SE MUERE EL INFINITO
El infinito
está cada día más cerca
de dejar de ser infinito.
La palabra FIN ya se ve al fondo,
aunque aún chiquitita.
Los Coros Celestiales
afinan las voces,
y la Orquesta Divina
los instrumentos.
El Fin del Mundo se acerca.
Se cepillan
togas y birretes
y se le quita el polvo
al Salón del Juicio Final.
Terror.
Miedo.
Pavor.
Las conciencias se examinan
y suspenden.
El Infierno aviva el fuego
y el Cielo se repinta de azul.
Ambos preparan sitio para los próximos huéspedes.
Cada persona hace sus cuentas
y busca enmiendas de última hora,
reza como nunca había rezado,
pide a Santos desconocidos,
y se arrepiente de todo, por si acaso.
Van a apagar pronto las luces,
la Tierra dejará de darle vueltas
siempre a lo mismo,
tal vez haya que dejarlo todo
como el día de la Creación.
Que cada uno recoja sus lágrimas
y deje todo esto despejado
por si Dios decide ponerlo otra vez en marcha
con otra gente distinta.
Y que el último cierre la puerta.
Francisco de Sales
(Más poesías en
www.franciscodesales.es)