REINVENTARNOS
En mi opinión, esta palabra define perfectamente una tarea que casi todas las personas tenemos pendiente de realizar. Es una lástima que no exista en el diccionario, así que tendré que usar una similar: REHACERNOS.
Es cierto que algunos hemos comenzado ya en esto de REHACERNOS, incluso llevamos años en ello, pero es algo de lo que no se debe descansar, algo que nunca se da por concluido, algo que estará con nosotros hasta el último día de nuestra vida.
Esto último, que deprime un poco y quita las ganas, ya que hace que parezca una tarea interminable, en realidad se puede ver de otro modo totalmente opuesto, con lo que la mirada un poco pesimista y apesadumbrada se puede convertir en una mirada optimista y alegre.
Me refiero a que indica que aún vamos a poder seguir descubriendo en nosotros durante mucho tiempo facetas que pueden ser mejoradas, perfeccionadas, con lo cual cada día seremos mejores y cada día seguiremos teniendo una esperanza por la que seguir adelante.
REHACER (del diccionario de la RAE):
1. tr. Volver a hacer lo que se había deshecho, o hecho mal.
A todos nos puede pasar –generalmente evito usar “todos”, pero en este caso es inevitable y cierto- que hay algo que tenemos calificado como que lo hemos hecho “mal”, y aunque procuramos entenderlo (excepto esos que se flagelan a diario por ello), y aunque nos arrepentimos de vez en cuando, en realidad nos gustaría poder eliminarlo del pasado –cosa imposible-, o no haberlo hecho nunca. Pero ahí está la historia pasada: para confirmarlo.
En estos casos, es conveniente reparar lo que se hizo mal, y si se perjudicó a alguien, pedirle disculpas.
Si algo mantiene una intranquilidad en nuestro interior por algún hecho del pasado, eso es nuestra conciencia, y nuestra conciencia es quien marca nuestra dignidad. Y la dignidad personal hay que respetarla.
2. tr. Reformar, refundir.
En nuestras propiedades, cuando algo no está a nuestro gusto lo reformamos. Lo modificamos con la clara intención de mejorarlo. Lo rehacemos.
Este es un buen propósito y una excelente tarea para con nosotros y nuestra vida: reformar –volver a formar- aquello que no nos gusta. Tirar lo viejo que no vale, cambiar el suelo, pintar las paredes, darle otro aire más de acuerdo con nuestra situación actual.
Transformarnos, cambiarnos, revolucionarnos si hace falta, corregirnos, mejorarnos, perfeccionarnos…REHACERNOS.
3. tr. Reponer, reparar, restablecer lo disminuido o deteriorado. U. t. c. prnl.
A esto se le llama “hacer las cosas bien”.
Rehacernos consiste en hacer un inventario de nuestra vida actual y pasada, de nuestro estado, los sentimientos de hoy y de ayer, los sucesos y las acciones, los pensamientos y las “equivocaciones”, y de todo ello –y sin reproches ni menosprecios, sin revanchas ni rencores- sacar el aprendizaje necesario para evitar volver a hacer lo que no queremos volver a hacer.
Y una vez extraída la lección, deshacernos de todo ello para que no nos siga penando.
4. prnl. Reforzarse, fortalecerse o tomar nuevo brío.
Tomar nuevas fuerzas, y que sean unas fuerzas nobles y sin resentimientos. Unas fuerzas excelentes e impecables, a nuestro servicio, y que con ellas nos vayamos REHACIENDO, lo más inmaculados posible, lo más serenos y descondicionados, lo más amorosos y comprensivos.
No se trata de construir un modelo que nos parezca perfecto y admirable –porque lo queremos copiar de otro-, sino que hay que encontrar y usar nuestra propia excelencia, ese Ser que nos habita, el que realmente Somos aunque no lo estemos manifestando.
5. prnl. Serenarse, dominar una emoción, mostrar tranquilidad.
Esta definición corresponde al último paso. Una vez descubiertas las cosas en las que nos gustaría hacer modificaciones para comenzar a REHACERNOS, una vez que tenemos a la vista incluso las cosas que antes podían estar ocultas o desconocidas, una vez que tenemos claro que nuestro objetivo es REHACERNOS, el paso siguiente es deshacernos de la parte que no nos gusta de nosotros y utilizar sólo las cosas que sí son de nuestro agrado, con las que nos sentimos identificados, desde ese estado que nos va a aportar el hecho de tener claro lo que queremos hacer, con la tranquilidad que eso aporta a nosotros y a nuestro espíritu.
Es el momento de tomar las riendas de la reconstrucción de nuestra vida, y conviene comenzar sin aplazamientos. La tarea nos espera y solo nosotros podemos realizarla.
Te dejo con tus reflexiones…