EL ESPEJO Y YO
Este espejo me devuelve,
en injusta correspondencia,
una imagen estropeada
de mi imagen real
no tan deteriorada según creo yo.
No son arrugas lo que tengo:
son verdades.
Y viajes.
Y experiencias.
Hay grietas cinceladas por los llantos
y marcas de las vivencias;
está indeleble el impacto de más de un beso,
y la tristeza de un adiós.
Soy más joven que mi piel
y estoy más vivo.
El espejo se ensaña
en resaltar los defectos
y se calla risas y sonrisas,
el brillo que habita en mis ojos,
la alegría de mi aura
y la Vida.
El espejo obvia deliberadamente
las vivencias,
la felicidad,
y los abrazos.
Calla los amaneceres que vi,
las noches en vela
por las fiestas o por las preocupaciones,
las buenas noches de cada noche,
los te quiero con voz o sin ella,
el nacimiento de mis hijas,
y las músicas que escuché.
Veo,
si me sincero,
al hombre que soy como soy:
suma de todas mis vivencias,
de los sentimientos y las emociones,
pasajero de esta vida
y sus circunstancias.
Y,
si soy más sincero,
reconozco que
a pesar de los pesares,
y de mis quejas,
me quiero.
Francisco de Sales
(Más poesías en
www.franciscodesales.es)