LA VIDA ES UN VIVERO DE ERRORES
En mi opinión, la vida es un vivero de errores donde éstos crecen y se reproducen continuamente.
Llamamos “errores” –y no siempre acertadamente- a aquellas cosas o proyectos que no salen según teníamos previsto o de acuerdo con nuestros intereses.
La vida nos va a dar la oportunidad de cometer un error tras otro.
Algunas cosas nos las enseñan bien, o podemos estudiarlas y aprenderlas, pero a otras cosas sólo podemos acceder tras cometer un “error” y deducir que ese no era el camino correcto. Es lo que tiene esto de que no nos hayan preparado para afrontar TODAS las tantísimas cosas que nos acontecen en la vida…por eso no siempre son culpa nuestra las equivocaciones: es falta de preparación.
Y tenemos que estar preparados para que así sea, para “errar” una y otra vez sin permitir que la frustración nos contagie de su pesimismo y nos afecte con su dureza. “Errar es de humanos”, se ha dicho siempre. Y con razón.
Es la posibilidad estadísticamente mayor cuando se trata de hacer cualquier cosa: hay una manera de hacerla bien y millones de maneras de hacerlo mal. De errar.
Conviene, por lo tanto, estar preparados para asumir las contradicciones sin penar, lo indeseado sin rabia, y lo doloroso… sin dolor.
Conviene -en todas las ocasiones- preservarse, ponerse a salvo de todo aquello que nos pueda afectar dolorosa e innecesariamente; conviene desdramatizar la mayoría de las cosas que nos ocurren, quitarles el poder de hacernos daño, inmunizarnos contra cualquier mal, volvernos insensibles a lo malo.
Es peligroso regodearse en la desdicha y quedarse estancado en la autocompasión o en el auto-reproche.
Las cosas no siempre salen como uno quiere. Pero, a cambio, los “errores” nos enseñan el modo en el que NO hay que hacer las cosas. Lo correcto es aprender de ello para que no se vuelva a repetir… y seguir adelante.
A un niño no se le regaña cuando está aprendiendo a andar y se cae. Y uno mismo siempre está aprendiendo a andar por el mundo.
Te dejo con tus reflexiones…