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 ¿POR QUÉ LA GENTE NO SABE ESCUCHAR? 10 RAZONES



Junio 19, 2016, 04:22:58 am
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¿POR QUÉ LA GENTE NO SABE ESCUCHAR? 10 RAZONES
« en: Junio 19, 2016, 04:22:58 am »
¿POR QUÉ LA GENTE NO SABE ESCUCHAR? 10 RAZONES

Escuchar para aprender. Este artículo que hoy escribo para ti es probablemente uno de los artículos de Justifica tu respuesta que más necesidad tenía de escribir. Llevo tiempo dándole vueltas a la idea de por qué a la gente le cuesta tanto mantener una escucha activa, por qué somos tan buenos hablando y tan malos escuchando. El artículo de hoy ha sido una auténtica revelación para mí porque incide en 10 razones por las que a ti y a mí nos cuesta tanto escuchar a otra persona cuando esta está hablando.

¿Quieres saber por qué la gente no escucha? ¿Quieres descubrir las diez razones por las que a las personas nos cuesta tanto escuchar? Si es así, te invito a que me acompañes en la lectura de este artículo que ya te adelanto que supondrá para ti, como ha supuesto para mí, una auténtica revelación. Sin más dilación doy inicio al artículo. Zarpamos…

¿Conoces la diferencia entre escuchar y oír?

Antes de abordar las razones por las cuales la gente no escucha, me gustaría incidir en la diferencia que existe entre escuchar y oír, dos verbos que, aunque parecidos, guardan diferencias significativas.

Según la RAE, escuchar significa en su primera acepción ‘prestar atención a lo que se oye‘, mientras que oír en su primera definición significa ‘percibir con el oído los sonidos’. Si te fijas bien en ambos términos, te darás cuenta de que escuchar implica de por sí oír, pero se trata de oír e interpretar aquello que la persona te está diciendo. Cuando una persona se dispone a escuchar lo hace de forma activa, es decir, hay una intencionalidad en ello, algo que no sucede con el verbo oír. Por tanto, la persona que escucha lo hace de forma voluntaria e intencionada. Para oír es suficiente un oído sano y un sonido perceptible. En cambio, para escuchar se necesita premeditación.

10 RAZONES POR LAS QUE LA GENTE NO ESCUCHA.

Ahora que sabes un poco más acerca de la diferencia entre oír y escuchar, ha llegado el momento de que descubras qué 10 motivos son los que hacen que a las personas les cueste tanto escuchar de forma activa. Para ello he elaborado esta infografía a modo de resumen:

1. Compara y se compara. Es muy común que cuando una persona habla, la que está enfrente se compare con la persona que tiene delante. Esta comparación puede deberse a múltiples razones, entre ellas la comparación física, indumentaria, peinado, gestos… Al comparar o compararse lo que sucede es que la atención hacia lo que dice la persona se diluye y hace que dejes de escuchar.

2. Hacer suposiciones. Otra de las razones por las que la gente no escucha tiene que ver con el hecho de que hay personas que en todo momento están pendientes de adivinar lo que piensa el otro. Este esfuerzo por adelantarse hace que la atención hacia el discurso desaparezca y afecte a la escucha de lo que la persona que se tiene delante está diciendo.

3. Preparar el próximo comentario. Personalmente creo que esta tercera razón es la que con más frecuencia se da a la hora de mantener una escucha. En muchas ocasiones no se está pendiente de lo que se habla por la sencilla razón de que lo que ocupa tu pensamiento no es lo que se habla, sino la respuesta que quieres dar sobre aquello de lo que se habla. El intentar formular una respuesta hace que la atención y la escucha prácticamente desaparezcan.

4. Estar interesado en una parte de la información. Otra razón muy frecuente de por qué la gente no escucha es porque decide seleccionar aquello que quiere escuchar del otro, es decir, al saber que sólo le interesa una parte de su discurso, automáticamente desconecta en aquellas fases del discurso que no cree pertinentes.

5. Juzgar, etiquetar y prejuzgar. Hay que ser conscientes de que cuando tienes a una persona delante, esa persona no está exente de tu juicio y de tu opinión, una opinión que implica que, independientemente de lo que hable, sea juzgada, etiquetada y prejuzgada incluso antes de que empiece su discurso. El hecho de hacer juicios de valor de la persona que se tiene delante hace que la atención hacia el discurso se vea claramente afectada.

6. Pensar en otras cosas. Por regla general, un adulto es incapaz de escuchar de forma activa más de tres minutos seguidos. Esto da fe de lo difícil que resulta escuchar a las personas de forma activa. Son muchas las razones que hacen que las personas que escuchan desconecten en algún momento de lo que dice la persona que tienen delante. Por tanto, de lo que se trata es de reflexionar si el hecho de pensar en otras cosas viene motivado por la persona que escucha, por las circunstancias que rodean esa comunicación, o por la persona que habla.

7. Dar consejos. Hay un tipo de personas a las que les cuesta mucho escuchar por la sencilla razón de que se ven constantemente en la necesidad de dar consejo a la otra persona acerca de lo que esta está diciendo. Esto hace que la atención hacia el discurso desaparezca justo al inicio de la intervención de la persona que habla. La persona que da el consejo está en ese momento más interesada en lo que va a responder que de lo que le está hablando esa persona.

8. Discutir o buscar desacuerdos. Hay un tipo de personas que entiende la escucha como una confrontación, es decir, lo que buscan no es escuchar al otro, sino entablar una discusión sobre lo que dice el otro. Se trata de un tipo de persona que no suele escuchar y que interrumpe constantemente el discurso del otro. Este tipo de persona es probablemente la que peor se le da escuchar.

9. Cambiar de tema. Son varias las razones por las que las personas cambian de tema interrumpiendo el discurso de quien está hablando. Al hacerlo, se está dando a entender que lo que se escucha no interesa, no es pertinente, es incómodo o inapropiado, por poner algunos ejemplos. Las personas que escuchan a otras y cambian de conversación son personas que antes de cambiar de tema ya llevan un tiempo sin escuchar.

10. Estar pendiente de gustar al otro. El interés por agradar a la persona que te está hablando hace que te pierdas buena parte de lo que está diciendo. Cuanto más preocupado se está por gustar al otro, menos atención se puede poner en el discurso del otro.

¿CÓMO SE PUEDE APRENDER A ESCUCHAR A LA GENTE?

Aunque no existen fórmulas mágicas para aprender a escuchar de forma activa a las personas, hay cuatro factores que sí pueden ayudar a mejorar la escucha. Son estos:

El valor de escuchar. A modo de conclusión.

Hablar y escuchar. Escuchar y hablar. Toda interacción humana parte de forma ineludible de un acto de comunicación. Un acto de comunicación que nos define como personas y que dice mucho de ti y de la persona que tienes delante. Personalmente creo que escuchar al otro se ha convertido a día de hoy en un verdadero acto de generosidad.

Aprender a escuchar debe convertirse para ti en una prioridad porque es lo que te convertirá en una persona empática. Espero que el artículo de hoy te haya servido al menos para detectar algunas de las actuaciones que te impiden escuchar de forma activa al otro. Sólo siendo consciente de los errores se puede llegar a corregirlos.

Acabaré esta entrada con un proverbio egipcio que reflexiona precisamente sobre el valor de escuchar. Reza así:

Oír es precioso para el que escucha



 

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