La vida es un constante tomar y soltar, no solo personas, sino cosas, situaciones, trabajos, ideas, creencias, lugares ... Todo el tiempo estamos tomando y soltando.
Puede ser que las cosas marchen "normalmente". El tema es que llega un momento en que las circunstancias cambian y, aunque sabemos que ya las cosas no son iguales, que ya no resonamos en la misma frecuencia, nos cuesta soltar.
Y en este momento en el que las energías están entrando en el planeta con tanta fuerza, sería muy bueno que tomáramos conciencia para empezar a desapegarnos de lo que ya no resuena con nosotros.
Soltar todo lo que no nos corresponde.
Porque alguna vez vamos a tener que aceptar que hay gente que nunca nos va a amar, hagamos lo que hagamos, y que va a existir gente a la que, a pesar de hacer todo su esfuerzo, no vamos a poder amar jamás.
Porque vamos a tener que aceptar que ese trabajo que parecía tan bueno, en realidad no lo es tanto y nos agota o aburre; o esa casa nunca va a ser nuestra del todo porque no la sentimos nuestro hogar.
Para qué seguir gastando energías en algo que ya sabemos que no va a suceder ?? Pero nos enganchamos en la ilusión de que si tal vez nos esforzamos, le ponemos garra, paciencia y tezón, tal vez suceda ...
No !!! El amor (como la resonancia) SUCEDE, no se trabaja, no se fabrica, solo sucede.
Pero la buena noticia es que también va a haber personas que nos van a amar enter@s como somos, sin importarles nuestros defectos o imperfecciones, simplemente van a ser felices aceptándonos tal cuál somos. Existe la casa que se va a convertir en nuestro hogar; o el trabajo que nos llene de satisfacción. Esta es la nueva gente y las nuevas circunstancias que vienen a nuestras vidas, pero vienen después que soltamos todo lo viejo.
Entonces, si no estamos dispuestos a desapegarnos de estas cosas (pareja, casa, trabajo, creencias) por miedo a lo desconocido, vamos a perder todas estas nuevas oportunidades que se nos van a ir presentando.
Dejemos de mirar el espejo retrovisor !! Los cadáveres afectivos no resucitan. Hay que enterrarlos y seguir adelante.
Si lográramos una total armonía entre el tomar y soltar, podríamos vivir cualquier relación o situación con total intensidad ... por el tiempo que dure: toda la vida, o solo un tramo. Y nos despediríamos respetuosamente cuando acabe.
El momento más temido es la transición entre el soltar algo y lo próximo en llegar. Ese vacío que se produce en el medio es lo que más miedo provoca. Pero es justamente ese momento, la nada misma, lo que nos enseña y hace madurar. Cuando no siento nada, cuando no espero nada, (el principio de la incertidumbre), es cuando todo llega.
Pensamientos y sentimientos negativos, creencias religiosas, políticas, educativas, son lo que más tenemos que soltar, y son lo que más arraigado tenemos a nuestra mente.
Tenemos que darle la orden a la cabeza para que empiece a deshacerse de esas cosas nocivas, y poner la voluntad en acción.
Hay dos pasos fundamentales para lograr nuestro cambio: ACEPTAR y DESAPEGARSE EMOCIONALMENTE.
Aceptar es simplemente entender que las cosas no son ni buenas ni malas, solo son como son. Pueden agradarnos o no, pero no les podemos poner un juicio condenatorio, no las podemos digitar, vienen para que las vivamos. No es necesario convivir con ellas, solo entender que para algo pasan por nuestras vidas, tomando lo que sirve y desechando lo demás.
Y desapegarnos emocionalmente es saber que no siempre amamos a las personas o cosas, simplemente estamos acostumbrados, o nos traen recuerdos. La casa paterna es un ejemplo típico. No la queremos vender por los recuerdos que tenemos de pequeños, sin entender que realmente esos sentimientos los llevamos en el corazón.
Nos damos cuenta que estamos apegados emocionalmente cuando ya no vivimos la situación con alegría y ligereza, cuando sentimos la obligación de hacer algo, cuando no nos da placer.
Y específicamente en una relación de pareja, cuando hay que pelear por mantenerla ... es el momento de soltar. El amor no se pelea, se siente o no se siente.
Ha llegado el momento, querid@s amig@s, de vivir plenamente nuestras vidas, soltando viejos paradigmas que mantuvieron por siglos nuestras cabezas bloqueadas, y empezar a cambiar nuestra forma de pensar. La vida es un constante tomar y soltar ... vivámoslo con alegría.
L@s quierooo !!
Yo La Morocha Ale