¿CÓMO SABER SI VAS MEJORANDO DE LA ANSIEDAD?
Fabiola Cuevas
Si no estás seguro de ir mejorando de la ansiedad, y sientes que estás igual que al principio o que no sientes la mejoría, es importante que hagas una revisión de los siguientes puntos para calmar a la mente inquieta.
¿CÓMO ES EL PROCESO DE RECUPERACIÓN DE LA ANSIEDAD?
Primero quisiera platicarte cómo sería un proceso natural de recuperarte de la ansiedad, el cual, tiene la principal característica de no ser lineal.
A todos nos gustaría que así fuera, que cada síntoma que trabajas y relajas, no volviera a aparecer jamás, pero, la ansiedad no funciona así, y supongo que la vida tampoco. Las sensaciones y los pensamientos van bajando, pero quizás, un día pasa algo que te reactiva un poco el estrés y tanto por memoria física como emocional, puede reaparecer alguna sensación o pensamiento.
Esto hace que el proceso de recuperación de la ansiedad tenga subibajas, con momentos de calma donde dices "siii esto ya quedó en la historia de mi pasado", y momentos donde regresan las sensaciones y piensas "noooo… nunca saldré de esto".
La realidad es que sí saldrás, pero es precisamente en esos momentos cuando regresan las sensaciones, que hay que aplicar la aceptación, relajación y tener la mente en el presente.
Y así sigues persistiendo un poco más, yendo cada vez más profundo hasta que de repente te involucras tanto en tu vida, en tu presente y en lo que disfrutas, que el miedo y el estar en alerta todo el día, se van convirtiendo en algo del pasado.
Te recomiendo que revises el post que tengo sobre las Etapas de recuperación de la ansiedad, para que puedas ubicarte en qué etapa estás.
¿Qué señales encuentras a lo largo de este proceso que te indican que vas bien?
Si empezamos desde el momento más oscuro de estar en una crisis de ansiedad, con miedos, sensaciones y pensamientos negativos, entonces un primer indicador de que vas mejorando, es que empiezas a considerar que existe algo que puedes hacer para sentirte mejor, empiezas a pedir ayuda y a comprender qué es lo que te está pasando.
Así es que una primera señal, es que empiezas a considerar que quizás esos pensamientos y miedos no son tan reales, sino que son producto de la misma ansiedad, los miedos y los pensamientos siguen ahí, pero por lo menos en tu mente la situación empieza a cambiar.
Después, con el trabajo personal que empieces hacer, esos miedos, sensaciones y pensamientos han de empezar a disminuir en su intensidad, sobre todo, ha de disminuir tu nivel de credibilidad hacia esos miedos y pensamientos, digamos que ahí están, pero ya no les crees tanto, y eso hace que empiecen a disminuir su intensidad.
En este proceso puedes empezar a tener momentos en los que sientes ver la luz al final del camino, donde sabes que estás ahí, en medio del túnel, pero que sí existe una esperanza.
Sigues avanzando, y te encuentras de repente con ausencia de las sensaciones o pensamientos, lo cual, casi siempre, al principio que sentimos esto, nos lleva a asustarnos más, pues claro ¿y la ansiedad? ¿y el lobo?, ¿no será que está planeando un contra ataque? y entonces listo, con ese miedo y alerta, probablemente lo vuelves a generar, pero no es tu culpa y no será así por siempre, es lógico que te sea extraño empezar a tener momentos sin ansiedad.
Poco a poco, estos momentos sin ansiedad se van presentando más seguido, y entonces empiezas a sentirte confiado y cómodo de que puedes darte permiso de sentirte bien, y que estarás bien, que no significa que la ansiedad esté planeando nada, sino que fue un momento en el que te sentiste bien.
Después, puede ser, que te encuentres involucrado en una actividad sin estar pensando en ella, y que de repente, te encuentres inclusive disfrutando de una actividad, y wow! ¿cierto? ese es uno de los momentos más mágicos en tu proceso, descubrirte ahí, disfrutando de algo.
Y también será lógico que eso te asuste... y que no dure mucho tiempo, pero ante la repetición, te vas acostumbrando y sintiéndote tranquilo de disfrutar de algo, y de estar pensando en otra cosa que no sea la ansiedad.
Es como cuando somos mamás, y te encuentras pensando en otra cosa que no sea tu bebé en esos primeros meses, y sí, la verdad se siente raro.
Es así que el proceso sigue en cuanto a que te vas sintiendo más conectado con el presente, disfrutando de más cosas, con momentos en los que no piensas en la ansiedad, y esta ya nada más llega de vez en cuando, quizás, vuelves a tener una crisis o ataque de pánico, pero ya no te asusta tanto, ya sabes qué hacer, ya no te toma tan desprevenido.
Indicadores más significativos de que vas mejorando
Todo estos son puntos que te pueden ir indicando que vas mejorando, pero me gustaría resumírtelos o presentártelos de otra forma, haciendo énfasis en los más importantes.
Ya entiendes qué es lo que te pasa y eso le quita poder a los miedos, sensaciones y pensamientos. Crees y sientes que existe un camino de salida, una forma de vivir sin sufrir. Los momentos de ansiedad van siendo más espaciados, con menor intensidad. Experimentas momentos de disfrute, de conexión con el momento presente. Sabes qué hacer cuando la ansiedad regresa, sintiéndote cada vez con mayor confianza ante su aparición. Dejas de hablar tanto de ella, de usarla como motivo para hacer o no hacer ciertas cosas. Le vas dando cada vez menos espacio en tu vida, menos atención, menos prioridad. Vas poniendo tu atención más en lo que sí quieres hacer, que en lo que no puedes hacer a causa de la ansiedad. Vuelves a sentir ilusión por algo
Si estás haciendo tu mejor esfuerzo y estás en el lugar en el que estás, entonces estás en el lugar indicado.
Con esto me refiero a que es normal querer estar mejor, pero es importante que recuerdes que estás haciendo tu mejor esfuerzo, y si con eso, y con tu mejor intención, te sientes como te sientes ahora, entonces estás en el lugar que necesitas estar.
Puedes mantener la motivación de hacia dónde quieres dirigirte, pero sin minimizar el esfuerzo que has hecho y los resultados que has tenido.
RECOMENDACIONES
Lleva un diario de registro de tus avances, en las noches, escribe todos esos momentos del día en el que sentiste o notaste un cambio en tu interior, regístralos Y así en los momentos que vuelvas a sentir algo y tu mente te diga que estás igual que antes, o que no has avanzado, entonces, recuérdale tus avances, fueron reales, y siguen existiendo dentro de ti, una recaída no te regresa a donde estabas.
Haz tu propia lista de indicadores que muestran que vas mejorando, tú te conoces mejor que nadie, y sabes perfectamente cómo se siente ser tú mismo, cómo se siente estar en paz, entonces, haz esa lista y trata de encontrar esos momentos pues seguramente que sí van pasando.
Enfócate más en lo que sí quieres sentir, que en quejarte de sentir lo que no quieres. Si te enfocas en lo positivo, seguirás generando más cosas positivas en tu vida, más avances, pero si cada vez que aparece algo no tan positivo, te regañas, y piensas que todo es así, pues entonces sigues sintiendo más lo negativo.
VE LA PARTE BLANCA DE LA HOJA
Imagina que el principio de la ansiedad fue como ver una hoja toda negra, empiezas a trabajar y lo negro se va comprimiendo, abriendo espacios blancos en las orillas, sigues trabajando y lo negro cada vez se va haciendo más pequeño, pero imagina ahora, que en todo ese tiempo, tu atención siguiera en lo negro, podrías inclusive no ver lo blanco, no notarlo, y pensar que todo sigue siendo negro, porque sólamente estás viendo el punto negro.
Lamentablemente la mente tiene esta tendencia, ya que busca mejorar y sobrevivir constantemente y para eso se enfoca en los riesgos y en las amenazas, pero con tantio esfuerzo mental, puedes empezar a reconocer todo lo blanco que ya existe en tu interior y en tu vida, poner las cosas en perspectiva, dimensionar, y reconocer tus avances y sensaciones positivas.
¿CÓMO SABER QUE YA SUPERASTE LA ANSIEDAD?
Más que pensar en superar la ansiedad, a mí me gusta pensar en que la ansiedad se transforma, pues no podemos nada más quitar algo, o dejar algo guardado en el pasado, sino que transformamos la experiencia actual en otra experiencia, y así vamos por la vida.
Transformamos la ansiedad en libertad, en paz interior, en mente clara, en amor propio. Y te puedes dar cuenta que ya has transformado o si quieres decirle, superado la ansiedad, cuando:
Recuerdas lo que te pasó como una historia, la cual puedes contar a los demás sin pena, e inclusive reírte de algunos miedos y pensamientos que tenías, puedes ver lo ilógico que eran y te parece una película.
Eres capaz de agradecer sobre lo que viviste, cuando alguien agradece una experiencia dolorosa o difícil del pasado, es entonces que la ha trascendido de verdad, ya que ve más allá de lo negativo, y es capaz de ver todo lo positivo que le trajo a su vida.
Quizás, haces algo positivo con lo que te pasó, a la mejor ayudas a otros en su camino por la ansiedad, generas más consciencia sobre el tema, o te dedicas a algo que la misma ansiedad te ayudó a descubrir de ti mismo. El dolor, cuando se transforma en altruismo, misión, pasión o proyectos, se trasciende bastante.
Le pierdes el miedo a las recaídas o a que regrese la ansiedad, pues ya viviste y confirmaste que no fue peligrosa. Hay muchas personas que se quitan las sensaciones y los pensamientos de diferentes formas, pero siguen con miedo a que regrese.
Esa no es una vida libre, esa es una vida con miedo a que regrese la ansiedad. pero si realmente le pierdes el miedo porque sabes que sí, será desagradable pero no peligrosa, si sabes identificar qué cosas te llevan a esos picos de estrés y de ansiedad, si te permites sentir, por un lado, seguramente no llegarás a las crisis elevadas de nuevo, y por el otro lado, la habrás trascendido.
Si las recaídas de la ansiedad o el que regrese te da mucho miedo, te invito a escuchar el audio donde te platico sobre esto.
EN CONCLUSIÓN
El camino para sentirnos mejor es constante, cada vez vamos descubriendo lugares más profundos que nos permiten tener consciencia de nosotros mismos y hacer las cosas que nos ayudan a sentirnos mejor. Enfócate en eso, en seguir por tu camino haciendo lo que te hace bien, valora tus avances, reconócelos y recuerda que la ansiedad no es peligrosa, que tienes permiso de volver a disfrutar tu vida y hacer lo que te gusta, de estar en el momento presente sin pensar en ella, permítete irla soltando, pues la ansiedad no se va solita, nosotros le vamos permitiendo su transformación en nuestro interior.