Hay que partir de la base de que la felicidad y la plenitud de una existencia más gozosa es una tarea personal e intransferible. el ambiente, la educación recibida, el lugar en que nacemos y otros factores pueden sumar o restar, favorecer u obstaculizar que nuestra existencia sea más plena y gratificante, pero jamás son tan determinantes como para que alguien no pueda proporcionarse un mínimo de alegría por existir.
Estos son los puntos que aplican en su mayoría aquellas personas que en lugar de centrar su atención en los obstáculos, ponen entusiasmo y coraje para salir del túnel en el que se encuentran.
-. Al tiempo que se libran de ese piloto automático de rutinas mentales destructivas que les dañaron en el pasado, incrementan los pensamientos, sentimientos y actitudes positivas conscientemente. Desplazan su atención de forma voluntaria de cuanto les cierra el camino hacia la plenitud, y se centran exclusivamente en algo bueno, por pequeño que sea, que pueda darles un poco de esperanza y alegrarles la vida.
-. Se conectan afectivamente a quienes pueden comprenderles y ayudarles; crean poderosos “anclajes afectivos”, hacen amigos, se comunican bien.
-. Tratan de mantener un buen o gran sentido del humor; llevan a su vida diaria el refrán “a mal tiempo, buena cara”; desarrollan un optimismo vital que les hace tener una perspectiva favorable de las cosas, y este es el ingrediente clave para aprender a adaptarse, gestionar las emociones y potenciar la resiliencia o capacidad de resurgir de las propias cenizas. No pierden la esperanza gracias a su tenacidad inteligente.
-. Procuran informarse y aprender de todo. Buscan apoyo en personas preparadas, en libros, cursillos… Son conscientes de que conocer los remedios y adelantos de la ciencia beneficia tanto al cuerpo como a la mente, y todos somos “cuerpo y mente”.
-. No descuidan el ejercicio y el cuidado del cuerpo y procuran mantenerse fuertes y ágiles, porque saben que aquello de mente sana en cuerpo sano es una gran verdad.
-. Hacen el bien; son felices sabiendo que con sus actos pueden hacer felices a los demás. Sentirse útiles les motiva y da sentido a sus vidas.
-. Aceptan la realidad por dura y grave que sea sin romperse, sin hacer un drama, y tratan de vivirla desde su aspecto más esperanzador y optimista.
-. Simplemente se dedican a vivir, el hoy, el aquí y ahora, porque saben que sólo disponen del presente, y que traer el pasado negativo al presente es destructivo, y ponerse en lo peor de cara a un futuro que todavía no ha llegado es una estupidez.
-. Por grave que sea su situación, saben darse un respiro, hacerse humildes homenajes, darse amor, perdón y comprensión. Son los mejores amigos de sí mismos.
-. Cultivan la parcela del espíritu, trascienden lo material y se adhieren a una religión o responsabilidades sociales solidarias y de generosidad y entrega a los demás.