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 38 – EL EGO



Junio 20, 2020, 05:56:09 am
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Desconectado Francisco de Sales

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38 – EL EGO
« en: Junio 20, 2020, 05:56:09 am »
CAPÍTULO  38 – EL EGO

Este es el capítulo 38 de un total de 82 -que se irán publicando- en los cuales se explicarán los conocimientos necesarios acerca de TODO LO QUE HAY QUE CONOCER PARA HACER BIEN UN PROCESO DE DESARROLLO PERSONAL.



“El ego en su justa medida es un aliado; como amo, es tiránico.”
(Anónimo)

"Dos personas han estado viviendo en ti durante toda tu existencia.
 Una es el ego: charlatán, exigente, histérico, calculador;
 la otra es el ser espiritual oculto, cuya queda y sabia voz has oído
 y atendido sólo en raras ocasiones"
(Sogyal Rinpoche)

“Cuestionarse el ego vuelve a ser ego.
No es alejarse de él, sino adentrarse en él.”
(Juana Marín)

“¿Y si el YO es el espíritu y el ego es el cuerpo?”

“Nadie ha aprendido el sentido de la vida hasta que ha sometido
 a su ego para servir a sus hermanos.”
(Ralph Waldo Emerson)

“El ego es un falso yo creado por la mente”.

“Si hubiera que resumir la definición de ego en una palabra,
 ésta sería “interés”.

“El ego es, también,  una máscara social”.

“Sólo el yo individual plenamente desarrollado
puede desprenderse del ego.”
(Erich Fromm)


Si traducimos ego del latín, o si buscamos su definición en el diccionario, nos encontramos con que significa yo, pero, en cambio, cuando uno se dice ego se piensa automáticamente en un aspecto negativo de ese yo.
Todas las palabras que se refieren al ego tienen una connotación desagradable, y se interpretan como un exceso de autoestima y un deseo de preponderancia: egocéntrico, egoísta, egotista, ególatra… parece que siempre fuera malo ser el centro, tener prioridad sobre los demás, merecer la propia atención.
¿Por qué?
¿Acaso no hay una gran parte de ego en la compra de un coche, en vestirse, en leer este texto, o en estudiar una carrera?

El más claro ejemplo de lo bueno que puede llegar a ser el egoísmo, es el niño. El niño es, por naturaleza y afortunadamente, egoísta.
Quiere. Quiere y pide, o quiere y coge.
Reclama constantemente atención.
No le importan ni las normas ni el orden preferencial ni la hora que es ni lo que piensan o sienten los demás. Sólo piensa en sí mismo. Es espontáneo.
Así es el auténtico Niño Libre.
Sólo piensa en el placer, en su placer.
Más adelante aprenderá a compartir su placer con los demás.
Después, cuando somos un poco más mayores, y sin dejar de ser Niños Libres, deberíamos ser más correctos en la forma de actuar, en los modos, pero sin olvidar la esencia del deseo, y el merecimiento a que uno tiene derecho.

No confundir. No todo lo relacionado con el ego es malo: uno tiene que admitir lo que es –y si tiene cualidades y virtudes estará muy bien que se sienta satisfecho por ellas-, y puede sentirse ligera o grandemente orgulloso cuando tiene un motivo para hacerlo, y esto no es un asunto de ego.
Sentirlo, es muy bueno y es estupendo para la autoestima. Lo que tal vez no sea tan bueno es proclamarlo a los cuatro vientos desde una actitud soberbia y vanidosa.

Quizás la ecuanimidad sea la capacidad de ver las cosas sin ego.
Deberíamos aprender a evaluar las cosas y hechos de este mundo sin que nuestro ego sugiera de inmediato un sentimiento de aprobación o de repulsa.


ATENCIÓN

El ego es la antítesis de la humildad.
O quizás la humildad, sin pretenderlo, se convierte en una feroz desafiante a la integridad del ego.
Las filosofías orientales promueve la disolución del ego. Cuando nos imaginamos un gurú o un guía espiritual, siempre le asociamos a la ausencia de ego. Saben y son, y como ellos conocen que saben y son, no necesitan un ego que lo propague.


REFLEXIONES

“Ser el más torpe, el más humilde, el más desgraciado… vuelve a ser un asunto de ego. Es pretender ser el más de lo que sea. Y este es el peor de los egos”, dice Juana Marín.
Si uno pretende, por ejemplo, ser el más generoso, y para demostrarlo financia la construcción de un Hospital, y además le pone su nombre en letras grandes y doradas, y lo hace llamar Hospital de Don Gregorio Relanza, es evidente que por una parte es un grandísimo acto de ego, pero por otra parte habrá una serie de beneficiados por la ostentación pomposa de ese ego. Si lo hubiese financiado de un modo anónimo, altruista, y no pensando en sí, sino en el servicio a los beneficiados, el resultado final sería el mismo y el ego se hubiera quedado sin motivo de lucimiento.
Es importante, por tanto, contar con un ego modesto, educado, y que sepa retirarse sin protestar para dejar paso a la modestia.


SOLUCIONES O SUGERENCIAS

El ego tiene aspectos que pueden aportar un resultado positivo. No siempre es malo ni destructivo. No siempre está afectando a la persona y la espiritualidad. No siempre es malo: muchas veces es necesario, eso sí, en una medida prudencial.
Aprende a distinguir algunos tipos de ego.

DESTRUCTIVOS – querer acaparar la atención continuamente; querer ser el más o el mejor en todo; tener unos errores por ideas y decirlos como dogmas; pisar a los otros por conseguir sus objetivos.

SIMPÁTICOS – contar chistes para ser el más brillante en las reuniones (aunque con ello no se hace mal y, por lo menos, se ríen los otros).

BENÉFICOS – dar limosnas si no es de un modo realmente desinteresado.

MALVADOS – dictadores, crueles mandatarios, asesinos.


DESDE UN PUNTO DE VISTA MÁS ESPIRITUAL

Tras varios o bastantes años de convivencia con el ego, uno aprende que es imposible destruirlo de golpe, por la tremenda, sino que hay que dejarlo que se diluya.
Se consigue a base de demostrarle, con la sutileza de las palabras y la influencia de los ejemplos, que no es necesario seguir luchando por ser el más o el mejor; que uno es bueno y está bien aún cuando no ande pisando a los demás; que no hace falta ser el número uno.


TRABAJA TÚ

Observa cuántas veces dices “yo” a lo largo del día.
Acorta el número de veces que lo pronuncias y estarás acortando tu ego.
Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti y estarás difuminando tu ego.
Las ofensas que crees recibir no van dirigidas a ti, sino a tu ego.
El ego oculta carencias. Averigua cuáles son las tuyas.


CUENTECITO

Una mujer estaba profundamente ofendida por la conducta de su hijo de quince años, el cual, siempre que salían juntos, caminaba unos pasos por delante de ella. ¿Qué era lo que le avergonzaba de ella? un día se lo preguntó.
“¡Oh, mami, nada de eso!, respondió él bastante turbado. “Lo que ocurre es que pareces tan joven que me fastidiaría que mis amigos pudieran pensar que tengo una nueva novia.”
La ofensa se desvaneció como por ensalmo.


CUENTECITO DE PURO EGO

Un maestro estaba explicando en clase los inventos modernos.
“¿Quién de vosotros puede mencionar algo importante que no existiera hace cincuenta años?”, preguntó.
Un avispado rapaz que se hallaba en la primera fila levantó rápidamente la mano y dijo: “¡Yo!”.


CUENTECITO

Fallecieron el mismo día dos personas que eran vecinos.
Uno de ellos era un santo, el otro un pecador.
Cuando llegaron al Cielo, llamaron ambos a la puerta.
Abrió San Pedro, que ni siquiera miró al santo, pero dio la bienvenida al pecador.
El santo, resentido, preguntó a San Pedro: “¿qué pasa? me siento ofendido, ¿por qué no me recibes bien y al pecador le das la bienvenida?
Dijo San Pedro: “esta es la razón: tú lo esperabas. Él no. Él se siente agradecido por haber venido al Cielo, mientras que tú sientes que te lo has ganado. Él siente la gracia de Dios, pero tú piensas que es a causa de tus esfuerzos que lo has conseguido. Para ti es un logro, y todos los logros son del ego. Él es humilde porque no puede creer que haya venido al Cielo”.
(Del libro Tao, de Bhagwan Shree Rajneesh)


RESUMIENDO

El ego está ahí y parece que te va a seguir dando acompañando siempre y si no lo controlas, estará dándote guerra. De su conocimiento depende que se convierta en tu mala carta de presentación o en tu aliado. Ser Uno Mismo consciente en todo momento es el mejor método de hacerlo desaparecer, porque en tu esencia no vive lo ingrato del ego malo. Mientras antes te des cuenta de su inutilidad, y su tiranía, antes te descargarás de la parte negativa de su influencia.


Francisco de Sales



 

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