TODOS NECESITAMOS CARICIAS
En mi opinión, las caricias –físicas y emocionales- no han de terminar cuando uno deja de ser bebé, cuando empieza a crecer y ser un jovencito, sino que es algo que necesitamos siempre, hasta el fin de nuestros días.
Aclaro primero el término “caricias”, porque no me refiero sólo a la definición del diccionario: “demostración cariñosa que consiste en rozar suavemente con la mano el cuerpo de una persona, de un animal, etc.” y “Halago, agasajo, demostración amorosa”, sino también, y especialmente, a lo que significa en el Análisis Transaccional: “Cualquier acto o estímulo social dirigido desde un ser vivo que reconoce la existencia de otro”.
Esta última es una de las definiciones aproximadas, porque en realidad abarca bastante más. Son necesidades biológicas y psicológicas de todas las personas de ser reconocidos como tales, ser valorados, apreciados, y no ignorados. Necesitamos ser abrazados, acariciados, alentados, elogiados, atendidos… también se necesitan las sonrisas, o una señal de asentimiento, una palabra, un gesto…
“Cuando existen carencias ambientales de importancia tales como la privación de la figura maternal o paternal, el abandono, la falta de contacto físico o la desatención, etc., sea por las razones que fueran, y en función de la gravedad, uno podrá sentir ansiedad aguda, necesidad de atención y de amor, sentimientos de tristeza o miedo… esto se le queda grande a un niño y acabará convirtiéndose en un trastorno de su organización psíquica”.
Esa necesidad de caricias a cualquier precio hace que incluso uno llegue a preferir las caricias negativas antes que no tener ninguna. Hay una necesidad de tener reconocimiento por parte de los otros, y hasta se prefiere tener caricias de lástima o de rechazo antes que tener la sensación de “no existir” para los otros. Esto, por supuesto, funciona a nivel inconsciente, y eso dificulta el darse cuenta de las actitudes sorprendentes que tenemos algunas veces sin darnos cuenta.
Hay caricias positivas (adecuadas y sanas) y negativas (inadecuadas e malsanas). Las primeras son aquellas que nos hacen sentirnos bien, nos dan sensación de bienestar y aumentan nuestra autoestima. Las segundas son zarpazos más que caricias, porque nos hacen sentir mal causándonos dolor, daño moral o físico, y disminuyen nuestra autoestima.
Las caricias se pueden emitir a través del contacto físico –un beso, un abrazo, un apretón de manos, una palmada-, de lo verbal –te quiero, te deseo, te necesito-, escritas –un whatsapp, una carta-, o también gestuales –miradas, gestos, una sonrisa-.
La condición necesaria es que sean sinceras. Cuando suenan claramente a adulaciones no son creíbles y llegan a molestar. Son Falso-Positivas. Pueden estar condicionadas –“te quiero si tú…”, “te doy un beso si…”- o ser mecánicas y rutinarias –cuando se le dice cariño o guapa a todas las personas-, y este tipo de caricias entran en el lote de las negativas.
Steiner hablaba de una LEY DE ESCASEZ DE CARICIAS, y es MUY INTERESANTE conocer lo que sigue a continuación, porque en demasiadas ocasiones no somos conscientes del mal que podemos llegar a hacer sin darnos cuenta. Por lo tanto… tengamos MUCHO CUIDADO DE NO HACER o NO PENSAR del modo que voy a describir. Hay que EVITARLO y NO CAER en ello utilizándolo como una razón o como una excusa:
ERRORES EN LA KEY DE ESCASEZ DE CARICIAS:
1 - NO DES LAS CARICIAS POSITIVAS QUE CORRESPONDE
La gente que recibe elogios se echa a perder.
Que cumpla su obligación que para eso le pagan.
Si sabes que la/le quiero, para qué se lo voy a decir.
Todos los padres quieren a sus hijos, no hace falta repetirlo.
Abrazar a personas del mismo sexo es de homosexuales.
No se van a esforzar más si le felicitamos.
Hay otras cosas más importantes que estar diciendo cosas buenas.
2 – NO ACEPTES LAS CARICIAS POSITIVAS QUE MEREZCAS
Eso es de vanidosos o es falsa modestia.
Van a pensar que soy un creído.
Algo querrá cuando viene con éstas.
Si alguien me alaba es como para pensar mal.
Será falso.
No me lo merezco.
3 – NO PIDAS LAS CARICIAS POSITIVAS QUE NECESITES
Si realmente me quisiera sabría lo que necesito.
Va a pensar que busco sexo.
Yo no me rebajo a pedir. Hasta ahí podíamos llegar…
Lo podrá usar como un arma contra mí.
Tengo que ser fuerte y no depender de nadie.
Es inútil, ni siquiera me escucharía.
Se reirá de mí.
4 – NO TE DES LAS CARICIAS POSITIVAS A TI MISMO
Eso es ser narcisista.
Eso es falsa modestia o vanidad.
Pensarán que soy un creído y que me creo superior.
Es un vicio mental.
5 – NO ACEPTES LAS CARICIAS NEGATIVAS DESTRUCTORAS
Si te critican es por tu bien.
Algo habrás hecho mal para merecerlo.
Aunque te duela es por tu bien.
Te pegó por lo mucho que te quiere.
El dolor te prepara mejor para la vida.
Quien bien te quiere te hará sufrir.
Es mejor sustituir toda esa escasez de caricias por una LEY DE ABUNDANCIA DE CARICIAS que incluya estos apartados:
1 – Da abundantes caricias positivas cuando corresponda.
2 – Acepta las caricias positivas que mereces.
3 – Pide las caricias positivas que necesitas.
4 – Date caricias positivas a ti mismo.
5 – No aceptes las caricias negativas destructoras.
Este asunto de las caricias es REALMENTE IMPORTANTE. De las cosas más importantes que conozco yo. Con ellas podemos beneficiar y beneficiarnos, o perjudicar y también perjudicarnos. Recomiendo dedicarle mucha atención. Mucho cuidado. Mucho amor.
Te dejo con tus reflexiones…
