6 FORMAS DE PENSAMIENTO AUTODESTRUCTIVO
Con bastante frecuencia caemos en el error de utilizar patrones mentales negativos a la hora de analizar un determinado problema o llegar a ciertas conclusiones sobre nuestras vidas. Identificar estas formas de pensar autodestructivas es el primer paso para convertirnos en ESPECTADORES de nuestros propios pensamientos y así poder emitir juicios MÁS ACERTADOS sobre la realidad que nos rodea.
A continuación trataré de explicar cada una de estas 6 formas de pensar autodestructivas:
1. Ser Catastrofista: Es la forma de pensar ideal para maximizar la ansiedad. Ante una situación difícil, las personas catastrofistas siempre imaginan el peor escenario posible. El pensamiento catastrofista es el que muchas madres experimentan cuando sus hijos no contestan al teléfono.
2. Exagerar lo negativo y restarle valor a lo negativo: Normalmente estas dos características van de la mano y ambas contribuyen a generar un estado de ánimo depresivo. El mejor ejemplo sucede cuando dices algo positivo y automáticamente utilizas la palabra “pero” para introducir algo negativo: “Cada vez lo hago mejor en el trabajo PERO sigo cometiendo errores” .Como puedes observar, la estructura gramatical de esta frase REFUERZA el componente negativo mientras que le RESTA VALOR al positivo. Prueba por un momento a cambiar la palabra “pero” por la conjunción “y”. La frase quedaría de la siguiente forma: “Cada vez lo hago mejor en el trabajo Y sigo cometiendo errores”. Como puedes observar, en este caso los componentes positivo y negativo adquieren el mismo peso en la oración.
3. Creer que puedes saber lo que piensan los demás: A veces creemos saber las motivaciones y razones que tienen las personas para actuar de una determinada manera sin que tengamos ninguna evidencia para ello. Por mucho que te acerques, no puedes saber lo que ha impulsado a una persona a actuar de cierta manera a menos que te lo diga de manera explícita. Y muchas veces ni aún así es suficiente. Debes asumir que el pensamiento de los demás es algo que escapa a tu control.
4. Pretender ser siempre un experto: en un área determinada es la receta ideal para generar estrés ya que te obliga a estar siempre a la defensiva. Cuando el error no es una opción para ti, siempre tienes que estar defendiendo tu opinión y tus acciones para poder justificarte cuando te hayas equivocado. Por mucho que sepas acerca de un determinado tema, debes asumir que el error forma parte esencial de nuestras vidas.
5. Los “Debería”: Se trata de un patrón de pensamiento muy común que genera culpabilidad y enfado, además de estrés. Los “debería” suponen la existencia de una lista de reglas inquebrantables tanto para ti mismo como para los demás. La culpabilidad surge cuando eres tú el que rompe una de estas reglas. Por el contrario, experimentarás enfado y resentimiento cuando sean los demás los que rompan estas reglas. No debes olvidar que el concepto que tienes tú sobre lo quedebería y no debería ser el mundo es SÓLO TUYO. Otra persona puede tener un concepto diferente aunque TOTALMENTE VÁLIDO. Hace poco un amigo me comentaba que la mitad de los problemas cotidianos se resolverían si todos aplicásemos el sentido común. El problema es que mi sentido común no tiene porqué ser igual que el tuyo. Es ahí donde se genera el conflicto.
6. Culpar: Ocurre cuando te sientes responsable del sufrimiento de los demás o, por el contrario, responsabilizas a los demás de tu propio sufrimiento. Cuando culpabilizas, siempre hay algo o alguien externo a ti que es la causa de tu sufrimiento. Cambiar a los demás o cambiar las circunstancias que te rodean no es siempre una tarea fácil o posible. Lo único que puedes intentar hacer es cambiar tú mismo.
Para no caer bajo la influencia de estas formas de pensamiento autodestructivo, el proceso habitual de desarrollo personal pasará por 4 fases:
Fase 1: No eres consciente de la existencia de estas formas de pensar negativas. Forman parte inherente de tu pensamiento cotidiano y no las cuestionas.
Fase 2: En estos momentos eres consciente de estos errores pero sigues cometiéndolos de manera inevitable.
Fase 3: Poco a poco comienzas a comprender estos pensamientos y consigues que las reacciones emocionales que se generan a partir de ellos no sean tan devastadoras como en el pasado.
Fase 4: Con mucha práctica y atención lograrás ADELANTARTE a estos pensamientos antes de que surjan y podrás escoger un camino diferente.
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