Confieso mi gran necesidad de Ti y te pido perdón porque, en vez de buscarte, dejo escapar el tiempo pensando cosas que me traen amargura y resentimientos... ...Tengo serios problemas y cada vez que intento solucionarlos, los agravo por no saber actuar... Necesito que pongas armonía en mi carácter, dame mansedumbre y templanza, controla mis emociones para no ser impulsivo...Dirige mis pensamientos ...Dame el poder del Espíritu Santo para dejar de confesar lo negativo, salir de esa auto compasión y perdonar a los que me dañaron...¡Es tan grande mi herida! Ayúdame a superar este mal momento...Me encomiendo a tus manos, renueva en mi el gozo, la esperanza y la fuerza de voluntad para buscarte cada día...Gracias, Padre. Amen y Amen.
(Mauricio Gutiérrez Hernández)