SABER DISCUTIR ES SABER ESCUCHAR
"Dos personas comienzan a discutir… ¿Qué hacen? No se escuchan, se interrumpen, hablan al mismo tiempo. Sí, las dos están tan metidas en sí mismas que ninguna quiere tener en cuenta a la otra. Se exasperan mutuamente tanto que, al final, no pudiendo dominarse más, terminan peleándose. ¡Qué falta de inteligencia y de psicología! Deberían saber de antemano que con esta actitud, nunca encontrarán soluciones. Pero ¿desean realmente encontrar una? Si, indudablemente un poco, pero lo que quieren sobre todo es afirmarse, imponer sus gustos y sus opiniones.
Un hombre inteligente comienza, por el contrario, mostrando mucha paciencia, mucha benevolencia, y por encima de todo escucha lo que se le dice con gran atención, con el fin de suscitar un movimiento favorable en su interlocutor. Entonces, incluso los problemas más difíciles acaban resolviéndose."
Omraam
