MIRAR Y VER
Mirar no es complicado:
se trata de mantener los párpados abiertos
y orientar la mirada.
Ver, es otra cosa.
Además de los ojos se necesita atención
-que es el otro nombre de la consciencia-
y darse cuenta,
y no negar ni enmascarar,
y no mentirse intencionadamente.
Ver, es comprender y es aprehender,
y es hacerse uno con lo visto,
entrar en ello,
y permitirse sentirlo.
Para ver, por tanto,
se usa algo más que los ojos:
se ve con el corazón,
se ve con la intuición,
se ve con el silencio,
se ve con el alma.
Ver, es sublimar la mirada,
contemplar lo trascendente,
penetrar en la esencia,
integrar lo visto.
Mirar y ver:
dos formas de percibir.
Pero sólo una de ellas enriquece de verdad.
Francisco de Sales
(Más poesías en
www.franciscodesales.es)