Refiere una leyenda que un niño próximo a nacer, le dijo a Dios:
Me vas a enviar mañana a la tierra.
· Pero como viviré allá siendo tan pequeño y débil?
Entre muchos ángeles escogí a uno que te espera, contesto Dios.
· Pero aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreir y eso basta para mi felicidad. Podré hacerlo allá?
Ese ángel te cantará y te hará sonreír todos los días y te sentirás muy feliz con sus canciones y sonrisas.
· Y como entenderé cuando me hablen si no entiendo el extraño idioma de los hombres?
Ese ángel te hablará y te enseñará las palabras mas dulces y más tiernas que escuchan los humanos.
· Qué haré cuando quiera hablar contigo?
Ese ángel juntará tus pequeñas manos y te enseñará a orar.
· He oído que en la tierra hay hombres malos, quién me defenderá?
Ese ángel te defenderá aunque le cueste la vida.
· Pero siempre estaré triste porque no te veré más señor, sin verte me sentiré muy solo.
Ese ángel te hablara de mí y te mostrará el camino para volver a mi presencia le dijo Dios.
En ese instante una paz inmensa reinaba en el cielo. No se oían voces terrestres, el niño decía suavemente:
· Dime su nombre Señor........
Y Dios le contestó:
Ese ángel se llama:
Mamá.
(Nora Evangelina Méndez)