Únicamente desde la paz de la mente se consigue la felicidad.
(Swami Sivananda)
Cuando veas a un hombre bueno, imítalo; cuando veas a uno malo, reflexiona.
(Confucio)
Vivir es cambiar, y ser perfecto es haber cambiado a mejor con frecuencia.
(John Henry Newman)
En la vida no hay cosas que temer. Sólo hay cosas que comprender.
(Marie Curie)
Al final, sólo se tiene lo que se ha dado.
(Isabel Allende, en Inés del alma mía)
La serenidad no es la ausencia de tormentas sino la paz en medio de la tormenta.
(Anónimo)
El amor no puede permanecer en sí mismo. No tiene sentido. El amor tiene que ponerse en acción.
(Madre Teresa de Calcuta)
La esperanza es el sueño del hombre despierto.
(Aristóteles)
Conócete, acéptate, supérate...
(San Agustín)
La verdadera medida de nuestra valía se compone de todos los beneficios que los demás han obtenido de nuestro éxito.
(Anónimo)
Todo necio confunde valor y precio.
(Antonio Machado)
Intentar no significa siempre conseguir, pero es igual de importante y necesario.
(Anónimo)
No intentar algo por miedo al fracaso es como suicidarse por miedo a morir.
(Anónimo)
La sabiduría consiste en tener una conciencia clara de uno mismo, de sus objetivos y del proyecto que está llevando a cabo.
(Andrés Martín Asuero)
La parte tóxica de la memoria consiste en engancharse de una forma obsesiva a los recuerdos negativos del pasado. Reducen la efectividad personal, dificultan la capacidad de aprender y nos roban la oportunidad de abrirnos al presente.
(Andrés Martín Asuero)
Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás, sino en levantarnos cada vez que caigamos.
(Confucio)
La distancia no es si nos separemos,
la distancia es si no volvemos.
(Alejandro Sanz)
Tu corazón guarda, muy ocultos, tus sueños. Hoy es el día de comenzar a convertirlos en realidad.
(Julie Mitchell Marra)
No aspiro a la Felicidad sino a la Serenidad; la primera es un don, y la segunda un aprendizaje.
(Antonio Gala)
Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.
(Paulo Coelho)