¿ERES CAPAZ DE REÍRTE DE TI MISMO?
Es IMPRESCINDIBLE tener la capacidad de poder reírse de sí mismo. Incluso en las situaciones más complicadas. O, más que nunca, en las situaciones complicadas.
Lo he escrito varias veces: no hay que tomarse la vida demasiado en serio, las cosas demasiado en serio, ni a uno mismo en serio.
¿Estoy proponiendo la irresponsabilidad?
No
Estoy proponiendo la desdramatización.
Estoy proponiendo dejar de auto-atacarse.
Estoy proponiendo deshacerse de ese sufrimiento que es contraproducente e innecesario.
Estoy proponiendo el Amor Propio.
Nunca vas a ser perfecto. Acéptalo y asúmelo.
Nunca vas a ser el más alto, la más guapa, el mejor deportista, la más inteligente.
Eres quien eres. Acéptalo. Con tus despistes, tus facetas desconocidas, con errores, con meteduras de pata, con esos silencios de no saber qué decir. Acéptate. No es tan grave si lo ves con cariño. Eres lo único que tienes en este momento. Eres, eso sí, una materia noble a la que se pueden quitar todas las capas de miedos y complejos que se le han puesto encima. Eres un tesoro por terminar de descubrir. O sea, buena en esencia. Quiérete. No seas tan agresiva contigo, tan rigurosa y exigente, tan inquisidora o cruel. Date permiso para equivocarte y caerte.
Ríete de ti mismo.
Autor desconocido
