UNA REVOLUCIÓN
Una revolución largamente reprimida
amenaza con comenzar.
Hay tanto descontento en mí
-y tantos que están descontentos-
que se prevé una revuelta inmediata,
tal vez demasiado cruel y cruenta.
Y lo más curioso es que yo estoy a favor.
Son tantos años de soportar
-estoico, callado-
esta incertidumbre que nunca muere,
esta desazón que se me atraganta,
este hervidero en mi sangre,
que casi cualquier cosa será mejor
que seguir en esta mi inoperancia
y este mi propio destierro.
Cualquier día de estos
derroco al que estoy siendo
e instauro un nuevo reinado
-que tenga el amor en su bandera-
en el que yo sea Rey.
Cualquier día de estos
abandono mi abandono
y empiezo a poner VIDA
donde ahora sólo hay lamentos.
Cualquier día me armo y la armo
y asolo mi presente,
me marcho de este penar
y me voy a VIVIR al País de la Alegría.
Cualquier día de estos
me despido de mi seriedad hasta nunca,
cambio la mueca por una sonrisa
y me pongo la más radiante.
Cualquier día me planto,
me pongo firme conmigo,
me dejo de tonterías,
y me hago cargo de mi vida.
Cualquier día,
que nadie lo dude,
me pongo al mando de mi vida
y VIVO.
Francisco de Sales
(Más poesías en
www.franciscodesales.es)