POTENCIA TU ATRACTIVO
¿A veces sientes que no pintas nada? ¿No te sientes aceptado por los demás? ¿Crees que no aportas nada especial al mundo? En tu interior, hay un poder de seducción que espera ser desarrollado. Descubre el atractivo que está dentro de ti.
Todos podemos ser atractivos, pues poseemos un poder de seducción que está dentro de nosotros. Pero este artículo no vamos a tratar de la seducción con fines sexuales, sino de cómo puedes encontrar la forma de conseguir, que todo a tu alrededor sea más fácil y más cómodo para ti; de hacer que los demás estén deseosos de ayudarte y apoyarte en todo lo que hagas, sin que tengas que exigirle nada a nadie, sino todo lo contrario, dejando que sean ellos quienes deseen prestarte tu ayuda. Desarrollar tu poder de seducir a los demás puede hacerte la vida más fácil y más hermosa. Tu atractivo interior puede hacer esto y mucho más. Descubre cómo desarrollarlo para pisar fuerte en el mundo, sin pisar a nadie.
No caigas en la trampa
La sociedad ha creado unos arquetipos de lo que debe ser una persona atractiva, pero estos rasgos generalmente se refieren al exterior o a virtudes que se ven a simple vista, como la inteligencia o la simpatía. Sin embargo, las personas más atractivas no son siempre las más bellas, ni las más simpáticas, ni las más populares. El atractivo, aquello que hace que una persona destaque entre las demás, es una virtud interior que se puede desarrollar, cuando somos capaces de percibirlo en nosotros mismos. Se trata de algo mucho más profundo que tener carisma y depende de tu autoestima, de la forma en que te mires a ti mismo. Es sentirte a gusto en tu propia piel; tener la seguridad de que estás en tu camino, el que tú mismo creas día a día; es saber que cuentas con un conocimiento interno que te permite caer en tus propios errores y levantarte de nuevo. “Nada es más atractivo, que una persona que sabe adónde va”.
Mira hacia dentro
A veces, los golpes de la vida o los fracasos, hacen que te olvides de que tu atractivo está dentro de ti. Cuanto más ocupado estás, cuantas más cosas tienes por las que luchar, cuanto más trabajas y te esfuerzas en alcanzar una seguridad económica o laboral, menos tiempo tienes para echar un vistazo a tu interior. Lamentablemente, esto es en la mayoría de nosotros, una realidad que nos hace perder la consciencia de todo lo bueno que poseemos, por el solo hecho de ser personas. Ocurre que nos olvidamos de que quienes somos, y dejamos de expresarnos y de mostrarnos como tal, volviéndonos más reservados y desconfiados, más tímidos y temerosos, más tristes y ocupados, y la consecuencia de todo esto, es que nuestro poder de atracción o seducción, disminuye. Por eso, permitirte un tiempo a la semana, para recordar cómo eres y cuál es tu camino, hace que vuelvas a verte como la persona atractiva que eres, así también los demás.
Obsérvate
Cada uno tenemos una forma de ser, distinta de los otros, una forma de hablar diferente y unos rasgos de personalidad que permite que los demás puedan conocernos, pero algunas veces, la imagen que tienen de ti los demás, no es igual a la que tú tienes de ti mismo. Para saber cómo te ven los demás, solo tienes que observar sus reacciones. Si no son contigo cómo te gustaría que fuesen, puede estar ocurriendo dos cosas: o bien, esa persona no está a gusto consigo misma y por eso no es capaz de ver lo positivo en ti, o bien, eres tú quien le está enviando mensajes contradictorios y negativos sobre ti mismo. Es muy importante que te observes, para caminar por el mundo con la visión de ti mismo que quieres que vean los demás. ¿Cuál es la visión más elevada que tienes de ti mismo? Ser atractivo es sobre todo, una cuestión de actitud. Pregúntate: Cuando conoces a alguien, ¿Sueles mirarle a los ojos mientras habláis?
Mientras estás con la gente, ¿Te acuerdas de que tienes un atractivo personal y único?
¿Entiendes que en una conversación, son dos personas las que deben participar y aportar sus observaciones, en lugar de creer, que conversar es hablar tú solo mientras los demás te escuchan?
¿Tienes en cuenta tus prioridades en cualquier momento y sabes cuáles son?
¿Te sientes a gusto contigo mismo, con tu forma de ser y con tu actitud?
¿Sabes adónde vas, aunque no sepas cuánto tiempo te llevará llegar a tu destino?
¿Eres consciente de tu influencia sobre los demás, del mismo modo que comprendes cómo influyen ellos en ti?
¿Te respetas primero a ti mismo, para respetar después a los demás? 9. ¿Percibes tu vida como una sucesión de experiencias que vives con intensidad, aunque no siempre sean positivas?
¿Eres consciente de lo atractivo que resultas, cuando eres tú mismo?
¡Entusiásmate!
El entusiasmo es contagioso. Cuando algo te entusiasma, seguro que te es muy fácil hablar de ello, poniendo tu alma y tu corazón en cada palabra, y lo que reciben aquellos que te escuchan, es exactamente eso, entusiasmo. Si te entusiasmas con aquello que haces, le estarás diciendo al mundo: ¡Eh, escuchadme, esto que hago es importante! y eso es lo que el mundo recibirá de ti. Si te importan tu trabajo, tus estudios, o tu vida en general, muéstralo, no lo escondas, porque las personas que se apasionan con aquello que hacen, son las personas más atractivas del mundo y seducen cuando les cuentan a los otros, cómo es aquello que les entusiasma hacer. “Aunque supiera que el mundo iba a acabarse mañana, igual plantaría mi manzano”. Martin Luther King.
Haz todo con amor
Conocí a una mujer que cuando estaba en el peor momento de su vida, pues había perdido el amor de su pareja, decidió crear amor donde había quedado un hueco vacío. Tú también puedes hacer como hizo ella, si te esfuerzas en hacerlo todo con amor. Desde abrir una puerta hasta caminar por la calle, trabajar o mantener una conversación. En cualquier situación que vivas, tienes la opción de crear amor y entregárselo al mundo. No es necesario hacer grandes cosas, sino simplemente esforzarte en crear amor dentro de ti. Solo necesitas pensar en el amor, para crearlo. Y puedes hacerlo sin que nadie se dé cuenta, pero indudablemente los resultados podrá verlos y sentirlos todo el mundo, pues cuando se siembra amor, siempre se recoge amor.
Persuade, seduce…
Es común confundir la persuasión o la seducción, con la manipulación. Pero no es lo mismo ni mucho menos, porque para seducir o persuadir, no utilizas amenazas ni haces daño a nadie. Seducir no es un abuso de poder, sino todo lo contrario, es equilibrar las cosas para conseguir el resultado de: ganar-ganar, en el que todos salen vencedores. Cuando seduces, con tu forma de hablar, tu entusiasmo y tu energía, consigues que tus deseos sean también los de otros. Les invitas a colaborar contigo en aquello que emprendas, ya sea un proyecto laboral o simplemente una cita para tomar un café. Cuando persuades, siempre haces uso de la ética en tus planteamientos y dejas libertad a los demás para que hagan su propia elección. Si deciden no colaborar contigo o no aceptar tu invitación, les haces saber que siempre serán bienvenidos. Cuanto más respetas la libertad de elección de los demás, más aumenta tu poder de seducción, pues a nadie le gusta sentirse obligado ni manipulado.
Sé un experto
Todos sabemos hacer algo mejor que los demás, pero para ser experto, no necesitas alardear de lo que haces. Así como el sabio suele ser silencioso, el experto tampoco va contándole a todo el mundo lo mucho que sabe de algo, si no es el momento apropiado. Las personas que suelen hacer esto, en lugar de resultar atractivas, más bien resultan incómodas y prepotentes. Ser un experto en tu trabajo, no implica decirlo siquiera. Ya desvelarás lo mucho que sabes cuando sea el momento oportuno. Causarás una mejor impresión, si los demás descubren por sí solos, lo que eres capaz de hacer. Con el misterio darás pie a que quieran conocerte más a fondo. Siempre habrá un momento adecuado para demostrar tus capacidades. Piensa en algunos de los personajes más atractivos de la historia. La modestia y la humildad, seducen sin esfuerzo, con naturalidad y espontaneidad que llevan en sí.
Guarda un as en la manga
La desesperación, no resulta atractiva. La inseguridad, tampoco. Cuando desees conseguir algo, tu mayor atractivo radica en tener una segunda opción. Muestra seguridad, aunque no te sientas seguro, e idea un plan B, por si el plan A, no resultase. Así, no perderás nunca de vista tu objetivo. Saber que harás lo que deseas, de esa forma o de otra, es como tener en tus manos la llave de tu poder y puedes influir más aún en el resultado. Sé elegante. Pide lo que necesites sin suplicar, exigir, o quejarte y sobre todo, sé sincero, pues las mentiras no son atractivas y mucho menos lo son los mentirosos. “La verdad es como el sol: lo hace ver todo y no se deja de mirar”. (Víctor Hugo)
Siéntete a gusto en tu piel
Siéntete orgulloso de quién eres y de cómo eres. Enorgullecerse de sí mismo no es un signo de vanidad, al contrario, es decirle al mundo que estás de acuerdo y conforme con tu pasado y con las experiencias que te ha tocado vivir. Enorgullécete también de todo lo malo que hayas superado y de todo lo que aprendiste en el camino. Como en el poema Ítaca de Kavafis, lo importante no es solo el destino, también lo es el viaje. Si te sientes como un guerrero que ha librado mil batallas, o como un mago que ha sabido transformar en positivas las malas experiencias, o como un niño que es capaz de sorprenderse cada día de sí mismo, no lo escondas, que el mundo sepa que te sientes a gusto en tu propia piel.
Libera tu voz
No es lo mismo seducir a una cámara, que seducir en una conversación. La voz es uno de los medios más importantes, a través de los que expresas tu atractivo interior. Una voz que se muestra libre y sin miedo, es una voz atractiva. No todos tenemos voces de actores de doblaje, pero todos tenemos nuestra propia voz y suele ser muy distinta de las voces de los demás. La modulación, el tono, etc, son rasgos propios de tu voz, pero lo que hace que realmente tu voz suene especial entre las demás, es el hecho de saborear el contenido y el significado de las palabras que dices. No se trata de recrearse en lo que estás diciendo, ni tampoco de hablar y hablar sin escuchar a nadie, sino más bien es hablar con claridad y autocontrol, sabiendo que decimos lo que queremos decir en cada momento. Libera tu voz y liberarás tu atractivo interior.
Asume tus defectos
Si hay alguna cosa de ti que quieras cambiar, porque te molesta o piensas que hace daño a los demás, cámbiala. No lo intentes, hazlo. Porque si solo lo intentas, puedes quedarte anclado en el intento. Alguien que dice que va a cambiar o a hacer algo y luego no lo hace, no tendrá ningún poder de seducción la próxima vez, porque ya no son creíbles sus palabras. Asume que tienes defectos como todo el mundo. No hay nada de malo en ello, puesto que ninguno somos perfectos. Conocerse a uno mismo significa saber dónde has de esforzarte en mejorar, en cambiar, en renovarte y evolucionar cada día, pero también se trata de asumir tus imperfecciones y comprender que a pesar de ellas, tu atractivo reside en el conocimiento y la aceptación de ti mismo.
No te preocupes de lo que piensen
Caer bien a todo el mundo, es imposible e innecesario. Siempre tenemos más afinidad con unas personas que con otras, por eso, realmente no importa mucho si alguien no piensa demasiado bien de ti. Lo único importante es lo que tú pienses sobre ti mismo, y si piensas bien, resultarás atractivo. A veces es difícil conseguir que nos resbalen ciertas cosas, pero es importante esforzarse en conseguirlo y con la práctica, puedes lograrlo y mantenerte fiel a ti mismo. Si permites que te afecten las opiniones ajenas, les estarás dando la razón y puede que incluso quieras intentar cambiar eso de ti que no les gusta. No lo hagas, sé fiel a ti mismo y da la espalda a la negatividad. “Un asno puede rebuznar cuanto quiera, pero no hará temblar a las estrellas”. (George Elliot)
Siéntete vivo
Sentirse vivo es algo más que el hecho de saber que respiras y te alimentas. Tampoco se trata de vivir cada momento como si fuera el último, porque para ello necesitarías recordar a cada instante, que un día inevitablemente todos vamos a morir, lo cual tampoco es muy natural, si lo que pretendes es vivir intensamente. Para sentirte vivo, pon tus cinco sentidos en vivir cada momento como si fuera el único que existe y ha existido jamás. Dejan el pasado atrás y no pienses en el futuro, saborea el presente. Haz cosas que te motivan y te alegran la vida. Ríete, alégrate y disfruta de los regalos que la vida te trae. Así, al final del día siempre te quedará una maravillosa sensación de haber vivido a tope, de haber experimentado con intensidad cada momento del día y estarás preparado para disfrutar detu sueño nocturno de la misma manera. Vivir el presente es lo mejor para sentirte auténticamente vivo.
Sé un ejemplo para alguien
Como siempre, tu actitud es la base de todo, pero no siempre podrás ser un ejemplo para todo el mundo, pues la mayoría conocemos a un número limitado de personas. Pero seguro que tu forma de ser y de vivir, resultan ejemplares para alguien. Solemos sentirnos atraídos por personas exitosas, alegres, positivas, saludables, enérgicas y libres. Pero a veces no todas estas virtudes están unidas en una misma persona. No obstante, por sí solas también resultan tremendamente atractivas. Si estás siempre de buen humor, si sabes sacar lo bueno de cada momento, si eres capaz de exprimir la vida hasta la última gota, si te sientes feliz de estar sano, si vives a tu manera, si tienes autodisciplina y si te crees capaz de cumplir tus sueños, o si solamente posees alguna de estas virtudes, u otras que son un ejemplo para los demás, ten por seguro que eres atractivo para el resto del mundo. Recuerda que tu atractivo es un brillo especial que solo tú posees, un mirar diferente, y una manera especial, singular y única de ser tú mismo.
Mar Cantero Sánchez
Escritora y Coach
