CÓMO SUPERAR UNA CRISIS VITAL
Una crisis remite a una etapa de desorientación, de pérdida y de vacío interior que puede experimentarse durante un tiempo más o menos prolongado en función de diferentes variables externas e internas (subjetividad, miedo, inseguridad).
En última instancia, en cualquier crisis se pone a prueba la capacidad de resistencia del sujeto y su fuerza de voluntad puesto que una crisis debe de superarse pero también se trata de un proceso en el que la tristeza y el dolor deben de soportarse como si se trata de un peso que cae sobre la espalda.
Los efectos que puede producir una crisis a nivel emocional son: sufrimiento, tristeza y también angustia. Emociones que pueden llegar a somatizarse con el paso del tiempo puesto que el estado de ánimo tiene una enorme influencia sobre el bienestar físico o la enfermedad.
Una crisis puede ser personal o también de pareja, es decir, algunas parejas fortalecen su unión tras hacer frente a un periodo crítico. Se trata de un proceso que es difícil pero que una vez superado aporta nuevas herramientas a nivel emocional para afrontar la vida y disfrutar el presente con éxito. Sin duda, cuando una persona supera una crisis toma conciencia de su propia fortaleza interior.
Sin embargo, cuando la crisis remite al núcleo personal entonces se trata de una situación que en lugar de afectar a dos personas implica únicamente al sujeto. Es decir, en cierto modo puede ser más fácil superar una crisis personal que una de pareja puesto que, es difícil poner en común dos voluntades que aman y sienten de forma diferente. Algunas personas sufren una crisis en relación con su forma de vida o su vocación. En última instancia, una crisis remite a una búsqueda de sentido profundo.
(Bernabé Tierno)
