Buscandome

Bienvenido(a), Visitante. Por favor, ingresa o regístrate.

Ingresar con nombre de usuario, contraseña y duración de la sesión

 


Traductor Google

 VALORARSE



Septiembre 14, 2016, 06:31:09 am
Leído 1358 veces

Desconectado Ser

  • Sr. Member
  • ****

  • 401
    Mensajes

  • Karma: 0

VALORARSE
« en: Septiembre 14, 2016, 06:31:09 am »
Valorar (se)


“Es que estoy un poco depre y tengo la autoestima baja”. Todos hemos escuchado esta frase o similar alguna vez, ¿verdad? Esta entrada no va sobre “estar depre”, un término demasiado extendido en nuestra sociedad y que en la mayoría de veces no se utiliza de forma adecuada, pero sí sobre la segunda parte de la frase, porque… ¿qué es realmente la autoestima?

La autoestima podríamos definirla como el conjunto de percepciones, pensamientos, juicios y afectos sobre uno mismo. Influye en todos los aspectos de nuestra experiencia y se expresa en nuestra manera de ser y estar, de actuar y relacionarnos. El amor, los amigos, el trabajo, la familia, nuestro presente y futuro está afectado de alguna manera por nuestra autoestima.

Una buena autoestima aparece en forma de confianza y respeto hacia uno mismo.

Nacemos con una autoestima y … ¿ya está? ¡Para nada! En la medida en que un niño se siente querido, valorado, reconocido y respetado, aprenderá a quererse, valorarse, reconocerse y respetarse. Para mantener sana mi autoestima no necesito que me valoren tanto como valorarme yo.

Aquí reside la clave: la autoestima siempre es susceptible de mejora. Una persona que desarrolle su autoestima adquiere habilidades para enfrentarse a la vida con confianza, seguridad y desarrolla estrategias para alcanzar sus metas. La autoestima se puede desarrollar en cualquier momento del ciclo vital.

Otro aspecto importante es diferenciarla de lo que NO es autoestima (lo que se conoce como “pseudoautoestima” o falsa autoestima). Pensemos en gente con una trayectoria profesional increíble, guapos, deseados, con éxito social y económico. Vale, seguramente os viene a la cabeza casos de famosos que han tenido todo eso y aun así no han sido del todo felices. Ahora bien, ¿todas estas cosas son sinónimo de autoestima? Hay personas con “falsa autoestima” que se valoran y se miden por lo que consiguen (por sus resultados) y no por lo que realmente son.

No podemos olvidarnos de varios aspectos que influyen en la autoestima: el primero de ellos es el autoconcepto, que es la imagen que tenemos de nosotros mismos matizada con la opinión de los demás. Este concepto lo vamos formando a lo largo de la vida y una vez formado, construimos nuestra autoestima, es decir, “cómo nos sentimos con nosotros mismos”. En segundo lugar, identificar que a menudo no somos conscientes de que nuestros pensamientos influyen en cómo nos sentimos y cómo actuamos. Cuando sentimos una emoción desagradable o positiva es porque antes ha habido un pensamiento, es decir, una interpretación de la realidad que nos rodea. Al igual que no podemos olvidar que nuestra autoestima también se va configurando en función de nuestras metas y logros a lo largo de la vida.




 
Características de una persona con una adecuada autoestima

Confía en sí mismo.
Confía en su propio criterio sin sentirse culpable, incluso cuando es cuestionada por otras personas.
No se culpabiliza en exceso cuando comete errores.
Pero sí se hace responsable de sus actos, y si se equivoca, lo reconoce e intenta aprender del error.
Afronta de forma adecuada nuevos retos.
No necesita la aprobación de los demás para seguir adelante.
Acepta las críticas.
Muestra sus sentimientos y emociones (negativos y positivos).
No se siente incómodo al reconocer sus logros ni sus defectos o errores.
Conoce sus capacidades y limitaciones de modo realista.
Tiene capacidad de disfrutar y vivir el presente.
No se considera inferior ni superior a los otros y respeta las opiniones de las otras personas aunque no comparta sus ideas y valores.


Claves para una buena autoestima

Dejar de pedir opinión a los demás para crear la propia.
Intentar compararse con los demás lo menos posible, pero sí compararse con uno mismo para saber cómo mejorar.
Arriesgarse ante la posibilidad de equivocarse.
Empezar a tomar pequeñas decisiones sin la ayuda ni el consejo de los demás.
Dejar de juzgarse.
Dejar de autoexigirse (“los debería”).


Autora: Mireya Martín Manzano (Psicóloga Sanitaria)

 

TinyPortal 1.6.5 © 2005-2020