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PAREJA, FAMILIA Y RELACIONES / PASOS PARA LIBERARSE DE PADRES TÓXICOS.
« Último mensaje por wakonda en Marzo 15, 2024, 06:36:46 am »
PASOS PARA LIBERARSE DE PADRES TÓXICOS.
Ángel Rull

Cuando hablamos de relaciones tóxicas, tendemos a pensar solo en malos comportamientos por parte de amigos o de nuestra pareja. Sin embargo, la toxicidad también puede incluir a miembros de la familia, como los padres. No existe una responsabilidad por su parte de sus faltas de respeto, y en muchos casos puede haber problemas de adicción o trastornos mentales.
Existen varias señales que nos indican que nos encontramos ante una relación tóxica con nuestros padres y que serían la alarma necesaria para saber que debemos liberarnos emocionalmente de ellos. De lo contrario, afectará cada vez más a nuestro desarrollo y nuestra independencia como personas.

SEÑALES DE TOXICIDAD

Las relaciones que mantenemos con nuestros padres no siempre son cordiales y pueden vivirse etapas de mayor tensión. Eso no significa que estemos viviendo una mala relación con ellos. Sí que habría que prestar especial atención a la baja autoestima que podamos sentir a causa de sus comportamientos y a otras señales que nos harían ver que hay toxicidad en la relación.
Estas son las señales que indican que tienes una relación tóxica con tus padres:
•   Utilizan el chantaje emocional para controlar tus acciones.
•   Tienen necesidad de control sobre toda tu vida.
•   Sus reacciones son, con frecuencia, exageradas.
•   Hay un exceso de crítica y numerosas comparaciones.
•   Te culpabilizan de que nada vaya como ellos querrían.
•   No hay respeto por los límites individuales.
•   Hay momentos de envidia.
•   No se preocupan por tus necesidades físicas y/o afectivas.

LIBÉRATE DE TUS PADRES

Desprenderse es un concepto emocional indicado a la hora de poder liberarse de padres tóxicos. No tiene realmente que ver con la proximidad física, sino que pone las barreras sentimentales necesarias al comportamiento ajeno. Implica no reaccionar ante cualquier ataque, no responsabilizarse de sentimientos que no sean nuestros y saber separar nuestras necesidades de las de los demás. Aunque esto es más fácil con gente fuera de la familia, también debe hacerse con los que están dentro.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DESPRENDERNOS DE NUESTROS PADRES?

1. No intentes complacerles
Aunque es una tendencia general, suele acabar siendo un error, especialmente cuando ellos nunca están conformes. Tienes derecho a tomar tus propias decisiones y a elegir tu modo de vida.

2. No te esfuerces en cambiarlos
Todo aquello que sí puedes controlar es de lo que te debes ocupar. Cómo son las personas y cómo se comportan no es responsabilidad tuya, y puede reducirte significativamente el nivel de energía.

3. Razonar no siempre funciona
Cuando una persona es emocionalmente inmadura y tóxica, razonar con ella será siempre un error. Hacerlo es improductivo y nos genera tristeza, rabia y frustración.

4. Los momentos especiales son para las personas que te hacen sentir bien
Tenemos la necesidad socialmente marcada de tener que compartir los momentos importantes con nuestra familia, como las fiestas navideñas o los cumpleaños. Sin embargo, cuando esto supone un foco de malestar, evitarlo siempre es una buena opción.

5. Establece límites claros
Los demás nos tratan en base a los límites firmes que hemos puesto. Crean un espacio de seguridad para nosotros. Siempre deben desde el primer momento, pero si no ha sido así, nunca es tarde. A la hora de poner un límite, debes ser claro y tajante y nunca ceder ante el chantaje emocional.

6. No compartas todo
Compartir todo lo bueno que nos pasa con alguien que nos trata mal es un error. Reserva información para quien sepas que va a apoyarte y no juzgarte. Es una forma de salvaguardar tu autoestima.

7. No tienes un contrato
Los lazos familiares no son contratos ni obligaciones. La familia no es escogida y, por tanto, no tiene que ser tampoco permanente. Nada te ata a ninguna persona, aunque las reglas sociales parezcan indicar lo contrario.


Liberarnos de quien nos hace daño es siempre una obligación para nosotros. Aunque no siempre podamos romper esa relación por completo, sí podemos desprendernos emocionalmente y empezar a vivir una vida sin críticas, quejas y humillaciones.

https://www.elperiodico.com/es/ser-feliz/20220903/padres-toxicos-pasos-liberarse-psicologia-dv-7305524

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ESTA MENTALIDAD TE VA A CAMBIAR LA VIDA.

charla de Beibi Venus

https://www.youtube.com/watch?v=M8aJJQe_eYw
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LA ENVIDIA Y LA ADMIRACIÓN: VENENO Y ANTÍDOTO.

Érase, una vez, un reino; con su rey, y con su mago sabio de barba blanca. Como todos los reinos. En este en particular, el rey desea ser el más poderoso, el más rico, el más amado. Lo desea todo. Y como siempre, como con cada rey déspota y vanidoso, algo se lo impide, y eso le corroe las entrañas:

ENFRENTAMIENTO DE PODER

El mago, el sabio barbudo, aparte de ser el hombre más querido y respetado del reino, posee el increíble don de ver el futuro, esto al rey no le hace ninguna gracia. No soporta que alguien goce de más poder, de más influencia, de más capacidad. Le envidia, le envidia profundamente, se muere de envidia. Así que se sienta y piensa, y urde, planea, conspira. Convoca una cena, invita a todo el mundo, y decide dar ahí su golpe maestro.
Le pregunta al mago, con la mano en la empuñadura de su espada:
– Tú que dices saber el futuro… ¿Puedes decirme qué día morirás?
Una jugada interesante; si el mago responde que no, entonces se declara como farsante frente a todo el reino. Si responde que sí, el rey piensa decapitarle ahí mismo, demostrando que tampoco era tan buen adivino si acaba muerto.
El mago sonríe.
– Moriré exactamente un día antes que el rey.
–Maldita sea. La mano se detiene, se aleja de la espada. ¿Qué hacer ahora?
El rey se emparanoia, y decide obligar al mago a permanecer en palacio para asegurarse de que nada le pase. A la mañana siguiente el mago se encuentra perfectamente, pero el rey sigue dubitativo.
-No puede pasarle nada, porque eso significaría morirme yo.

LA TRANSFORMACIÓN DE LA ENVIDIA

Pasan los días, y el mago sigue en palacio. El rey le va a ver varias veces al día, con la excusa de pedirle consejo para gobernar el reino, con la verdadera intención de mantenerle vigilado.
Pasan las semanas, y el mago sigue en palacio. El rey se empieza a acostumbrar a las pequeñas entrevistas que comparten. El mago le aconseja, el rey empieza a escuchar.
Pasan los meses, y el mago sigue en palacio. El rey disfruta yendo a verle, sus consejos son muy razonables. La amistad germina, y las cosas en el reino van mejor.
Pasan los años, y el mago sigue en palacio. El rey aprende muchísimo, el rey gobierna de manera sabia y justa, el rey se hace respetar, los súbditos aman a su rey.
El mago y el rey se hacen inseparables amigos; un día, el rey le confiesa su plan inicial, su intención de matarle tantos años atrás. Avergonzado, le ofrece sus más sinceras disculpas.
– Me perdones o me desprecies, deseaba ser honesto contigo, amigo mío.
El mago le sonríe y le abraza.
– A estas alturas lo sabes perfectamente, pero aquel día me inventé la profecía. Morirás cuando tengas que morir, sin ninguna atadura.
El tiempo pasa, el reino florece. Cuando le llega la hora al mago, que fallece mientras duerme, el rey le llora amargamente. Cuenta la leyenda que, por casualidad, o por alguna otra razón quizá, el rey murió exactamente de la misma manera, exactamente veinticuatro horas después.
Los dos yacen enterrados en el jardín real, dos grandes amigos, dos vidas ejemplares. Un buen rey, un hombre sabio.

LA ENVIDIA, UN ALAMBRE DE ESPINO EN EL JARDÍN DE LOS SENTIMIENTOS

El único enemigo, la única barrera: la envidia. Si la envidia tuviera forma, sería la del alambre de espino que se enrosca alrededor de su víctima y la desangra, la asfixia. Es la serpiente de los sentimientos. El envidioso sufre, sufre muchísimo. Porque ha convertido sus deseos en necesidades, y eso le esclaviza. Tiranizado por la necesidad de ser el otro, y la imposibilidad de llegar a serlo, y en consecuencia el impulso de denigrar al poseedor de lo que se carece.
Porque carga con impulsos de destrucción hacia la persona envidiada que pesan sobremanera y le minan el día a día. El dolor del bien ajeno, decía Santo Tomás. En el fondo envidiamos capacidades y talentos que no poseemos o creemos no poseer.
Y desde la envidia, nos alejamos de la posibilidad de conectar con el otro y disfrutar de eso que codiciamos. Y lo peor, nos desconectamos de lo que sí realmente tenemos, incapaces de apreciarlo, desarrollarlo y agradecerlo.
La envidia bloquea nuestra evolución, nuestro crecimiento, impidiendo el natural proceso de destrucción construcción de uno mismo que supone la adecuada elaboración de los duelos en relación con eso que no “es nuestro”.
La envidia nos distancia y nos coloca a las puertas de un cuarto oscuro donde reina la sensación de injusticia.

Yo también quiero
Yo también soy
Yo también puedo
A mí también me corresponde
¿Por qué a mí no?
¿Por qué a mí sí?

La gran destructora de las relaciones personales, nos parece casi imposible controlarla, gestionarla y utilizarla como palanca para la mejora personal. Pero es ese, exactamente ese, el quid de la cuestión. Ir dando pasitos hacia atrás, cerrar la puerta y abrir la de al lado, la de su hermana: la admiración.
Ambas buscan igualar, pero una lo hace mediante la destrucción y la otra mediante el ascenso y el crecimiento personal. La envidia decapita al mago, destruye al reino. La admiración escucha, conversa, hace florecer. De la admiración surge la amistad, el amor, la paz interior. Quizá sea mejor buscarla a ella.

https://mariopuente.com/envidia-vs-admiracion/

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LA AUTOESTIMA: BASE DE LA PERSONALIDAD / CÓMO TENER CONFIANZA EN UNO MISMO.
« Último mensaje por buscador en Marzo 14, 2024, 06:02:23 am »
CÓMO TENER CONFIANZA EN UNO MISMO.
Por Marta Menéndez.

La confianza en uno mismo significa estar seguro de nuestro propio valor, capacidad y poder, independientemente de la situación en la que nos encontremos. Alguien que es seguro de sí mismo tiene un fuerte sentido de confianza en sí mismo y seguridad en sí mismo. Expresa calma, serenidad y autoconciencia. La confianza en sí mismo a menudo está relacionada con el hecho de tener ciertos conocimientos y conjuntos de habilidades ya sean adquiridas o innatas.
Si bien tener aptitud en un área en particular puede ayudar a mejorar la autoestima, no es un requisito previo necesario para la confianza en sí mismo. Alguien sin ninguna competencia puede tener una buena autoestima. En este artículo de Psicología-Online te contamos cómo tener confianza en uno mismo.

CÓMO AUMENTAR LA CONFIANZA EN UNO MISMO: EL ACONDICIONAMIENTO

El primero es el condicionamiento para imponer un sentido de confianza en sí mismo. Es un enfoque extrínseco, es decir, externo, en el que se adoptan acciones para inducir la confianza en uno mismo. Este es el método más popular dentro de la comunidad de autoayuda y también el más rápido para obtener resultados. Por ejemplo, un ejercicio para tener más seguridad en uno mismo se basa en repetir una afirmación positiva, fingir que ya tienes cierta estatura, hablar y actuar con confianza, y así sucesivamente.
Aquí hay algunos ejemplos de cómo usar el acondicionamiento para aumentar la confianza en sí mismo:

•   Vestimenta: Vestirse elegante, con buena presencia y tener un aspecto limpio
•   Lenguaje corporal: Caminar y hablar con confianza, estar tranquilo y sereno, mantener la cabeza en alto, tener una buena postura y sonreír
•   Técnicas mentales: pensamiento positivo, visualización de resultados/escenarios positivos, enfoque sobre las fortalezas en lugar de debilidades
Estas acciones son útiles porque pueden proporcionar un aumento de confianza casi inmediatamente después de hacerlas. Sin embargo, los efectos rara vez son duraderos, es decir, necesitas recordarte repetidamente a sí mismo para hacerlos, de lo contrario los resultados se disiparán con el tiempo.

CONSEJOS PARA GANAR SEGURIDAD EN UNO MISMO

El segundo es trabajar en los temas que te hacen sentir bajo en confianza en ti mismo. Este es el enfoque más práctico para aumentar la confianza en sí mismo.

ADQUISICIÓN DE SÍMBOLOS DE VALOR

La confianza en uno mismo a menudo está vinculada a la posesión de ciertos conocimientos, habilidades y destrezas. Muchas personas carecen de confianza porque sienten que carecen de una cierta competencia. Por ejemplo, si no te sientes seguro de tu papel en un trabajo, puede deberse a que careces de la información y los conocimientos necesarios para desempeñarse bien. Las personas con un alto nivel de competencia en un área determinada a menudo desarrollan una gran confianza en sí mismas en esa área como resultado de ello.
La competencia siempre se puede desarrollar a través de la lectura y la práctica. Por ejemplo, si haces deporte y estás preparando una competición debes entrenar todos los días. Si se trata de una presentación o de hablar en público, practica continuamente frente a diferentes audiencias para desarrollar tus habilidades. Finalmente te encontrarás tan competente en esa área que te sentirás naturalmente confiado en ella.
Además de la competencia, hay otros símbolos de valor, de los cuales los más comunes son:

•   Atributos como el nivel de atractivo, popularidad, gracia…
•   Posesiones materiales como la cantidad de riqueza que posees, coche, propiedades, marcas de lujo, etc.
•   Símbolos de estatus tales como las calificaciones académicas, logros, puesto de trabajo

Dependiendo del símbolo de valor que sea relevante para ti, puedes adquirirlo para aumentar la confianza en ti mismo. Por ejemplo, a lo largo de la vida diferentes personas persiguen diferentes cosas para aumentar su sentido de autoestima. Algunas personas se esfuerzan por ser más atractivas y populares. Algunas personas tratan de adquirir posesiones materiales como ganar más dinero y comprar bienes materiales. Otras buscan obtener símbolos de estatus y títulos.
El problema con la adquisición de símbolos de valor para aumentar la confianza es que el aumento de la confianza en sí mismo sólo dura mientras los símbolos sean válidos. Si pierden su relevancia como símbolo de valor, la confianza en uno mismo cambiará en consecuencia.
Por lo tanto, para aumentar su confianza en sí mismo de forma permanente y a largo plazo, hay otra opción.

TRABAJAR DIRECTAMENTE EN LA CREENCIA DE LO QUE QUIERES REPRESENTAR

Aunque los dos consejos anteriores definitivamente ayudan hasta cierto punto y pueden ser una forma rápida de mejorar su estado mental, por lo general son a corto plazo y no permanentes. El acondicionamiento es como una solución rápida para inducir un sentimiento temporal, mientras que la adquisición de símbolos de valor sólo ayuda en la medida en que se tienen los símbolos y siguen siendo relevantes. Ambos abordan los síntomas del problema en lugar de su raíz. La sensación de baja confianza por no tener supuestamente suficiente competencia, no tener suficiente éxito, etc., son sólo síntomas del problema. La raíz real del problema es tu creencia de que necesitas ser esas cosas antes de que puedas experimentar la autoestima.
Alguien con una habilidad absolutamente nula, sin éxito en el pasado, y que tiene una imagen absolutamente pobre para los otros puede tener confianza en sí mismo. Lo que tenemos que tener en cuenta es que el único requisito previo para tener confianza en uno mismo es un sentido de confianza en sí mismo.
La creencia de que necesitamos tener esta habilidad o ese comportamiento antes de que podamos sentirnos seguros ha sido condicionada en nosotros a través de la sociedad y los medios de comunicación, en lugar de ser verdades puras.
El problema que debemos abordar es el apego al valor de cada uno con estos símbolos. Todas tus creencias sobre lo que representa el valor sólo pueden ser verdad si permites que sean verdaderas. La clave es romper el vínculo entre todas las externalidades (el pasado, el nivel actual de habilidades y capacidades, los resultados, las opiniones de los demás, etc.) y la propia evaluación del valor. Si no ves la competencia como una representación de su valor, entonces no lo harás. Debes recordar que estos son simplemente objetos externos, no tú. Si no dejas que algo represente tu valor, entonces no lo hará. Es fundamental trabajar día a día en la importancia de creer en uno mismo.

https://www.psicologia-online.com/como-tener-confianza-en-uno-mismo-4257.html

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CÓMO ALEJARTE DE LO QUE TE HACE DAÑO.
Por Maite Nicuesa.

En la vida, existen tantos matices, ámbitos y realidades que te afectan de una forma directa o indirecta, que a veces, no es fácil encontrar el equilibrio de vivir en conexión con el pensamiento positivo. Puede que algo te robe la paz interior de algún modo. Cuando eso sucede, te resulta imposible vivir el presente porque la mente se centra en una angustia futura, en un peligro que está por llegar. En este artículo de Psicología-Online vamos a darte algunos consejos para que sepas cómo alejarte de lo que te hace daño. Analiza el foco del problema y ponle una solución desde ya mismo, solo así conseguirás recuperar la estabilidad y bienestar emocional.

ANALIZA QUIÉN TE HACE DAÑO

Si quieres alejarte de lo que te hace daño es importante que, antes de nada, analicemos el origen de este dolor. Aquí te descubrimos algunos de los principales focos que pueden causarte esta situación:

ALEJARTE DE UNA PERSONA QUE TE HACE DAÑO

Cuando se trata de una relación destructiva ya sea de amor o de amistad, entonces, el paso necesario es el de romper los lazos con esa persona. Existe gente que por miedo de estar sola prefiere compañía alrededor aunque dicha compañía no sea muy positiva. Cambia este modo de pensar porque debes aprender a quererte y ser tu mejor amigo.

¿ERES TÚ QUIEN SE HACE DAÑO?

En otras ocasiones, puede que haya algo en ti que sea lo que te hace sufrir. Por ejemplo, puede que seas muy crítico contigo mismo, que tengas una baja autoestima, que des muchas vueltas a la cabeza… En ese caso, debes modificar el trato que te das a ti mismo para aprender a respetarte desde hoy mismo porque eres una persona valiosa que merece la pena.

TE HACEN DAÑO EN EL TRABAJO

Dentro del entorno laboral también pueden producirse muchas situaciones que te hacen daño. Cuando se trata de un malestar constante en forma de estrés o ansiedad debes valorar la posibilidad de cambiar tu actitud. No te tomes las cosas tan en serio y aprende a relativizar los conflictos con sentido del humor. Busca apoyos emocionales en otros amigos o compañeros de trabajo. Pide ayuda cuando sea necesario.

EL DOLOR EN LA FAMILIA

En la vida también hay situaciones que duelen de forma lógica y de las que es imposible distanciarte porque tampoco quieres hacerlo. Así sucede, por ejemplo, cuando sufres por la enfermedad de un ser querido. En ese caso, lo único que se puede hacer es sobrellevar el dolor del mejor modo posible.

CÓMO ALEJARTE DE ALGUIEN QUE TE HACE DAÑO

Para poder alejarte de lo que te hace daño es importante que, primero, analices el foco de tu problema. Si hay alguien en tu entorno que te está hiriendo, entonces lo que tienes que hacer es alejarte desde ya mismo de esta persona. Existen personas tóxicas o, también, relaciones tóxicas que se deben reconducir cuanto antes o, sino, terminar. Este tipo de relación tan solo provocará destrucción, sufrimiento y falta de respeto.
A continuación, vamos a brindarte una serie de consejos que podrán ayudarte a alejarte de alguien que te hace daño y volver a tener tú las riendas de tu vida:

•   Aléjate físicamente: es uno de los primeros pasos que tienes que hacer. No quedes con esa persona, intenta evitar los sitios a los que va y elimínala de tu vida de forma progresiva. Es importante que empieces a "desacostumbrarte" a su presencia en su vida para que, así, puedas alejarte más fácilmente de ella.
•   Elimina cualquier contacto: también te recomendamos que rompas el contacto virtual que puedas tener con esa persona. Tanto en las redes sociales como en tu móvil, es importante que, al menos al principio, evites estar en contacto directo con esa persona.
•   Pasa el "duelo": muchas veces intentamos superar los baches de la vida de una forma superficial, poniendo una venda y fingiendo que no pasa nada. Pero sí que pasa. Y tienes que asumirlo, plantarle cara y superarlo. Es normal que pases un momento de bache y que estés triste o con baja energía, no te reprimas este sentimiento pero tampoco te estanques en él.
•   Pasa página: para poder alejarte de lo que te hace daño es importante que aprendas a pasar página. Es decir, es normal que en las primeras semanas estés más pendiente de esa persona pero, con el tiempo, tienes que empezar a controlar tus pensamientos y desviarlo de tu mente. Piensa en ti y en tu vida, en tu futuro y en lo que quieres. Centra toda tu energía en ti y ya verás cómo, poco a poco, la intensidad de esa persona se va apagando en tu vida.
•   Rodéate de gente que te quiera: y, por último, vale la pena recordar que no somos invencibles y que contar con gente que te quiera y te aconseje es lo mejor que puedes hacer. Por tanto, habla y desahógate con tus amigos, pídeles consejo y, también, aprende a desconectar, reírte y divertirte. Ellos estarán ahí para lo bueno y para lo malo así que cuenta con ellos.

https://www.psicologia-online.com/como-alejarte-de-lo-que-te-hace-dano-133.html

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¿POR QUÉ SE CULPAN LAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL INFANTIL?
POR ASOCIACIÓN DEL TRAUMA PSICOLÓGICO

El grado de culpa que sienta una víctima de Abuso Sexual Infantil (ASI) afectará a su recuperación. Según las investigaciones sobre ajuste psicológico, los resultados han indicado que este tipo de atribuciones creadas desde la autoculpa, se asocian a un peor ajuste psicológico, a mayores niveles de malestar.
¿Por qué la culpa está presente, enredada en la parte más profunda del iceberg emocional del ASI? ¿Qué ocurre en el cerebro un niño/ niña que ha sufre ABUSO SEXUAL? ¿Por qué l@s inocentes, las víctimas de otr@s, acaban auto-culpándose?
La respuesta la encontramos en la teoría de apego: el menor prefiere auto-culparse a sí mism@ ANTES QUE CULPAR a los responsables verdaderos, antes que culpar al adulto que tendría que haberlo protegido, respetado y querido bien.
Cuando un niño/niña sufre abuso sexual, maltrato físico, o negligencia, su cerebro necesita adaptarse a esa situación, a esa realidad cruel, hostil, dañina, dolorosa, a esa realidad en la que uno, que necesita ser cuidado y protegido, tiene que aprender a sobrevivir…
“No es la especie más fuerte, ni siquiera la más inteligente la que sobrevive, sino la que mejor se adapta a su entorno” Darwin.
Adaptarse, aun al precio de no vivir sino de sobrevivir. Adaptarse a un entorno disfuncional con estrategias disfuncionales.
¿Y cuál es la misión de la autoculpa en el ASI?: Ayudar a la niña y al niño a adaptarse a su entorno. Sobrevivir al entorno a toda costa, esa es la máxima del cerebro.
Por tanto, NO se obtendrá el mismo resultado si un cerebro infantil tiene que adaptarse a un entorno donde es cuidado, querido y respetado, que si tiene que construirse y adaptarse en un entorno donde el amor es corrompido, donde la atención que le dedican es inapropiada y tóxica, dañina, por un lado por parte del abusador y por otro por parte del entorno familiar, la madre entre otros, que “no ve” ese abuso.
Esa desprotección, miedo, inseguridad, ese ABUSO, hace que ese cerebro y cuerpo crezcan alterados, hiperactivos o hipoactivados. Hace que, para poder sobrevivir en un entorno inseguro y peligroso, el niño o la niña se culpen a sí mismos de lo que está ocurriendo.
Por tanto, culparse a sí mism@, es la estrategia desadaptativa, el estilo de atribución cognitiva que encuentra el niño/niña que sufre abuso sexual para poder soportar, estar cada día viviendo con su agresor, abusador, maltratador/a, con quien “no lo ve”. Dicha estrategia hace que pueda soportar esa indefensión, ese no poder huir a ninguna parte, porque las personas que tienen que proporcionarle refugio y seguridad son las mismas que le dañan, que le agreden, que abusan, que le violan, que “no ven”…
Prefiere auto-culparse injustamente que culpar a su mamá y/o a su papá, abuelos, tíos… porque el dolor de saber que no te quieren bien, que no te cuidan desde el amor y el respeto es más doloroso e insoportable que cargar con una culpa que no es suya, con una culpa que aunque te hunda la vida, sigue siendo más soportable que admitirse a un@ mism@ que sus padres no le han querido…bien.
Es la terrible paradoja de estos niños y niñas: cargan con los errores de los adultos, se culpan a sí mismos antes de DAR LA RESPONSABILIDAD A QUIEN LA TIENE.
Esta misma estrategia que de niño/niña “protege” para poder sobrevivir en una familia hostil, es la que, si no se trabaja, condicionará la vida, las relaciones, el día a día de esa niña, niño ya hecho adulto.
Tal vez sea el momento de tomar conciencia de esa culpa, de saber que en el fondo de nuestro iceberg, tal vez, la tengamos anclada, tal vez sea la hora de poder mirarla a la cara y darle las gracias por “protegernos” en un momento de nuestra vida, de la infancia, tal vez sea el tiempo de quitar de tus inocentes hombros la carga que nunca te perteneció, la carga que no es tuya, la culpa que es de otros, tal vez puedas comenzar a dejar emerger de tu interior esa culpa de otros y liberarte de ella.

https://aetps.es/por-que-se-culpan-las-victimas-de-abuso-sexual-infantil/

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LA MENTALIDAD QUE CAMBIÓ MI VIDA 2.0

Irene Albacete

vídeo de 10 minutos:

https://www.youtube.com/watch?v=oXOLidZKo_I
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CÓMO SER DISCIPLINADO.

Este artículo trata de traer disciplina a la vida en general. La disciplina no debe restringirse únicamente a los niños, ya que cuando una persona llega a la adultez no se vuelve automáticamente disciplinada. De igual forma, la disciplina no es sinónimo castigos, imposición o un ambiente estricto. Cualquier persona puede ser disciplinada con los siguientes consejos.

PUEDE VER EL ARTÍCULO EN ESTE ENLACE:

https://es.wikihow.com/ser-disciplinado

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COLABORACIONES: ARTÍCULOS INTERESANTES / QUIEN TE ENFADA, TE DOMINA.
« Último mensaje por lena en Marzo 13, 2024, 05:49:30 am »
QUIEN TE ENFADA, TE DOMINA.

“Quien te enfada, te domina”… Piénsalo bien, o ¿no es verdad? Cuando algo no ha sucedido como queríamos o alguien no ha respondido como esperábamos, cuando nos ha molestado el comportamiento de una persona o lo que nos ha dicho, solemos expresar lo que sentimos con expresiones como “me has hecho enfadar”, “me has hecho daño”, “me has cabreado…”
Si nos paramos a reflexionar sobre ello y decidimos profundizar, la traducción de nuestros mensajes viene a ser algo tal como “tú eres el culpable de cómo me siento”, “tú eres el responsable de que yo esté así” o “tú me has perjudicado”, es decir, yo estoy mal por tu culpa.

NO CONCEDAS EL PODER SOBRE TI A LOS DEMÁS

Si alguien nos enfada es porque le hemos concedido el permiso para hacerlo, pues en realidad cuando alguien nos enfada, lo que internamente resuena en nuestro interior es “lo que tú piensas sobre mí, es más importante que lo que yo pienso sobre mí”. Piénsalo.
En estos casos, la responsabilidad de cómo nos sentimos, la dirigimos hacia los demás, es decir hacia afuera. Por lo que dependiendo de los demás, así nos encontraremos nosotros.
Resulta que en lugar de hacernos cargo de nuestras emociones y sentimientos, de dirigirnos hacia dentro y asumir la responsabilidad de lo que sentimos, otorgamos el poder o el consentimiento a los otros. Porque nadie te enfada sin tu consentimiento ¿o no?
Y es cierto, que asumir todo el peso que conlleva un enfado o una molestia es algo complicado y que cuesta… y más si estamos acostumbrados a poner nuestro foco fuera. Sigue siendo más fácil, culpar al compañero y que sea el quien intente lidiar con nuestro cabreo, que nosotros mismos… pero así nunca llegaremos a conectar con nuestro interior.

SI NO ACEPTAMOS EL REGALO, SEGUIRÁ SIENDO DE LA OTRA PERSONA

En ocasiones, echar balones fuera o culpar a los demás de cómo nos sentimos sucede porque nos encontramos movidos por nuestro ego, el cual, a modo de resumen consiste en identificarnos con lo que tenemos, lo que hacemos y cómo nos valoran.
Una vez que nos hemos alejado del ego y lo hemos dejado aparcado, comenzamos a tomar más responsabilidad tanto de nuestros pensamientos y comportamientos, como de nuestras emociones, y nadie nos puede hacer daño; porque consideramos que aquello que somos está mucho más allá de los bienes materiales, nuestros actos o de la opinión ajena.
Para ello podemos ayudarnos pensando que cuando alguien nos insulta o hace algo que no nos gusta es como si nos estuviera ofreciendo un regalo. Si no lo aceptamos, el regalo seguirá siendo de la persona, mientras que si lo aceptamos lo recogeremos. En última instancia, la decisión será nuestra.
Así, los insultos, las provocaciones o incluso las acciones de otros, son como esos regalos, que nosotros elegimos si aceptar o no; por lo que no podemos culpar a nadie de nuestra decisión, tan solo podemos responsabilizarnos de nuestra actitud, de nuestra elección.

NO PODEMOS CAMBIAR A LOS DEMÁS, PERO SÍ NUESTRA ACTITUD

Tenemos que tener en cuenta que el choque de las expectativas que nos hemos formado con la realidad, también puede ser un detonante de nuestra molestia, pues las cosas no han pasado como imaginábamos.
No podremos controlar las circunstancias ni tampoco a las personas, pero sí que podemos controlar nuestra respuesta. Por lo que no podemos cambiar lo que alguien dice de nosotros o lo que hace y nos molesta, pero por supuesto que podemos cambiar la actitud con la que enfrentamos la vida.
La responsabilidad asusta, pero es la que nos permite ser dueños de nuestra vida. Reconocer nuestras emociones y sentimientos y hacerse cargo de ellos, nos otorga la libertad de conocernos y elegir nuestra actitud ante la vida.

“Reconocer que ” yo soy el que elige” y que ” yo soy el que determina el valor que una experiencia tiene para mí ” es algo que enriquece pero también atemoriza.”
-Carl Rogers-

https://lamenteesmaravillosa.com/quien-te-enfada-te-domina/

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COLABORACIONES: ARTÍCULOS INTERESANTES / LA TIRANÍA DE LOS "DEBERÍA".
« Último mensaje por lena en Marzo 13, 2024, 05:48:39 am »
LA TIRANÍA DE LOS DEBERÍA.

Los debería son una de las distorsiones cognitivas más frecuentes; muchas veces los usamos pensando que nos motivan para conseguir un objetivo o realizar un cambio en nuestra vida. Pero, ¿realmente nos animan a cambiar?
Al proponernos alcanzar alguna meta, podemos hacerlo desde dos planteamientos muy distintos: la elección o la imposición.
Cuando optamos por la vía de la elección los cambios suelen realizarse con fluidez; tenemos la sensación de control porque somos nosotros los que elegimos según nuestras preferencias o deseos. Sin embargo cuando nos imponemos un cambio desde los “debería”; sin darnos cuenta convertimos esa preferencia en una obligación; en algo que tenemos que conseguir a toda costa.

El pensamiento “debería” se refiere a la transformación de elecciones personales, deseos o preferencias en absolutos universales e irreales.

Los debería son considerados una distorsión cognitiva porque consisten en un mal hábito en nuestra forma de pensar; hacen que mantengamos reglas rígidas y exigentes sobre cómo tienen que ser las cosas; juzgando como intolerable cualquier desviación a esas normas; lo que termina generándonos un gran malestar emocional.
Algunos ejemplos de este tipo de pensamientos son: «no debería cometer errores», «debo ser bueno en lo que hago», «todos deberían tratarme con respeto», «debo de dejar de hacer esto», «debo de ser un buen padre», etc.

Quizás después de leer hasta aquí, pienses que estoy exagerando un poco con el tema de los debería, total es sólo una palabra, una forma de hablar, pero…

Piensa por un momento cómo te sentirías si otra persona (tu jefe, tu pareja, un amigo…) estuviera todo el día diciéndote: «deberías hacerlo mejor» «deberías caer bien a todo el mundo», «no deberías comportarte así», etc. ¿Cómo reaccionarías? ¿Te sentirías enfadado, culpable, frustrado, triste, ansioso…?
Pues bien, así es cómo nos sentimos cuando usamos los debería en nuestro dialogo interno; estamos constantemente comparando lo que deberíamos ser o hacer con lo que se es o se hace en realidad; y las consecuencias emocionales que sufrimos por mantener esta forma de hablarnos son tremendas.

Las enunciaciones “debería” generan muchos problemas emocionales innecesarios en nuestra vida diaria.

Podemos encontrar tres tipos de “debería” en función de hacia qué o quién se dirigen:


1.- Los debería dirigidos hacia uno mismo. «Debo hacer bien todo lo que me propongo». Cuando actuamos siguiendo a este tipo de “debería” podemos sufrir un gran desgaste emocional y físico para conseguir nuestros objetivos; ya que sólo hay una forma de alcanzarlos: «la que debe ser»; y un único resultado posible, todo lo demás no sirve. Esta forma de pensar puede llevar a que nos sintamos ansiosos, culpables, inseguros y deprimidos; a creer que no valemos para nada; e incluso a odiarnos a nosotros mismos cada vez que no consigamos los objetivos que nos habíamos propuesto. Dentro de este tipo también se incluirían aquellos “deberías” que responden a lo que los demás esperan de mí: «debo ir, él espera que lo haga», «debo llamarle»; y los que van encaminados a satisfacer las necesidades de los demás: «debo agradar», «debo caer bien a todo el mundo».

2.- Los debería dirigidos contra otras personas. Se tratan de las expectativas que tenemos sobre los otros: «los demás deben de ayudarme a conseguir lo que quiero» o «los demás deben de quererme y darme su aprobación». Esta forma de pensar nos conduce a la rabia, ira, furia, violencia, etc.; y suelen ser el origen de la mayoría de los enfados con los demás («no debería haberme tratado así»; «si le importo debería hacer esto por mí»).

3.- Los debería dirigidos contra el entorno o las condiciones vitales. Este tipo de pensamientos nos producen baja tolerancia a la frustración, depresión, tendencia a posponer las cosas, adicciones y otro tipo de consecuencias negativas. Nos desilusionamos y nos sentimos fracasados cuando la realidad no es como “debería” de ser («la vida no debería tratarme así»; «el mundo no tendría que ser tan injusto conmigo»).

Es el momento de que te preguntes: ¿Quién dice que tú deberías….?; ¿Dónde está escrito que los demás deberían….? ; O que ¿la vida debería ….?.
Éste es el primer paso si deseas deshacerte de la tiranía de los debería: toma conciencia de que te estás machacando y amargándote innecesariamente.
Decide sobre la utilidad de seguir una orden determinada. Pregúntate: ¿Por qué debería?; ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de aplicarme esta regla a mí mismo?. Recuerda que eres tú quién formula tus propias normas. Revísalas, y si ya no te son de utilidad corrígelas o libérate de ellas. Da un paso más allá y reescribe tus reglas, no se trata de que renuncies a tus creencias si consideras que de alguna forma te son útiles, pero sí de que las flexibilices.
Atrévete a cambiar los “debería” por “podría”, o mejor aún por “me gustaría”; y observa cómo te sientes. No es lo mismo decir «debo ayudar siempre a los demás» que «me gusta ayudar a los demás»; ni tampoco te hace sentir igual pensar «debo de conseguir el ascenso» que «me gustaría conseguir el ascenso»; usando «me gustaría” no sientes que sea una obligación, la presión disminuye, y eso permite que tu motivación se mantenga, y que centres tus recursos en alcanzar aquello que deseas.
Muchas veces, sin darnos cuenta desperdiciamos nuestro tiempo y energía criticando y condenando a la persona o cosa que está quebrantando la norma, ya seamos nosotros, los demás o la mala suerte.

Al reducir la tiranía mental de los debería te sentirás mejor porque no te harás recriminaciones; en lugar de sentirte culpable, podrás emplear esa energía en realizar los cambios necesarios que te ayuden a alcanzar tus metas.

Se trata de aceptar que las cosas pueden ser diferentes a cómo desearíamos. Cuando esto ocurra, es verdad que sentiremos cierto malestar emocional; es normal, y sano, sentir tristeza, frustración e incluso enfado cuando deseamos algo y no lo conseguimos; pero si somos flexibles, esas emociones nos nos paralizarán, seguiremos adelante, y buscaremos las estrategias más adecuadas para adaptarnos a la nueva situación.
Sin embargo, cuando creemos que nosotros mismos, los otros o las circunstancias impiden que cumpla con mi “deber” las emociones suelen ser tan intensas que terminan por bloquearnos, impidiéndonos actuar.
Recuerda que para realizar cambios positivos en nuestras vidas es necesario partir de una elección y no desde una imposición. Tener la sensación de que somos nosotros quienes elegimos nos devuelve nuestro poder; y nos motiva a seguir adelante; aunque las cosas no sean tan perfectas como nos gustaría.

https://albamarpsicologia.com/la-tirania-de-los-deberia/

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