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 ESCAPA (RÁPIDAMENTE) DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS.



Octubre 20, 2016, 01:58:08 am
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Desconectado Francisco de Sales

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ESCAPA (RÁPIDAMENTE) DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS.
« en: Octubre 20, 2016, 01:58:08 am »
ESCAPA (RÁPIDAMENTE) DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS.

(Producimos 60.000 pensamientos al día, de los cuales el 80% son acerca de nosotros mismos, y la mayoría de ellos son negativos, repetitivos y del pasado.)



En mi opinión, en general no estamos pendientes del control de nuestros pensamientos; sería imposible pretender atender a todos. Son autónomos y no los controlamos, o creemos que no los podemos controlar, y por ello les dejamos que vayan tomando el rumbo que más les apetezca.

La realidad es que conviene estar muy pendientes de ellos porque la capacidad de generar pensamientos funciona por sí misma, y sucede mientras nosotros estamos haciendo otra cosa y por lo tanto desatentos.  La parte delicada es que la mente nos presenta ideas como si fueran nuestras, como si fueran elaboradas por nosotros y por tanto propias, y así lo creemos, cuando lo cierto es que son pensamientos incontrolados, absurdos en algunas ocasiones, más bien ajenos que propios, nacidos ya condicionados por nuestros traumas, por nuestros miedos y circunstancias, o bien nacidos en la parte más disparatada de nuestra fantasía.

En otras ocasiones, influenciados por nuestro estado de ánimo, son excesivamente optimistas o tétricamente pesimistas, y ya sabemos que jamás se debe tomar una decisión en un momento de euforia o desde un estado deprimido, porque en ambos casos se corre el peligro de equivocarse.

Si nos descubrimos en un pensamiento que va tomando visos claros de pesimismo, tenemos que pararlo inmediatamente y desmontarlo para ver qué hay de realidad en él, si es que hay algo. Podemos y debemos observarlo como una cosa curiosa –no como una cosa grave- que nos va a aportar, sin duda, si somos objetivos, algunos conocimientos acerca de nosotros mismos.

Conviene tratar de averiguar el auténtico origen de cada uno de ellos, su verdadera naturaleza y razón, la realidad o irrealidad que contienen, y dónde y por qué nacieron.

Hay que ver cómo van engordando ellos solos sin nuestra participación, y cómo recurren a buscar otras cosas negativas en nuestro interior, como viejas rabias o rencores que tenemos guardados pero no olvidados, para añadirlas al pesimismo, y parece que estuvieran al acecho y pendientes de que llege una ocasión como esta para manifestar todo lo que tienen retenido.

De esa observación, que ha de ser lo más desapasionada posible, y sin enjuiciar hasta haber llegado hasta el final, a la que hay que permitir que se expanda hasta el total agotamiento de sus argumentos, podremos averiguar cómo funciona nuestra sombra, y cómo mucho de lo que creemos que tenemos olvidado, aceptado, o perdonado, aún se mantiene latente y vivo, y por tanto afectándonos.

Mi recomendación es, por supuesto, no hacer caso de las conclusiones ni ideas que salgan de ese barullo. Sólo observar y aprender para luego resolver el asunto en otro momento más objetivo utilizando para ello la mente pero a nuestro servicio y bajo nuestro control.

Conviene recordar que otras veces hemos pasado por una situación similar, y que unos días después hemos podido comprobar que todo aquello no sirvió nada más que para enfadarnos y perder el tiempo, para tomar una decisión equivocada -si es que tomamos alguna-, para engrandecer y dramatizar algo que no era para tanto, y tal vez para perjudicar o preocupar a otras personas, a las que deberíamos pedir perdón si es necesario.

En esos momentos en que los pensamientos negativos comienzan a engordar de un modo desaforado e imparable, es mejor no hacer otra cosa que observar y aprender.

¿Qué le pasa a este que no soy yo?

¿Por qué se enfada?

¿Y para qué?

¿Qué está pasando dentro de mí?

¿Cómo es que guardo dentro tanta rabia, tanto odio o rencor, o tanta capacidad de pensar mal?, o de hacer mal a los otros, o de hacérmelo a mí mismo, que es algo bastante habitual cuando nos descubrimos en un aspecto que no nos gusta.

¿Por qué hay esta negatividad en mí?

¿Es real?

¿Es mía o es de mi ego?

¿Qué gano con estancarme en este pensamiento?

Parece como si existiera una parte masoquista en nosotros que, a veces, se regodea en ese malestar que provocan los pensamientos negativos, porque si no es así no se explica ese interés en darle vueltas y más vueltas a lo mismo sin salir del embrollo, o liándose cada vez más y añadiéndole más negatividad al asunto.

En mi opinión, uno debe ponerse a salvo de estos conflictos en que uno mismo es el principal o único perjudicado.

Las cosas que hayamos hecho “mal” siempre tienen una enseñanza. Conviene entenderla y aceptarla lo antes posible. Y conviene evitar entrar en una confrontación interna entre uno y su ego, o uno y su agresividad.

Amor, comprensión, y paciencia.

Y volver a empezar o recomenzar -cuantas veces sea necesario- este Proceso de Autoconocimiento para agrandar el Amor Propio, que no para alcanzar el desamor.


Te dejo con tus reflexiones…
« Última modificación: Agosto 30, 2023, 08:35:23 am por Francisco de Sales »

 

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