BUSCAR UN PSICÓLOGO NO ES INDICATIVO DE DESEQUILIBRIO MENTAL
En algún momento de la vida pueden surgir situaciones que resultan difíciles de manejar, la presencia de alguna enfermedad normalmente hace inevitable la visita al médico, y en el caso de la salud mental ocurre lo mismo, aunque no se le presta igual atención.
Existen numerosos prejuicios sobre la disciplina de la Psicología, el mito más popular es que buscar este tipo de ayuda es para aquellos que sufren algún grado de locura. El bienestar emocional es más importante de lo que pensamos, equilibrar el control de los pensamientos, sentimientos y comportamientos, precisa de gran determinación.
¿REALMENTE ES NECESARIO UN PSICÓLOGO?
La exposición constante a diferentes tipos de dificultades, el estrés, las presiones y la vida cotidiana ajetreada, originan la necesidad de acudir a un experto para realizar evaluaciones periódicas personales, que permitan determinar la presencia de algunos síntomas.
Entre las principales señales de alerta se encuentran: la falta de control de los acontecimientos diarios, los ataques de ansiedad, la imposibilidad de solucionar problemas, la presencia de sentimientos negativos, la depresión, desconexión con actividades que antes resultaban placenteras, relaciones interpersonales inadecuadas, pensar que todo alrededor está en contra, conflictos para descansar, aislamiento, o falta de ánimo sin causa aparente.
Para solicitar el apoyo de profesionales hace falta valentía y madurez, tomar conciencia de cómo ayuda un psicólogo en el alivio de las tensiones supone un verdadero reto. Las terapias son beneficiosas, ya que promueven el autoconocimiento y el amor propio.
Asimismo, facilitan técnicas y herramientas para la resolución de conflictos, disminución de pensamientos negativos y mejor control de la vida, al evitar conductas repetitivas insanas. Si bien es cierto que los psicólogos no solucionan problemas, ofrecen la orientación y guía necesaria para elegir el camino adecuado.
EL PAPEL DEL PSIQUIATRA
La diferencia psicólogo y psiquiatra tiene diversos elementos a comparar. Por una parte, evaluar y tratar problemas, así como emplear estrategias para la modificación de conductas, emociones disfuncionales y pensamientos negativos, es la labor principal de los psicólogos. Por otro lado, la psiquiatría aborda las patologías mentales desde el punto de vista fisiológico, está facultada para prescribir fármacos o incluir cualquier otro tipo de intervención médica que sea necesaria para conseguir el equilibrio mental.
Por lo tanto, es importante mencionar que no es lo mismo acudir al psicólogo que a un psiquiatra, ya que existe una gran discrepancia en la consideración de estas disciplinas para la salud mental.
ELECCIÓN DE UN EXPERTO
La búsqueda del especialista no debe ser tomada a la ligera, valorar las credenciales, años de experiencia y capacidad profesional, son aspectos prioritarios. La compenetración entre el paciente y el terapeuta es un factor determinante para la continuidad de la terapia, ya que estar a gusto con el especialista es esencial para favorecer la comunicación.
TAMBIÉN LOS NIÑOS NECESITAN AYUDA
La transformación del niño está sujeta a muchos cambios, los padres tienen la responsabilidad de orientar y formar a los más pequeños, sin embargo, en ocasiones surgen situaciones que se escapan de las manos adultas, y la solución para determinados problemas de conducta se hace imposible.
También ocurre que los responsables de la crianza refuerzan involuntariamente comportamientos inadecuados, para estos casos, un psicólogo infantil es el especialista idóneo para comprender las acciones de los pequeños durante su crecimiento, en el entorno donde se encuentren. Es un magnífico aliado para los progenitores, quienes finalmente, tienen gran influencia en los progresos de los menores.
En fin, subestimar la asistencia de un experto para superar situaciones emocionales, muchas veces es un acto de cobardía. Es trascendental tener el valor de reconocer que los psicólogos son necesarios y hasta indispensables para encontrar el bienestar.
Tal como el abogado dedica varios años para formarse y estar preparado para defender a quien lo requiera, igualmente los expertos en salud mental han enfocado su atención en el estudio de la conducta humana. Está más equivocado quien tiene un problema y no reconoce tenerlo que aquel que toma la iniciativa de enfrentarlo y se deja ayudar.
Autor desconocido
