Y TÚ… ¿QUÉ DAS DE TI?
En mi opinión, todos tenemos cualidades que los demás valoran y aprecian –aunque nosotros no las reconozcamos siempre-, creamos momentos especiales para los otros, les hacemos sentir amor y les ofrecemos nuestra atención y nuestro cuidado, nos damos algún capricho, estamos abiertos para cuando alguien viene a hacernos depositarios de sus penas, tenemos un abrazo espontáneo a mano, miramos a los ojos, sonreímos, damos alimento a la esperanza de los desesperanzados, callamos cuando hay que callar… hacemos lo que nuestro corazón nos dicta y contentamos con ello a nuestro espíritu.
Cada uno debe valorar si da todo lo que puede dar de sí, si se entrega a las nobles causas, si escucha a su alma, si es tan caritativo –y no de dinero precisamente- como supone que es; si es realmente humano y humanitario, si es generoso de amor y amabilidad, si deja a su compasión que se manifieste aunque luego se quede afectado, si podría decir de sí mismo que es bueno –sin mentir-, y si tiene la conciencia en paz en este sentido.
Cada uno puede determinar cuánto –tiempo o atención- le va a dedicar a hacer obras generosas –con su tiempo o su presencia-, cuánto está dispuesto a invertir en ser bondadoso, a qué está dispuesto a renunciar, si se va a prodigar en cuidados hacia sí mismo y hacia el prójimo, si le va a poner a su vida algo más de pasión y grandeza.
Escuchar a quien necesite ser escuchado con las orejas grandes del corazón, animar a una persona deprimida, amar con pasión y verdad a quien se ama, ser interesante, abrazar con la misma pasión que se abraza a un hijo pródigo, hacer felices a los otros porque es un modo de hacerse feliz a sí mismo, colaborar en la medida de lo posible para que la sociedad –que es la suma de todas las individualidades- sea una sociedad mejor, darle luz a la vida, pasión a las vivencias, entusiasmo a los días.
Cada uno conoce cuál es su don. Cada cual sabe en qué es bueno.
Todos podemos dar más de lo que damos, entregarnos más, cuidar más, compartirnos más, abrirnos más, sentir más, empatizar más.
Eso conseguirá que cuando lleguemos al tiempo en que no podamos hacerlo no estemos apenados por aquello que pudo ser y no fue, por lo que nos guardamos para nada, por lo que no dimos, por lo que no hicimos.
Estamos a tiempo.
Y tú… ¿Qué das de ti?
Comparto contigo una escena de La Lista de Schindler que te garantizo que ha marcado mi vida:
https://www.youtube.com/watch?v=xJp1uLnmkiY(La lista de Schindler es una película biográfica, de 1993, dirigida por Steven Spielberg que cuenta la historia de Oskar Schindler, un empresario alemán que salvó la vida de un millar de judíos polacos durante el Holocausto).
Te dejo con tus reflexiones…
