PARA TODO HAY UNA PRIMERA Y UNA ÚLTIMA VEZ
En mi opinión, la falta de una toma de conciencia realmente consciente de nosotros mismos, de lo que hacemos en este mundo, de todo lo que nos atañe, nos hace perdernos un montón de posibilidades de VIVIR la vida con toda la intensidad que es capaz de proporcionarnos.
Lo repito incansablemente: VIVIR requiere atención y consciencia, y no aplicamos ninguna de las dos cosas con la energía y vigilancia que se requiere.
Algo tan elemental como lo que indica el título del artículo nos pasa bastante desapercibo a pesar de que algunas frases hechas nos lo recuerdan, como por ejemplo: “Vive cada día como si fuese el último”.
¿Cuántas personas comprenden –dentro de sí, incluyéndolo en su vida- el significado de la frase?, ¿cuántas personas permanecen en ella más del tiempo que se tarda en decir “es verdad” o “tiene razón”?, ¿quién se para y para su vida hasta integrar esto en su modo de vida?
Las cosas que se viven por primera vez se han de hacer desde el Niño Libre que es capaz de sorprenderse y quedarse con los ojos abiertos sin pestañear para no perderse nada. Todo puede adquirir la categoría de maravilla. Exceptuando las cosas que son trágicas o indeseadas, para todas las demás hay que tener activada la capacidad de asombro, la emoción que provocan las novedades y las nuevas experiencias, y estar plenamente en ese momento para no perderse ninguna de las emociones y ninguno de los sentimientos que se movilicen.
Al mismo tiempo, uno ha de ser consciente de estar en un momento irrepetible. Aunque se pudiera volver a repetir lo mismo es muy posible que ya no sea lo mismo, que falte alguno de los elementos que hacen que la primera vez sea sorprendente. Y conviene llenarse del momento, sin dejar nada fuera, porque en muchos casos también es posible que sea la última vez que se puede repetir esa cosa.
A mi edad pienso muchas veces que quizás sea la última vez que pueda hacer eso que estoy haciendo. Tal vez ya no vuelva más a cualquiera de los más de 40 países que he conocido, tal vez ya no vuelva a hacer más rutas con mi quad, que esté en tal Teatro o escuche cierta música, o tal vez esta sea ésta la última que pueda ver a alguna persona y que pueda darle un abrazo.
Y esto no es un pensamiento pesimista sino todo lo contrario: es una invitación a comprender y aceptar que para todo hay una primera y una última vez y esto es y será así, y la reflexión acerca de todo esto nos ha de llevar a empezar a poner mayúsculas en nuestra VIDA para VIVIR de otro modo más atento, más intenso, más cargado de todo aquello que nos emocione. Para que VIVAMOS la VIDA como se merece. Y para que no tengamos motivos para arrepentirnos más adelante.
Te dejo con tus reflexiones…