YA NO ASPIRO A OTRA COSA MÁS
Ya no aspiro a otra cosa más
que ver amanecer mañana
un sol juguetón,
o aunque sea un sol legañoso,
incluso un cielo nuboso
de lluvias contenidas.
Poder escuchar por enésima vez
toda entera La Traviata,
la Obertura de Nabucco
y cualquier Aria de Puccini.
Que otro verso venga a mi pluma,
que no me falte una lágrima de felicidad,
que tenga una sonrisa en la recámara,
que pueda decir sin mentir que soy moderadamente feliz.
Que la noche me ofrezca descanso,
que el mar siga en su sitio,
que la esperanza por lo menos me roce,
que Dios cuide de mí.
Ya no aspiro a otra cosa más.
Francisco de Sales
(Más poesías en
www.franciscodesales.es)