CUANDO ME VAYA
Cuando me vaya
no quiero lutos, ni llantos, ni lamentos, ni compasión.
Viví.
Que nadie lo dude.
Morir es llegar al destino
y no otra cosa.
Alegraos,
como yo me alegro,
de haberos conocido.
Alegraos
de cuanto compartimos,
de todo lo que disfruté
y por todo lo que me estremecí,
de tantos amaneceres que gocé,
y tantos y tantos besos que hubo,
porque recibí vuestros abrazos,
porque nos reímos juntos
y sentimos amor,
incluso sin motivos
y hasta por lo que no llegamos a entender,
pero alegraos
por lo que me disteis y lo que os di,
y por tanta y tanta música que escuché,
y por tantos silencios que disfruté.
Y porque fui
y porque sois.
Francisco de Sales