¿QUÉ QUIERE DIOS DE MÍ?
Constantemente nuestro actuar y nuestras elecciones están completamente condicionadas por lo que creemos que debería ser.
Sentimos que tenemos una misión, el tema es saber cuál es y elegir el camino que nos lleve a ella.
¿Estoy en la senda apropiada para cumplir “Mi” Plan en la Tierra? ¿Mi misión de vida?
Creemos que es despertar conciencia, unirnos y expandir su Luz con todo lo que esto implica… y erróneamente creemos que hay un método apropiado.
Venimos de un sistema de creencias condicionado, donde los “deberías” gobiernan las acciones y donde la mente ha tomado el poder.
Sabemos que desde el corazón brota una urgencia emocional que supuestamente nos señala el camino a nuestros anhelos y sueños, pero erradamente creemos que hay un solo camino para llegar a ellos, y encima dudamos si realmente estamos en el camino correcto.
En ese camino, que es nuestra vida, nos topamos con supuestos escollos a medida que avanzamos y… nos preguntamos si realmente estamos en el camino correcto… Cuando la verdad es que no hay un camino, pero sí un camino para cada uno de nosotros que nos lleva a la realización personal
¿Es eso lo que Dios espera de mí? ¿No me estaré confundiendo? …Y deseamos recibir una señal que nos ilumine y nos clarifique, porque queremos actuar en perfección.
Si estamos atravesando un momento muy complicado, esperamos una guía y “Ver” cómo salir de la situación, cómo cambiarla, y muchas veces no sabemos ver la enseñanza que nos deja.
Es ese un momento de nuestras vidas ideal para escuchar a nuestro corazón y así poder realmente elegir con libertad el camino a seguir sintiéndonos bien y en el camino correcto… un camino que ilumine nuestra vida y nuestra conciencia, siendo completamente responsables de nuestra realidad y de lo que creamos en nuestras vidas.
Hablamos de la vocación… y no sabemos realmente cuál es la verdadera vocación porque no nos damos cuenta de que cada elección de vida está fijada por lo que tenemos dentro, entre intensiones, gustos, sueños y temas por resolver…
La verdadera vocación es Ser y lo demás será circunstancial de acuerdo a nuestras elecciones de vida; es importantísimo escuchar a nuestro corazón, porque ahí esta nuestro verdadero potencial.
Desarrollando nuestro verdadero potencial y haciéndolo vida es cuando accedemos aun más a nuestra verdadera sabiduría y a manifestar quien realmente somos.
Dios solo quiere que seamos felices, como todo padre quiere que sus hijos sean felices, pero nosotros sentimos que hay algo más que no estamos viendo…
Nuestra vocación tiene que ver con nuestra misión en la vida, el tema es que nos cuesta definir y elegir hacia donde avanzar… esperamos encontrar alguien o un libro que nos guie cuando nuestro verdadero poder está dentro nuestro… el tema es poder experimentar la tranquilidad y seguridad, para avanzar y confiar disfrutando de cada acontecimiento que surja en nuestra vida.
Le hacemos millones de preguntas a Dios y no nos damos cuenta de que Él nos habla con sentimientos y acontecimientos… Se nos dice que SEAMOS y nos hemos acostumbrado a buscar un manual.
Avanzar significa Ser… y mientras Soy elegir qué quiero vivir y cómo quiero vivir…
Como dice la parábola de Kryon… “le has preguntado a Dios:
¿Dios que quieres que yo sea?”
Te invito a descubrir que quiere Dios de cada uno de nosotros, y así poder hacer elecciones con mayor facilidad para avanzar en la vida logrando no solo manifestar nuestros sueños, sino también sentirnos realizados y seguros por el camino que tomamos.
Es nuestro Ser el que tiene todas las respuesta, no necesito que nadie me diga qué debo hacer si escucho a mi corazón… en nuestras células están grabadas todas las señales que esperamos seguir… señales tan esperadas… y siempre están delante nuestro, en nuestro entorno.
Decodificando podemos hallarla, comprenderla y allanar las sombras interiores que no nos permiten ver.
Namasté
Autor desconocido