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 AMAR SIN DEPENDER (segunda parte)



Julio 05, 2011, 06:26:33 am
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AMAR SIN DEPENDER (segunda parte)
« en: Julio 05, 2011, 06:26:33 am »

No a los cuentos de hadas

Desde pequeñas, a las mujeres nos han programado para "sufrir por amor" en cuentos, canciones, poemas, películas...La mayoría de las canciones hablan de amor, y lo hacen de una forma poética y apasionada que nos lleva a creer, que el amor tiene que vivirse siempre al límite. Nuestra cultura se asegura de que seremos amantes entregadas embaucándonos con la idea de que el amor tiene que vivirse siempre al límite para ser amor. Frases como: “te querré siempre”, o “hasta que la muerte nos separe”, sirven y han servido desde la antigüedad, para hacernos creer que sin la pareja, no podremos seguir viviendo. Lo cierto es que no es así y aunque sintamos dolor ante la separación, nadie tiene por qué suicidarse por ello, pues todo se supera, pasado el tiempo necesario. No tener un buen compañero sentimental no supone ninguna desgracia. Tampoco ayudan mucho las películas, las novelas, ni la poesía, a comprender que el amor es posible con y desde la felicidad, puesto que la mayoría hablan de desamor, de dolor y de frustración, y aunque sean maravillosas como arte en sí, no son un ejemplo muy positivo de la realidad. Recuerda que amar con felicidad, es la única forma posible de amar verdaderamente.



El amor te libera y te hace crecer

Compartir no significa dejar de ser uno mismo, sino al contrario, dos personas que se ocupan de sí mismos y se sienten bien en su piel, son más capaces de amar y de mantener una auténtica relación de amor verdadero, que aquellas que son dependientes y no se aman a sí mismas.

A veces, la presión de la sociedad destruye, sin darse cuenta, el individualismo de las personas, en pos de la familia o de la pareja, pero es imprescindible no olvidar que somos una persona única, que necesita y quiere hacer una vida propia. Es importante tener conciencia de uno mismo, igual que hemos venido solos al mundo, nos iremos solos también, y mientras tanto, será maravilloso el tiempo compartido con amor.

Si tú estás bien, los demás estarán bien a tu alrededor, sobre todo tu pareja que es con quien tienes una mayor intimidad. Si no te has sentido lo suficientemente amado durante la infancia o la adolescencia, es posible que tengas tendencia a depender de aquellos a los que amas, p

ro esto se puede manejar, siguiendo unas pautas que son primordiales en el amor.


9 Pautas para amar en libertad y crecer amando:

Centra tu atención en ti: En tus necesidades y en tus objetivos. Saber cómo eres y lo que quieres es realmente importante, así no te equivocarás siguiendo un camino que pertenece a otro.

Exige igualdad: Cada uno ha de hacer su propio camino aunque os hayáis unido para caminar juntos. Los deseos de tu pareja no tienen por qué ser los tuyos o viceversa, siempre que sepáis respetaros y permitir que cada uno quiera cosas distintas, contando con el ánimo y el apoyo del otro.

Respetad las diferencias: En pareja, cada uno ha de hacer su propio camino, aunque os hayáis unido para caminar juntos. Los deseos de tu pareja no tienen por qué ser los tuyos o viceversa, siempre que sepáis respetaros y celebrar vuestras diferencias, que son enriquecedoras para la pareja. Pero procurad divertiros juntos, porque compartir aficiones es una forma de fortalecer la unión entre ambos.

Mantén tu responsabilidad: Que camines al lado de alguien no significa que esa persona vaya a caminar por ti. Sus sugerencias pueden ayudarte, pero la toma de decisiones, los errores y los riesgos que corras, han de ser tuyos.

Ámate a ti mismo primero: Si no te has sentido amado antes, ámate ahora. Una persona que se ama a sí misma, irradia una gran atracción y es mucho más fácil amar a quien se ama, que a quien no lo hace. Si te amas, seguramente la persona que elijas para compartir tu vida, será otra persona que también se ame, por lo que la relación será de dos seres completos desde un principio.

Afirma tu libertad: En una pareja que se ama en libertad, los momentos compartidos se suceden porque realmente existe el deseo, de querer disfrutar el uno del otro y no desde la exigencia. Puesto que ninguno necesita exigir valoración ni compañía, te permites la libertad de elegir lo que quieres compartir y lo que no. Es posible que existan algunos compromisos y momentos en los que quieras hacer algo para apoyar a tu pareja, pero sabrás la importancia de las razones que te llevan a hacerlo y no te sentirás manipulado, lo harás con el placer de querer ayudar y estar a su lado.

Exprésate: No limites la expresión de tu amor ante los demás, ni temas hacerlo pues el amor es para vivirlo. Expresa tu amor libremente con la tranquilidad de saber que siempre será bien recibido.

Apoya: Anima a tu pareja en los nuevos caminos que quiera emprender y del mismo modo, valora que haga lo mismo contigo.

Aprende: En una pareja que se ama sin dependencia, se sucede un reflejo en cada uno de ellos que les devuelve una referencia de su forma de vivir y de su actitud en el mundo, que les ayuda a descubrir los vínculos emocionales que tienen, a valorarse, a confiar en sus emociones, a manejarlas, etc..

Confía: Ninguno tiene por qué temer ser abandonado, porque nunca podrá serlo, puesto que nunca se abandonará a sí mismo, pues se completa sin necesidad de nadie. Apuesta siempre por la confianza y permite que el otro también confíe en ti. Muéstrate como una persona en quien tu pareja puede confiar.

No pertenencia: Nadie pertenece a nadie, aunque hayáis decidido confiar el uno en el otro, sin hacer o decir algo que pueda romper vuestra unión. Valores como la fidelidad, el respeto, el cariño y la comprensión, existen porque se ha tomado la decisión de crearlos.

No a las apariencias: Cuando amas libremente, todo es auténtico. No necesitas aparentar que no amas, ni demostrarle al otro que eres más importante, por ejemplo: dando lugar a que existan celos, puesto que no necesitas valorarte a través del otro, pues ya te valoras a ti mismo.

Valórate y valórale: Valora y pondera las buenas cosas de tu pareja y haz lo mismo con las tuyas.

Apuesta por los valores: Decide el respeto, la fidelidad, la comprensión y el cariño, para que tu amor sea enriquecedor y libre.

Sois iguales: No olvides, ni permitas que olvide, que ambos estáis al mismo nivel, y ninguno puede, ni debe ser sometido en lo más mínimo, por el otro.

Divertíos juntos: Encontrar aficiones comunes y compartirlas, es una forma de fortalecer la unión entre los dos.

Personas distintas: No olvides que sois distintos el uno del otro y que por mucho tiempo que llevéis unidos, aunque tengáis cosas parecidas, siempre seréis diferentes. Es importante respetar y valorar esas diferencias, pues son lo que os hace únicos.



Claves para reforzar la unión

El principal proyecto de la pareja no es comprar una casa ni tener niños, sino crear las bases para que la relación funcione, gratifique, haga avanzar. Cuando el amor y la unión se hacen insostenibles, es el momento de cerrar el libro y dar paso a la posibilidad de amar a otras personas.

Tenemos la errónea creencia que cuando se rompe una relación, es un fracaso y siempre es algo negativo, pero en ocasiones, romper una relación de pareja puede dar lugar a una nueva relación de amistad entre dos personas. No todas las personas que amamos, son compatibles con nosotros y con nuestra forma de ser y de vivir. Ten en cuenta que una relación no se sostiene solamente con momentos románticos, hay una vida real tras estos mágicos instantes, que puede ser igual de apasionante que el romanticismo. La vida en pareja no puede ser un infierno, todo lo contrario, una relación armónica en la que los dos miembros crecen como personas y salen ganando estando juntos. La vida en pareja puede ser maravillosa, pero depende de nosotros que sea así. Para ello, es necesario conocer algunas verdades y la posibilidad de que cada pareja, tenga su propia verdad, la cual se ha de tener en cuenta siempre de forma principal y básica:

Para construir los cimientos: Respeto. Una relación ha de basarse en un respeto y admiración mutuos. Respetar y admirar a nuestra pareja, por su forma de ser, por sus logros, por lo mucho que nos entrega, por su actitud consigo mismo y con nosotros, etc., significa construir unos cimientos fuertes para edificar una relación sobre ellos. El amor no existe, si no existe el respeto, por ello, respetar y sentirse respetado es imprescindible.


Para mantener la unión: Unión. Seguramente tienes algunas cosas en común con tu pareja: aficiones, pensamientos, ideas, formas de actuar, diversiones, etc., pero no basta con tenerlas, también hay que cuidarlas. Dejar siempre un tiempo especial para salir juntos, disfrutar de aquello que os gusta hacer y darle a esos momentos la importancia que merecen, es básico para mantener la relación con felicidad.

Para no discutir: Ecuanimidad. Lo mejor es no hacer juicios sobre el comportamiento de tu pareja. La confianza ha de ser mutua y si estás en esta relación, debe ser porque confías, entonces los juicios y la crítica, sobran. Es obvio pensar que si te has enamorado, es porque te gusta su forma de actuar, si no es así, es mejor que se lo hagas saber de forma respetuosa, pero nunca a través de la crítica negativa o de un juicio de valor. Piensa que tu pareja hace las cosas a su manera de la mejor forma posible y que al igual que tú, tiene derecho a equivocarse.

Para luchar por los sueños: Empatía. En una relación siempre hay sueños comunes, pero el hecho de que soñéis juntos, no quiere decir que tengas que abandonar los tuyos propios. Tú tienes tus propias metas y objetivos en la vida y tu pareja te acompañará en el camino que tengas que recorrer hasta alcanzarlos, y viceversa. Por eso, el apoyo, la empatía y la comprensión, hacen que la pareja se fortalezca y ambos miembros crezcan conjuntamente.

Para seguir siendo uno mismo: Generosidad. Es necesario tener amigos, relaciones y realizar actividades, fuera de la pareja, como también lo es tener amigos en común. Siempre es bueno tener a alguien a quien contarle lo que no nos parece tan bien, aunque eso sí, hazlo desde el amor y el respeto. Recuerda que la persona de la que hablas, es aquella con la que has decidido compartir tu vida, luego no tires piedras a tu propio tejado, hablando mal de él o ella.

Para mantener una buena comunicación: Hablar bien. En la que las dos personas se hablen con dulzura y respeto, diciéndose siempre la verdad, sin agresiones ni discusiones inútiles, es necesario utilizar las palabras para hacer el bien siempre y para aportar claridad e información, y es imprescindible, para que la relación haga crecer la armonía y la comprensión entre ambos.

Para mantener la pasión: Cuidarse. No hay que olvidarse de la pasión, pues no necesita de mucho esfuerzo para mantenerse viva. Basta con un poco de imaginación y sobre todo, basta con saber que estás con la persona que amas y con la que has decidido vivir cada día, y experimentar lo bueno y lo malo de la vida. Basta también con recordar que es la misma persona con la que experimentabas una locura apasionada, pero la mejor forma de alimentar la pasión y no permitir que se extinga, es cuidando de ti mismo. Si diriges la atención a ti mismo, te cuidas, te ocupas de tus necesidades, eres tú mismo y actúas en consecuencia, irradiarás una atracción tal, que mantendrá la pasión en alza. Y lo mismo le ocurrirá a tu pareja.


El amor que libera

Walter Riso afirma que “El sentimiento sincero y sano no persigue seguridad: no busca nada. Surge por sí solo y se manifiesta al margen de nuestras debilidades o fortalezas.” En definitiva, una relación liberadora es aquella que permite que dos personas puedan crecer juntas y al mismo tiempo individualmente, sin dependencias de ningún tipo, en la que se tiene en cuenta que cada está al mismo nivel que el otro, pero es diferente y completo, con formas de ser y actitudes diferentes, con pensamientos y formas de razonar distintas, y con sensibilidades también distintas, lo cual enriquece, complementa y hace prosperar la relación. Una relación en libertad es la que dos personas mantienen porque se eligen entre sí y toman la decisión de compartir su vida, sin sentirse obligados ni coaccionados de forma alguna, y es por ello, por lo que resulta fácil una relación así, puesto que es fruto de la maravillosa decisión de amar en libertad.

Mar Cantero Sánchez
Escritora y coach


 

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