LA SOMBRA SÓLO SE VE A LA LUZ
En mi opinión -que en este caso es una opinión autorizada porque voy a hablar de mí y llevo 61 años conviviendo conmigo -, no soy tan listo como algunos presuponen, sino que soy bastante limitado en inteligencia y mi capacidad de pensar no me funciona muy bien. Y no es modestia ni humildad -¡ya me gustaría que fuera eso!-, sino que es la constatación de una realidad.
Todo esto viene a cuento de que esta mañana salí a pasear por la playa y me di cuenta de que había momentos en que andaba directamente bajo el sol y momentos que me amparaba la sombra de unas casas dispersadas. En una de las ocasiones que salía de la sombra al sol, me llamó la atención algo a lo que creo que no le había prestado atención nunca: mi propia sombra. (Ven cómo tengo razón en que no soy muy listo…)
La sorpresa me hizo creer que tenía un pensamiento interesante: en los momentos que estaba en la sombra no veía mi sombra, y sólo tenía que salir al sol para poder apreciar mi sombra.
Eso me trajo aparejado la idea de que si uno quiere apreciar su sombra –y aquí el pensamiento ya pensaba en la “otra sombra”-, sólo lo puede hacer desde su propia Luz. Esa Luz que muestra lo que de otro modo no se apreciaría.
Y seguí pensando que mientras uno permanezca en su ombra no va a tener la luz suficiente como para poder apreciarla, así que es necesario salir a la Luz, que es la consciencia, ver la sombra fuera de la propia sombra, y verla con la claridad que se puede llegar a ver fuera de esa tenebregura a la que la hemos relegado y condenado.
La sombra psicológica –y ahora me salgo ya de la analogía- es lo que permanece oculto –pero que ya está, aunque esté oculto-, lo desconocido –pero que ya está, aunque no lo conozcamos-, lo renegado –pero que ya está, aunque reneguemos de ello-, y lo que no queremos aceptar –pero que ya está, aunque nos parezca inaceptable-.
Tanto “pero que ya está” es para que quede muy claro que YA ESTÁ, y nos está influenciando y afectando a pesar de que no la queremos aceptar ni reconocer, a pesar de despreciarla u odiarla.
Decía Jung: “No es mirando a la luz como se vuelve uno luminoso, sino hundiéndose en su propia oscuridad” -pero mejor dejando la Luz encendida para ver mejor-. Y decía: “la sombra psicológica está constituida por el conjunto de frustraciones, experiencias vergonzosas y dolorosas, temores, inseguridades y agresividad que se alojan en el inconsciente del ser humano. La sombra contiene todo lo negativo de la personalidad que el yo, que es el centro rector de la parte consciente, no está siempre en condiciones de asumir y que por lo mismo puede llegar a frenar la manifestación de nuestra auténtica forma de ser y de sentir.”
De lo que se deduce que solamente atreviéndose a sacar a la luz, poco a poco, todo ese conjunto de cosas negativas…indeseadas… desconocidas…, es como se pueden ir aceptando y resolviendo, y como pueden transmutarse de sombra a Luz.
Decía Antonio Blay que los defectos no existen, y que llamamos defecto a la menor presencia de una cualidad. En su opinión, esa parte de la cualidad que no se ha terminado de desarrollar al cien por cien es lo que llamamos “defecto” (por otra parte, esa palabra, y según el diccionario de la RAE, otro de los significados que le adjudican es “que no llega al límite que debiera”) Esto quiere decir que si desarrolláramos nuestras cualidades hasta el cien por cien, no quedaría sitio para los defectos. (Se exceptúan de esta teoría los defectos físicos)
Si desarrolláramos toda nuestra intranquilidad desaparecería de nuestra sombra la agresividad, y desarrollando toda nuestra confianza se eliminarían de nuestra desconfianza los temores, y lo mismo les pasaría a las inseguridades si extendiéramos la firmeza en toda su plenitud.
El reconocimiento de lo que tenemos en la sombra es un momento hermoso porque nos brinda la oportunidad de mejorarnos y, a fin de cuentas, de eso se trata para quien está en el Camino del Desarrollo Personal.
¿Miedo a la Sombra? ¡Ninguno!
La preocupación no ha de ser por conocer lo que hay en la sombra sino por desconocer lo que hay en la sombre.
Hagamos el milagro de convertirla en Luz.
Te dejo con tus reflexiones..