EL SUFRIMIENTO.
Solo yo soy responsable de mi sufrimiento. Yo decido vivir en PAZ INTERIOR o en conflicto. Es decisión personal reaccionar con sufrimiento ante un estímulo externo a mí.
Hay tres aparentes fuentes de sufrimiento:
1. Cuando el estímulo está fuera de mi control. No depende de mí cambiar la circunstancia externa. Yo puedo, sin embargo, cambiar mi actitud ante esa circunstancia y superarme. Tomo la decisión de no sufrir, elimino el conflicto que está en mí y decido vivir en PAZ INTERIOR.
2. Cuando yo puedo controlar el estímulo cambiando la circunstancia externa, haciendo ajustes en mi vida. Si permanezco en esa situación de sufrimiento estéril, terminaré maltrecho.
3. La toma de decisiones en el proceso de limpiar nuestras vidas de todo aquello que nos impide ser felices. El proceso de limpiar, de sanar actitudes, resulta muchas veces doloroso. Este sufrimiento es siempre fruto de mi conflicto interno; la lucha entre mi YO INTERNO que reclama expresión y mi ego. Si sabemos aprovechar este sufrimiento, nos libera y purifica. Sabemos que podemos superarlo, y al lograrlo tenemos garantizada la PAZ INTERIOR.
Tenemos la tendencia de responsabilizar a DIOS, a la vida, al mundo, por nuestro sufrimiento.
Es importante que aprendas que sólo tú, eres responsable de tus sufrimientos. Reconoce que no posees el poder de cambiar a otras personas. Sin embargo, tú puedes cambiar, si quieres.
Si la conducta de otros te causa dolor, ellos son responsables de tu conducta, y tú eres responsable de permitirles que su conducta te haga sufrir. No los puedes cambiar, entiéndelo bien. La solución está en tu cambio.
¿Qué te motiva a seguir sufriendo? ¿Por qué quieres estar junto a una persona que te hace sufrir? ¿Por qué permaneces en una situación de vida en tu hogar, en tu trabajo, en una amistad, en una relación amorosa, en la que hay tanto sufrimiento envuelto? Busca bien profundamente dentro de ti. Entra en el SILENCIO de tu corazón y escucha la respuesta de tu VOZ INTERIOR.
¿Será AMOR? EL AMOR comienza por el amor a ti mismo. ¿Será la voluntad de DIOS? DIOS no quiere que sufras. ¿Será por pena? ¿Por no hacer sufrir a otros? Recuerda que cada cual es responsable de su sufrimiento. ¿Será por miedo a afrontar la responsabilidad de tu vida solo? ¿A qué temes? Eres imagen y semejanza de DIOS por tanto, todo lo posees para tu FELICIDAD.
La mayor contribución que puedes hacer a la FELICIDAD de otros, es la tuya propia. Nadie puede sentirse bien, junto a una persona angustiada, amargada, quejumbrosa, dominante, triste. Por el bienestar tuyo y de los otros, TIENES LA OBLIGACIÓN MORAL DE SER FELIZ AHORA.
EL AMOR es la extensión de mi ser.
Siembra la semilla del AMOR y sus frutos serán cuantiosos.
(enviado por Gilda Valenzuela)
