¿QUÉ ES LA CONTRADEPENDENCIA Y POR QUÉ AFECTA A TANTA GENTE?
La contradependencia es una palabra nueva que se creó para nombrar un fenómeno que también es relativamente nuevo: la tendencia al desapego afectivo por miedo.
No hace muchas décadas lo que se consideraba “normal” era estrechar los lazos con otros. Los vínculos familiares se protegían y se cultivaban, así como los lazos con la comunidad.
Actualmente sigue manteniéndose esa cercanía en los pueblos pequeños, aunque no con tanta fortaleza como antes. En cambio, en las ciudades, especialmente las más grandes, parece haber una epidemia de contradependencia. Mucha gente quiere que nadie se inmiscuya en su vida. La mayoría de las relaciones se consideran efímeras o circunstanciales. Se privilegia la vida en solitario.
“Estoy solo y no hay nadie en el espejo”.
-Jorge Luis Borges-
Aún así, también es frecuente la queja frente a la soledad. Muchos quisieran que las cosas fueran diferentes, pero tampoco están dispuestos a cambiar decididamente. Es como si se deseara que ahí estuviera el otro, pero sin los inconvenientes y contradicciones que encarna esa otredad. Ni se quiere admitir la dependencia, ni se quiere pagar el precio de la contradependencia. Esa es la paradoja.
CARACTERÍSTICAS DE LA CONTRADEPENDENCIA
Contrario a lo que se pueda pensar en primera instancia, las personas que tienen problemas de contradependencia no son solitarias, ni se aíslan ni acostumbran a tener un círculo pequeño de amigos. Todo lo contrario. El miedo a la intimidad los lleva al otro extremo. Son de los que van de reunión en reunión, de fiesta en fiesta. Están “en todo”.
La principal característica de la contradependencia es la dificultad para conectar profundamente con otro ser humano. Además de esto, también hay otros rasgos que la identifican:
• Establecen relaciones fácilmente, pero luego se detienen y no avanzan.
• Dicen sentirse “atrapados” si alguien quiere intimar con ellos.
• Se alejan de los demás sin ningún aviso previo.
• Sienten simpatía por las personas que se muestran carentes o necesitadas.
• Casi siempre están “ocupados”.
• No piden ayuda a pesar de que la necesiten.
• Huir antes que sufrir
La lógica de alguien afectado por la contradependencia se basa en la idea de que se debe evitar sufrir, a toda costa y al precio que sea. Siente que estrechar los lazos con alguien es un asunto que entraña grandes riesgos. Teme sentirse vulnerable y teme ser abandonado. Por eso se arma con un caparazón para no sentir y abandona antes de que lo dejen a él.
Los contradependientes rara vez entran en conflicto con los demás. El conflicto exige cierto grado de intimidad y de vinculación, que es precisamente lo que ellos evitan. Para los otros su actitud puede resultar muy extraña e incomprensible. Un día desaparecen, sin que haya existido un inconveniente y sin dar ninguna explicación.
Son el tipo de personas que te dicen que están más centrados en el éxito, o en sus proyectos, que en tener una relación. Consideran a esta última algo poco serio, o de poco valor. También tienen un aire de aparente superioridad. Sienten que son demasiado evolucionados como para que los demás los comprendan, o que los otros quieren aprovecharse de sus múltiples virtudes.
UN MUNDO INTERIOR INVADIDO POR EL MIEDO
Detrás de las personas que caen en la contradependencia lo que hay es miedo, con todas sus letras. Esta actitud evitativa probablemente nace de experiencias pasadas que no se han superado del todo. Particularmente, de duelos sin concluir o vivencias traumáticas durante la infancia. Se trata de personas que han sido heridas o abandonadas y que decidieron dejar de sentir para no volver a pasar por un dolor así.
El problema es que terminan por creerse su propia mentira. No les parece que tengan un problema, sino todo lo contrario: piensan que son mejores que los demás. Se trata de un mecanismo de compensación para sobrellevar su propia vulnerabilidad. Suelen ser bastante duros consigo mismos y muy severos a la hora de juzgar sus propios errores.
Las personas contradependientes se ponen muy tensas en situaciones muy personales o íntimas. Si llegan a sentir que necesitan de otro, experimentan vergüenza y se recriminan a sí mismos. También son bastante desconfiados. En general, piensan que las demás personas tienen intenciones escondidas o una agenda oculta.
En el fondo, los contradependientes sufren mucho. Sienten el vacío y la soledad, pero como están marcados por la prevención, prefieren renunciar a ser más felices, aunque tengan la oportunidad de construir relaciones positivas con otros. Lo que está claro es que estas personas necesitan comprensión, afecto y quizás ayuda profesional para romper la coraza que los atrapa.
Edith Sánchez