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 APRENDER A VER EN EL DESARROLLO PERSONAL



Septiembre 15, 2016, 05:29:17 am
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Desconectado Francisco de Sales

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APRENDER A VER EN EL DESARROLLO PERSONAL
« en: Septiembre 15, 2016, 05:29:17 am »
APRENDER A VER EN EL DESARROLLO PERSONAL


En mi opinión, estar en un Camino de Desarrollo Personal requiere una atención distinta a la vida y, sobre todo, a uno mismo.

Si uno no sale de su rutina y no se permite investigarse, experimentarse, y arriesgarse, o si uno no deja de pre-suponer, no tendrá adelantos significativos, porque con la misma forma de mirar de siempre seguirá viendo invariablemente lo mismo.

Este Camino es muy recomendable hacerlo del modo que se denomina “Mirando con ojos de Marciano”. Esto se refiere a mirar las cosas del mismo modo que las miraría un Marciano que llegar por primera vez a la Tierra y que, al desconocerlo todo, al verlo todo por primera vez, tiene que hacerlo todo con mucha atención, comprobar, verificar, observar con detenimiento. Todo es nuevo y lo ve sin ningún tipo de pre-juicio o condicionamiento.

Se comprueba entonces que las cosas son como son y no como nosotros pre-suponemos o creemos que son. En muchas ocasiones la realidad es distinta de lo que uno pre-supone.

Es interesante aprender a ver las cosas y a las personas sin asociarlas a un nombre, a una idea, o a un concepto.

Las cosas y las personas nacen libres de adjetivos, y éstos no son obligatorios y mucho menos son siempre acertados. Son orientativos, pero a veces se convierten en desorientativos, porque pueden estar mal adjudicados, estar caducados, anclados a un error, o ya muertos, y además, en muchas ocasiones están muy mal seleccionados o muy mal adjudicados.

Ver es el efecto de mirar con atención, y sólo mirar con atención produce el resultado de ver objetivamente, y no con los pensamientos ni los enjuiciamientos que añade nuestra mente -que no nosotros- a lo que estamos viendo. “Ver” debiera ser un recreo, una observación sin sentencia, sólo recibir información acerca del motivo de nuestra atención, pero sólo darse cuenta, sólo ver.

Hace falta esforzarse mucho, y ser capaz de renunciar a lo de siempre, para ser capaz de ponerse unos ojos nuevos… y ver.

Para Darse Cuenta y para Descubrirse es imprescindible tener y usar la capacidad de eliminar lo pre-concebido, por lo menos hasta que nos demos una oportunidad de revisar algo de nuevo y así poder verificar si el objeto de nuestra atención es realmente lo que pensamos que es, o estamos errados en la creencia, o hemos sido capaces de evolucionar y somos más comprensivos y benevolentes.

Cuando adjudicamos un adjetivo, o una opinión, o un juicio con sentencia a una cosa, lo dejamos unido a esa cosa, pegado como una etiqueta, y en esa etiqueta leemos siempre lo mismo; con el tiempo lo aprendemos de memoria y ya ni siquiera miramos para verificar si realmente pone lo que creemos que pone, sino que ya y para siempre, la cosa seguirá siendo lo mismo.

Si cuando escribimos aquella etiqueta lo hicimos en un mal día, o en un momento descontrolado de rabia, o desde la ignorancia y el error, o desde el egoísmo, o desde un estado muy alterado y confundido de la mente, es muy posible que esté mal adjudicado.

Si posteriormente hemos ido dando pasos adelante con nuestra conciencia y nuestro corazón, que se han ensanchado, y si nuestra consciencia está más alerta y se da cuenta de las cosas con más objetividad, y si somos más comprensivos y generosos con la actuación de los otros, es más que posible que tengamos que renombrar las etiquetas o, mejor, arrancarlas y permitir el crecimiento, nuestro y de lo otro, sin los límites que impone una definición.

¿Cómo se aprende a ver?

Despojándose totalmente de cualquier tipo de idea pre-concebida o cualquier pre-juicio. Esto es imprescindible. Si no se cumple este requisito es mejor no dar ningún paso, porque será un paso que nos llevará de nuevo al mismo sitio donde estábamos.

¿Cómo se aprende a ver?

Dándose la oportunidad de comenzar de nuevo en todo lo que sea necesario, tanto para vernos a nosotros como para ver a los otros y como para ver las cosas tal y como son, con objetividad, con imparcialidad de juicio, y no como nosotros creemos que son. Lo que podamos verificar que es como creemos que es… se las deja de momento como estaban. “De momento” porque es posible que tal vez sea conveniente más adelante volver a revisarlas.

¿Cómo se aprende a ver?

Mirando con los ojos del corazón y de la comprensión. Todos los Seres Humanos que moramos en este mundo estamos perfectamente capacitados… para equivocarnos, para actuar del modo más incorrecto, para no cumplir las expectativas de los otros ni las nuestras propias, para tener miedo y no atrevernos, para dudar y dudar y dudar, para caer y recaer. Les pasa a los otros y nos pasa a nosotros.

¿Cómo se aprende a ver?

Amando. El amor, cuando no se adultera, tiene la capacidad de escapar a los pre-juicios y de aportar una forma justa de ver las cosas y de formar una opinión equilibrada sin juzgar malintencionadamente las cosas.

¿Cómo se aprende a ver?

Aceptando. Repito: viendo las cosas y las personas tal y como realmente son y no como cosas o personas que nos parecen enemigas o indeseadas porque no cumplen nuestras expectativas. Si lo aceptamos de este modo, ya no es necesaria la presencia de la rabia, del odio, de la confrontación, de la desaprobación. Con un corazón más grande y generoso, con una comprensión ilimitada, y aceptando la realidad –que es lo correcto-, todo pierde su agresividad y adquiere brillo.

Estas son algunas fórmulas para aprender a ver.

Ahora, a revisarlo todo, a experimentar, a comprender, aceptar, amar… y a perder el miedo.

A implicarse en esta gran aventura que es la vida. Y a ver.


Te dejo con tus reflexiones…
« Última modificación: Abril 11, 2022, 03:57:25 pm por francisco de sales »

 

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