tarea difícil, pero es necesario hacerlo para superar ese duro sentimiento de soledad.

Sin embargo, en algunos casos, simplemente realizar actividades y conocer a otras personas no es suficiente, y es necesario tomar otras medidas, como la terapia psicológica cognitiva-conductual.

Este tipo de terapia está orientada a modificar los patrones de pensamiento que fomentan el malestar emocional y en las creencias y actitudes que subyacen a dichos patrones.
Las personas que se sienten solas mantienen suposiciones incorrectas sobre sí mismas y sobre la percepción que otras personas tienen de ellas.
Modificar estas creencias inadecuadas es la mejor manera de reducir el sentimiento de soledad; la terapia psicológica es una herramienta adecuada y eficaz para lograrlo, tal y como apuntan diferentes estudios e investigaciones.

Al igual que la soledad no siempre tiene que ver con la presencia o ausencia de otras personas, tampoco tiene que tener siempre una connotación negativa o ser dañina.

Existe un tiempo para comunicarnos con los demás y otro para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos, en el que la soledad es indispensable.
Los periodos de soledad nos sirven para dar un paso atrás, mirar nuestra vida en retrospectiva y planear el futuro.
Estar solos, sin dar explicaciones a nadie, simplemente disfrutando de aquellas cosas que más nos apetecen lejos de las obligaciones cotidianas puede ser altamente terapéutico, y es un ejercicio muy recomendable, sobretodo cuando nuestra rutina diaria es muy estresante.

https://albamarpsicologia.com/el-sentimiento-de-soledad/

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COLABORACIONES: ARTÍCULOS INTERESANTES / LAS 10 CLAVES PARA AFRONTAR EL DOLOR EMOCIONAL.
« Último mensaje por elisa en Abril 18, 2024, 06:44:40 am »
LAS 10 CLAVES PARA AFRONTAR EL DOLOR EMOCIONAL.
Una guía práctica para restaurar nuestro equilibrio emocional.

Juan Armando Corbin

En los últimos años, las investigaciones han demostrado que las regiones implicadas en procesamiento del dolor físico son las mismas que aquellas relacionados con el dolor emocional y la angustia social.
Lo que parece indicar que el dolor emocional supone un gran sufrimiento para la persona que lo padece. El rechazo por parte de la pareja o los cambios repentinos en la vida, entre otras situaciones, pueden desencadenar que rompamos con el presente, fruto de una gran carga emocional que puede llegar a hundirnos. Por tanto, el dolor emocional puede provocarnos serios problemas en el día a día.

EL DOLOR EMOCIONAL QUE CADA INDIVIDUO SUFRE ES DISTINTO

Cada persona siente el dolor emocional a su manera, y como ya he dicho puede ser causado por distintos fenómenos: una ruptura de pareja, un cambio de ciudad, el despido de un trabajo, etc. Sea cual sea el motivo, se suele originar por no saber gestionar el cambio de vida y por no disponer de los recursos necesarios para afrontar la nueva situación. Y claro, como cada uno afronta la situación a su manera, algunas personas pueden decirse a sí mismas que ese dolor está justificado, sin hacerle frente. Otras, en cambio, se lo toman en serio e intentan salir de la situación en la que se encuentran lo antes posible.

La experiencia suele hacernos ver el dolor emocional como parte del aprendizaje para la vida, pero, ¿cuál es la mejor manera para superar el dolor emocional? A continuación puedes aprender diez formas para superar el dolor emocional.

1. Reconoce el dolor que estás sintiendo
El primer paso para cambiar es reconocer lo que te ocurre. La sociedad nos presiona de tal manera que hemos llegado a creer que el dolor emocional sólo le ocurre a las personas débiles. Eso es falso, el dolor emocional es parte de la vida. Algunos individuos intentaran quitarse los problemas del medio sin afrontar la realidad, algo que sólo enmascara el sufrimiento emocional, porque, en realidad, seguirá estando ahí. Por tanto, reconocer el dolor emocional es necesario para avanzar.

2. Sé cariñoso contigo mismo
En varios artículos ya hemos hablado de los beneficios de quererse a uno mismo, porque eso te convierte en una persona mucho más preparada para afrontar los problemas. Y quererse a uno mismo, significa que te tratas con cariño y que entiendes que no eres perfecto. De hecho, las personas perfeccionistas sufren un gran dolor emocional. Ser cariñoso contigo mismo es el segundo paso para superar el dolor emocional.

3. Sé honesto contigo mismo y con los demás
Ser honesto contigo mismo y reconocer que tienes un dolor emocional intenso que afecta a tu bienestar, puede no ser suficiente. En ocasiones, también necesitarás el apoyo de la gente que te rodea. El dolor emocional, cuando no se ha superado, puede provocar comportamientos que otras personas quizás no entiendan. Por ello, puede ser bueno compartir tus sentimientos con la gente más cercana. Te apoyarán y te comprenderán para que superes esta situación lo antes posible.

4. Es normal que haya gente que no te comprenda
Algunas personas puede que no comprendan tus sentimientos ni por qué estás sufriendo. Generalmente, la gente sensible o las personas que han pasado por situaciones similares son más entendidos en el tema. No te preocupes, esto también es normal. La inteligencia emocional es una habilidad que no domina todo el mundo y, además, hay personas que no son todo lo emocionalmente maduras. Pero tranquilo, seguro que habrá personas empáticas que sabrán ponerse en su lugar.

5. Guarda como un tesoro a aquellos que te comprenden y te quieren de manera incondicional
Estas situaciones dolorosas pueden tener su parte positiva. Una de ellas es que realmente te das cuenta de las personas que merece la pena conservar. Así que, en esos momentos malos, reconoce a tus verdaderos amigos y conservarlos. Porque si los necesitas en futuro, seguirán estando ahí para ti.

6. Cuando estés preparado, tomate tu tiempo para averiguar el motivo del dolor
Ya has reconocido que te existe el dolor emocional y que es algo normal, por lo que lo has aceptado y te tratas con cariño. Tienes a gente alrededor que te quiere y que va a estar a tu lado. Ahora toca saber exactamente qué es lo que te causa el dolor emocional. Si tiene solución, haz lo posible para remediarlo.

7. Si no puedes hacer nada al respecto, acéptalo y sigue queriéndote más que nunca
Pero no siempre tendrá remedio lo que te causa dolor emocional, y esas son las situaciones más complicadas de superar. Aún y así, si no esta a tu alcance remediarlo, debes aceptar las cosas tal y como son para seguir queriéndote. Recuerda que, en los momentos más complicados, debes practicar la autocompasión. Esto parece simple pero no es fácil. El Mindfulness puede ayudar en estos casos.

8. Superarlo requiere voluntad propia
Como he comentado en el punto anterior, tratarse uno mismo con cariño requiere voluntad. Algunas crisis pueden marcar nuestra existencia y nuestra vida, lo que puede provocar que sintamos que hay un antes y un después de estas situaciones amargas o dolorosas. Pero, aunque sean momentos duros, hay que extraer las enseñanzas que encierran estas etapas de crecimiento. Esto requiere voluntad.

9. Toma el control de tu vida
Cuando estas pasando una mala etapa, sueles creer que todo lo malo te ocurre a ti. También puedes pensar que no vales nada. Deja de lado estos pensamientos negativos que te destruyen y toma las riendas de tu vida. Empodérate frente al dia a dia. Realiza actividades que te gusta realizar y que tal vez hayas abandonado y, además, busca metas realistas y lucha por ellas. Solamente de esta manera encontrarás sentido a tu vida.

10. Si no puedes superarlo solo, acude al psicólogo
Puede que el dolor emocional sea fruto de un problema más grave, como la depresión o el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Por ello, puede que necesites acudir a un psicólogo para que te guíe y te ayude a salir de esta situación que te está causando un gran dolor emocional. Pero recuerda, que tú eres la persona que tiene que superarlo, y el psicólogo solamente te proporcionará las herramientas que necesitas para llevarlo a cabo.

https://psicologiaymente.com/psicologia/claves-afrontar-dolor-emocional

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AUDIOLIBROS Y PODCAST / LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD - Bertrand Russell - AUDIOLIBRO.
« Último mensaje por Fe en Abril 18, 2024, 06:43:29 am »
LA CONQUISTA DE LA FELICIDAD
Bertrand Russell

AUDIOLIBRO

https://www.youtube.com/watch?v=mPX3e9cGlRk


Esta obra afirma que lo segundo: el ser humano se debe mostrar activo en la eliminación de las trabas al despliegue de la felicidad, comenzando por eliminar esas pasiones egocéntricas que son la envidia, el miedo o la conciencia de pecado y reforzando las que impulsan hacia fuera de sí mismo, que invitan a sentirse parte de la corriente de la vida: «Cuantas más cosas interesen a alguien, más oportunidades de felicidad tendrá», afirma, para concluir que el ser feliz es el que se siente ciudadano del universo «y goza libremente del espectáculo que le ofrece y de las alegrías que le brinda». Una obra de autoayuda... si no fuera porque se trata de un proyecto, de raigambre estoica, de repensar el ser humano y su posición en el mundo.
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LA AUTOEXIGENCIA Y EL PERFECCIONISMO
Qué es y cómo trabajarlo.

Yaiza Lillo


charla de 25 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=36nSEYH81Do
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