CÓMO SABER SI ESTÁS EDUCADO
Estar y ser educado es una de las bases en la vida de todo ser humano, es una forma de madurar y aprender a convivir y compartir el entorno en el que vivimos en sociedad, respetando y dándonos a respetar sin perder los valores humanos, desde aquí os presento una serie de puntos que aparecen en mi libro “La educación inteligente” (editorial Temas de Hoy), donde podemos ver como una persona es educada. Ser y estar educado es haber desarrollado y potenciado en gran medida lo mejor que cada uno lleva dentro de sí mismo, tener un proyecto de vida, un porqué al que se focalizan todos los esfuerzos. Podemos decir que una persona está educada:
• Si goza de un buen nivel de autoestima, se siente moderadamente a gusto en su propia piel y es consciente de que las dificultades y los problemas no se solventas con rabietas, quejas y lamentos, sino con capacidad, esfuerzo y empeño, es decir, con tenacidad inteligente.
• Si es responsable de sus actos, se siente hacedor de sí misma y mantiene por lo general una actitud flexible, serena y tolerante.
• Si es empática y sabe ponerse en el lugar de los demás, se adapta y sobrevive en situaciones muy difíciles o críticas, y es capaz de cambiar lo que necesariamente ha de cambiar sin que su nueva forma de vida llegue a desequilibrarle o afectarle.
• Si tiene un profundo y firme sentimiento de ser ella misma, manteniendo una posición clara ante personas, situaciones y circunstancias, pero sin tozudez y con buena disposición para admitir sus errores y ejercer una crítica constructiva de sus actos.
• Si se acepta, quiere y valora, es buena amiga de sí misma y de los demás, y hace de la comprensión y del perdón sus mejores aliados para procurarse el equilibrio y paz interior, liberándose de sentimientos destructivos como el odio, el rencor, la envidia o la venganza.
• Si sabe no ser vulnerable a las ofensas de los demás e inutiliza sus “amas” con la comprensión, el sentido del humor, la ironía no lacerante o “pasando” de sus ataques.
• Si ha aprendido a no estar disponible jamás para los malvados, los aprovechados, los “trepas”, los falsos de mil caras, los listillos, los que practican la crueldad mental y el acoso moral y los que pretenden culpabilizar al otro o hacer que se sienta inferior y despreciable.
• Si ha desarrollado la capacidad de disfrutar de todo en cualquier momento y lugar y, sobre todo, de las cosas más sencillas y cotidianas. Mantiene como constante una actitud de satisfacción interna, de gozo, de alegría de vivir, y en los peores momentos y situaciones, consciente de la importancia de una visión positiva y esperanzadora, se decanta por lo aprovechable, por el lado bueno que se esconde en las personas, las cosas y las circunstancias.
• Si no se afana ni desespera tratando de que las situaciones, las personas y el mundo entero cambien o se amolden a sus deseos, que es algo tan estúpido como utópico. Siempre es uno el que debe amoldarse o cambiar según convenga y controlar la situación.
• Si es expansiva, sociable, afectuosa y vive la experiencia de una o varias amistades auténticas; al mismo tiempo, si está bien dotada para subsistir en la sociedad, la persecución, el desamor y el desamparo, incluso la traición, porque su gran consistencia interna, su riqueza espiritual y de profundos sentimientos, genera permanentemente energía moral, ganas de vivir, fuerzas para luchar y superar casi todo. A una persona educada le puede faltar todo, pero se tiene a sí misma.
• Si necesariamente ha potenciado y cultivado lo mejor de sí y, en consecuencia, busca el bien, practica la bondad en sus acciones, tiene una gran amplitud de conciencia, cultiva la mente y la parcela del espíritu, no es ajena a los problemas sociales y humanos y a las necesidades y carencias de sus semejantes, y hace lo posible por dejar tras de sí una estela de bondad.
• Si, en fin, procura que cualquiera que se acerque a ella obtenga algo bueno, provechoso y agradable, porque la persona que está educada es, nada más y nada menos, que ¡UNA BUENA PERSONA! UNA PERSONA MODERADAMENTE FELIZ QUE CONTAGIA SU PROPIA FELICIDAD.
Además de estos puntos, en el libro “La educación inteligente” (editorial Temas de Hoy) podréis encontrar numerosas herramientas para ayudar y mejorar la educación de nuestros descendientes y reflexionar sobre nuestra propia educación.
(Bernabé Tierno)
