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 VIVIR DESDE LA LIBERTAD



Agosto 10, 2011, 06:04:25 am
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Desconectado Irene Zambrano

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VIVIR DESDE LA LIBERTAD
« en: Agosto 10, 2011, 06:04:25 am »
VIVIR DESDE LA LIBERTAD


Miedo a la libertad

La libertad es una cualidad del hombre en cuanto ser racional que puede decidir entre diferentes alternativas en el presente. Sin embargo, aunque somos libres a veces nos gusta poner excusas antes que asumir la responsabilidad sobre nuestra propia capacidad de ir más allá de aquello que a lo mejor puede condicionarnos o influirnos exteriormente. En muchas ocasiones, la libertad requiere de valentía puesto que siempre surge el temor a equivocarnos, es decir, a elegir una opción determinada cuando a lo mejor podría convenirnos otra. Pero el riesgo del error va intrínseco a cada decisión e incluso, a cada acto vital puesto que no tenemos el poder absoluto para conocer de forma directa todos los elementos que intervienen en nuestro campo de acción. El futuro, por ejemplo, es impredecible e incierto por más planes que hacemos con el fin de querer controlar el tiempo. De ahí surge uno de los mayores sufrimientos humanos: querer controlar lo incontrolable.

Somos seres espirituales con grandes potencialidades, sin embargo, las leyes de la naturaleza humana muestran la limitación de todas nuestras facultades. Somos seres envueltos en paradojas y contradicciones: dentro de nosotros mismos tenemos vocación de eternidad, sin embargo, nuestra vida tiene un tiempo limitado.  Además, tenemos que hacer frente a situaciones que a priori resultan incomprensibles para la mente humana: cualquier persona que tiene que afrontar una enfermedad grave se pregunta en determinado momento el motivo por el que le tuvo que suceder a ella. En nuestro afán de conceptualizar y racionalizar todas las parcelas de la realidad, fueron muchos los pensadores que dentro de una filosofía determinista creyeron en el destino. Sin embargo, existe la libertad aunque dicha libertad sea limitada y a veces condicionada a las condiciones de espacio y tiempo.

El ser humano tienen un anhelo perpetuo de felicidad dentro de sí mismo, sin embargo, la realidad es que elementos como la enfermedad, el dolor, el sufrimiento y la muerte constituyen una realidad necesaria de nuestra propia vida. Por otra parte, tampoco podemos controlar la voluntad de otro ser humano, por tanto, continuamente en nuestra interacción con los demás debemos aceptar y asumir que pueden pensar de manera diferente, que a lo mejor  no quieren hacer un plan que les hemos propuesto… Es mejor tener una visión realista de nuestra propia condición de lo contrario tendremos poca tolerancia a la frustración pero lo cierto es que más allá de nuestros propios deseos la vida también impone su propia ley.  Por esta razón, conviene aprender a disfrutar el presente como un regalo que nos envuelve y nos permite ser protagonistas únicos e irrepetibles de nuestra propia historia.

La falta de tolerancia a la frustración queda patente en aquellas personas que durante su infancia fueron educadas de tal forma que los padres siempre concedían todos sus caprichos y todos sus deseos. En estos casos, la persona se acostumbra a tenerlo todo fácilmente y sin trabajo. Sin embargo, el esfuerzo es una de las claves del éxito en la vida. Nos esforzamos continuamente para adaptarnos a los cambios, para poder lograr un objetivo, incluso el propio aprendizaje requiere esfuerzo, la superación personal es costosa, la práctica del bien y de la virtud implica constancia… Cuando el ser humano hace un buen uso de su libertad se ennoblece y se perfecciona. Sin embargo, ante cualquier acto que no es ético se corrompe y degrada. Los actos igual que las palabras definen a las personas.   

Aprende a tomar cada vez más sabiamente tus decisiones asumiendo que te constituyen de manera inevitable en tu propia esencia. Por tanto, aspira a la superación personal actuando siempre en coherencia con tus pensamientos y no te traiciones a ti mismo para que cuando te mires en el espejo sientas orgullo por ser quien eres.  Un ser único e irrepetible que vino a este mundo sólo con un objetivo: ser feliz y ser el protagonista y el creador de tu propia historia en el viaje más importante: el de tu vida.
La libertad también es fundamental en el amor puesto nadie puede obligar a otra persona a que le quiera. El verdadero enamoramiento se produce en el ejercicio de la libertad y de la confianza. Por esta razón, los celos que esclavizan a la pareja son dañinos y en lugar de fortalecer la semilla del amor destruye sus raíces a base de sentimientos negativos como la rabia, la duda, la desconfianza, el rencor… Debemos aprender a potenciar no sólo lo mejor de nosotros mismos sino también lo mejor de los demás para que cuando estén con nosotros se sientan libres de ser quienes realmente son. Para ello, debemos escuchar sin juzgar, es decir, comprender. Tenemos que aprender a querer a los demás tal y como son: valorando sus cualidades y aceptando sus defectos. Es fundamental, mostrar mediante gestos o palabras el cariño hacia el otro sin esperar a que sea el otro el que adivine nuestro pensamiento. La libertad de vivir y la libertad de amar se entrelazan continuamente en la existencia humana porque la vida sin libertad ni amor no sería seguramente vida humana.

(Maite Nicuesa Guelbenzu)
www.tallerdeieyfilosofia.blogspot.com

 

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