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 ¿CÓMO Y POR QUÉ SE HACE EL CAMINO?



Febrero 15, 2016, 05:57:34 am
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Desconectado Francisco de Sales

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¿CÓMO Y POR QUÉ SE HACE EL CAMINO?
« en: Febrero 15, 2016, 05:57:34 am »
Llevo en este asunto del Desarrollo Personal, de la Espiritualidad, del Auto-descubrimiento, de Buscarse, Despertar, Auto-realización, o como cada uno lo quiera llamar, desde el año 1989.

He conocido las inquietudes y el Proceso de cientos de personas desde entonces.

No recuerdo ni una sola persona que haya iniciado el Camino de un modo voluntario, porque sí, porque en un momento de su cómoda y espléndida vida haya pensado que sería interesante y le sería útil.

Todas las personas que he conocido lo han hecho a partir de hechos que se pueden calificar como traumáticos: un divorcio, el derrumbe de toda su vida, la muerte de un ser querido, una situación traumática

Decía Tony de Mello: "Si aceptáis lo que digo, lo hacéis enteramente a vuestro riesgo, porque yo me reservo el derecho a cambiar de opinión sin previo aviso". Yo no voy a intentar convencer nunca a nadie de lo que lo que pienso - no tengo ninguna intención o interés personal-, pero estoy convencido de que nunca es por casualidad el hecho que uno se vea abocado a una situación personal que no le deje prácticamente otra solución que iniciar un proceso de Desarrollo Personal.



DIFERENCIA ENTRE CAMINO ESPIRITUAL Y DESARROLLO PERSONAL. (Dos caminos y una sola dirección)

Aunque generalmente van relacionados, y en muchas ocasiones son el mismo, también es cierto que hay personas a las que sólo les interesa su Desarrollo Personal y no les atrae lo relacionado con la Espiritualidad.

En realidad, podríamos utilizar otro término que fuera, por ejemplo, Mejoramiento Personal. Porque de lo que se trata en uno y otro caso es de conseguir optimizar la relación con uno mismo, y con el Uno Mismo, la reconciliación de las diversas partes que parece que se han disgregado del conjunto, y reencontrarse con un equilibrio donde la unidad sea la nota dominante.

La negación de la Espiritualidad es una intransigencia de quien se considera “no creyente” y ese término le suena a religiosidad, a curas, a Iglesia.

La negación de la Espiritualidad es la renuncia a reconocer que en el Ser Humano hay algo que sobrepasa lo cotidiano, lo terrenal, lo físico y justificable, y que en su propia composición hay otras cosas que no son razonables, ni medibles, ni científicamente demostrables, como son lo que se denominan espíritu, lo numinoso, lo trascendental, o lo que llamamos alma, o conciencia, o intuición, o sabiduría instintiva, o Maestro Interior…

Así que hay quien se toma la potestad de separar al Ser Humano en partes, que en realidad son indivisibles, y no acepta que también estamos constituidos por algo que nos trasciende: una parte Divina que nos asusta porque aceptarla implica una gran responsabilidad.

Presta mucha atención a lo que escribió Karlfried Graf Dürckheim:
“No supone presunción reconocer al Maestro Interior en uno mismo. Hacerlo así eleva, colma y compromete a la vez: se precisa humildad para aceptar el peso de este compromiso y del camino a recorrer por esta vía. La verdadera humildad no consiste sólo en no querer parecer más de lo que uno es. Es también aceptar ser más de lo que uno parece ser. Hay una falsa modestia que es, sencillamente, miedo a las responsabilidades. Y es un obstáculo para dejar emerger el Maestro Interior.”

El Ser Humano es su cuerpo y algo más.

Y cuando uno ya ha recorrido un trecho del Camino se da cuenta, porque es inevitable, que sólo hay un Camino y que se le dan diferentes nombres.

El término Desarrollo Personal suena más a descubrimiento de los procesos mentales, la parte psicológica, las acciones y reacciones cotidianas, los traumas que hay que resolver, los problemas y los conflictos personales, mientras que lo Espiritual suena a eso de las beatas y los chiflados –para unos-, a Dios y el diablo –para otros-, o a los que quieren evadirse de lo mundano y desapegarse de lo material –otro error-.

Es tal la confusión en las definiciones y en las ideas que cada uno tiene sobre este asunto, que cuando parece que estamos hablando de lo mismo, en realidad hay tantas opiniones o ideas distintas como personas.


¿PARA QUÉ SIRVE HACER EL CAMINO?

Cuando uno se está buscando, lo que está buscando es sentirse bien o, por lo menos, sentirse mejor.

Al hacer balance de su vida o de su situación personal, el resultado es decepcionante.

Algo falla y uno no sabe qué es.

Lo que uno pretende, aunque no lo sepa él mismo cuando se pone en marcha, es la reconciliación interna entre los elementos que se han disgregado.

Se empieza por una razón, cada uno la suya, pero se acaba comprendiendo en casi todas las ocasiones que esa que aparentaba ser la razón principal o única no era más que el reactivo para ponerse en marcha.

Parece que uno se siente mal por un motivo, pero resulta que ese motivo es el que nos permitimos ver, o aceptar, aunque el motivo real se esconde detrás. Puede ser, por ejemplo, que crea que mi problema es que nadie se enamora de mí y lo que eso esconde es que yo soy quien no se enamora de mí. Y me pongo a la tarea de hacer que los otros se enamoren de mí sin ocuparme, en primer lugar, de enamorarme yo.

El Camino es todo un proceso de Auto-conocimiento, en el que se remueven todos los aspectos personales y de la propia vida; por eso adelanté que la realidad, a veces, es lo que no queremos ver o lo que hemos escondido.

El Camino sirve para sacar a la luz lo escondido, para abrazar lo renegado, para potenciar lo interesante, y para diluir o hacer desaparecer los obstáculos, los miedos, y lo negativo.

El Camino no es solamente para valientes y para personas que se aman a sí mismas: es para todos.

Para ti también.


Te dejo con tus reflexiones…


 

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