DECIDE TU LUGAR EN EL MUNDO
Un proverbio indio dice que las crisis son oportunidades. En los malos momentos es necesario que uses tu creatividad para vivir la situación de la mejor forma posible, sin que te perturbe demasiado. En este artículo te damos las claves, para enfrentarte al mal tiempo con buena cara.
30 ideas para ganar a las crisis
Las malas rachas nos obligan a cuestionarnos lo que hacemos y nos inyectan la energía de la creatividad para cambiar a mejor.
¿Te deprimes en los malos momentos? ¿Piensas que la situación actual, tardará mucho tiempo en mejorar? ¿Has perdido la esperanza de que se arregle y la confianza en los que dicen tener las soluciones? Si respondes a estas preguntas con un sí, es porque además de la crisis, estás afectado por la negatividad que esta trae consigo.
Un proverbio indio dice que las crisis son oportunidades. En los malos momentos es necesario que uses tu creatividad para vivir la situación de la mejor forma posible, sin que te perturbe demasiado. En este artículo te damos las claves, para enfrentarte al mal tiempo con buena cara.
Reinvéntate a ti mismo
Hace unos días, asistí a una charla que dio el periodista y experto en economía Aníbal Kesselman, cofundador del grupo asesor Ke Consultar, que imparte cursos y talleres, con títulos tan llamativos e impactantes como: “Pilotar en la tempestad” o “Crisis: Cómo capitalizarla para crecer”. En la conferencia se hizo la siguiente pregunta a los asistentes: ¿Realmente hay crisis? Y se dio la siguiente respuesta: Hay cambios en el mundo y en las vidas de cada uno y para adaptarnos a estos cambios, es necesario reinventarse a uno mismo.
Cada uno de nosotros, podemos vivir diferentes tipos de crisis a lo largo de nuestra vida: emocional, psicológica, sentimental, profesional, económica, de identidad, etc. y en cualquiera de ellas, necesitamos reinventarnos a nosotros mismos para salir adelante. Es importante reciclarse de vez en cuando, pero es en los malos momentos, cuando la renovación se convierte en una auténtica necesidad. Cambiar, es la mejor forma de adaptarse a los cambios, pero para lograrlo, necesitamos permitir que nuestra creatividad nos muestre el camino.
La mejor manera de adaptarte a los momentos difíciles es dejar a un lado "lo de siempre" y liberar tu creatividad.
1. Crécete ante las dificultades
Aunque parezca difícil, en los malos momentos, ver la botella medio llena es tu mejor arma. Haz un esfuerzo más y desmárcate del catastrofismo.
Te proponemos que, en lugar de apuntarte al carro del pesimismo colectivo, te desmarques y no prestes oídos a los catastrofistas. Sé positivo: en vez de preocuparte, ocúpate. Es decir, sigue trabajando y apreciando lo que tienes.
1. El optimismo te premia
En la película de dibujos animados, Monstruos S.A., los monstruos se dan cuenta que los niños crean mucha más energía a través de la risa, que con el susto o el llanto. Esto es una realidad que parece que hayamos olvidado, pues las conversaciones de todos están hoy día cargadas de un gran pesimismo y a los optimistas, parecen tildarlos de poco realistas.
2. El pesimismo confunde
Para ser realista, no es necesario caer en el pesimismo. Todo lo contrario, es habitual distorsionar la realidad cuando nos dejamos llevar por el desasosiego. Y es que a veces, dar por sentado que la situación es mala, además de no ayudarnos a salir adelante, nos confunde y acrecienta nuestro malestar.
3. Un poco más positivo...aún
Es importante ser realistas, pues la única forma de superar los problemas es ser conscientes de ellos, pero eso no significa que no podamos ser positivos. Durante las crisis, hemos de hacer un mayor esfuerzo en pensar de forma positiva, en darnos cuenta de lo que tenemos y no solo lo que nos falta, y a pesar de que las comparaciones nunca son buenas, es también el momento de ser conscientes de que hay muchas otras personas que lo están pasando peor que nosotros.
4. Stop al lamento colectivo
Es inevitable que estos días, escuchemos frases como estas: “Todo el mundo está igual (se refiere a todo está mal)”, “Es una cadena”, “Es como el efecto dominó”, “No mejorará hasta el 2010”, etc. Son opiniones que escuchamos y que hacemos nuestras para después transmitir de unos a otros, sin darnos cuenta de que estamos colaborando voluntariamente a empeorar la situación. El inconsciente colectivo es muy poderoso. Las palabras que decimos y que escuchamos, también lo son. Y si todo lo que damos y recibimos es negatividad, los resultados que obtendremos serán mucho peores.
5. Sólo nos queda salir
Está en nosotros decidir, si queremos ser un eslabón más en la cadena de pensamientos nocivos que ahora existe, o si rompemos esa cadena siendo optimistas. Si ayudamos a transferir información negativa, contribuiremos a que los demás se vean afectados, pero también nos veremos afectados nosotros. Hay otra opción mejor y es darnos cuenta de algo importante: Si estamos en crisis, solo nos queda una cosa por hacer, salir de ella.
Ponte a prueba: ¿Eres optimista?
A veces no somos conscientes de estar siendo negativos y esto nos puede llevar a deprimirnos más aún. Para saber si eres capaz de mirar con optimismo y aprender a esforzarte en ser positivo, prueba tu ánimo con este pequeño test. Si no te identificas con las siguientes afirmaciones y las consideras falsas, en lugar de verdaderas en tu vida, es bueno que seas consciente de que necesitas integrar el optimismo en tu día a día, por lo que tendrás que hacer un esfuerzo mayor.
. Creo que las épocas difíciles de mi vida me han hecho mejor persona.
. No suelo darle vueltas mentalmente a las experiencias desagradables de mi vida, una vez que ya han pasado.
. Prefiero arriesgarme a empezar en un nuevo empleo en el que gane un 25% más, aunque sea más arriesgado, que conservar mi actual empleo en el que gano menos.
. La gente dice que mi comportamiento es casi siempre asertivo.
. No me cuesta iniciar una conversación con un extraño. Nunca compruebo la cuenta ni el cambio en un restaurante.
. No suelo sentirme deprimido o abatido, con mayor frecuencia que mis amigos.
. En el trabajo suelo ser abierto y cercano con mis superiores.
. Cuando estoy con amigos suelo participar abiertamente de la conversación.
. No suelo preocuparme por pequeñas cosas, más que la mayoría de la gente que conozco.
2. Prepárate para lo que venga
¿Cómo estás viviendo ahora?Si las circunstancias cambian, tu forma de vivir también ha de cambiar, pero eso no significa vivir peor; al contrario.
Cuando las circunstancias empeoran, cada persona reacciona de una forma diferente. Unos siguen viviendo igual, sin tener en cuenta que la situación ha cambiado. La fórmula más inteligente - y se podría decir que más apasionante - es transformar los malos momentos en una oportunidad para perder el miedo: a descrubrirte, a hacer aflorar tus potencialidades, a vivir como deseas, a obtener lo mejor de la vida.
6. No niegues la realidad
Unos siguen viviendo igual, sin tener en cuenta que la situación ha cambiado. A la larga, esto repercute en su bolsillo y en su ánimo, pues se ven obligados repentinamente a dejar de hacer lo que antes hacían, lo cual influye directamente en su estado emocional. Es como si se dieran un gran susto de golpe, pues antes, cuando no quisieron darse cuenta de que las circunstancias habían empezado a cambiar, tampoco aprovecharon el tiempo para habituarse a la nueva situación.
7. No te encojas tanto
Otros reaccionan de forma totalmente contraria, ajustándose al máximo, dejando de hacer todas las actividades que no consideran básicas para sobrevivir y planeando una nueva forma de vivir auto limitándose. Este tipo de reacción, también repercute negativamente en el ánimo, pues es como si se hubieran puesto a dieta.
Ambas formas de reaccionar son distintas entre sí y sin embargo, con ellas se consigue el mismo efecto pernicioso con sus correspondientes consecuencias negativas, como son: desánimo, temor, indecisión, aburrimiento, etc. e incluso otras mucho peores: depresión, ansiedad, miedo, pérdida de ganas de vivir, etc.
8. Vive con coherencia
Hay otra forma de reaccionar mucho positiva que utiliza, el mayor de los recursos de los que disponemos en los momentos de crisis, la creatividad. Es probable que esta sea la forma más lógica de vivir coherentemente con el momento actual, pues ayuda a aminorar los efectos negativos que se producen en las situaciones en las que sentimos que estamos pendientes de un hilo, por la causa que sea.
9. Confía en tu fuerza
Cuando las cosas se ponen feas, es cuando más conscientes debemos ser de la gran capacidad que tenemos para salir adelante. Algunos lo llaman “resiliencia” y así es, pero sobre todo se trata de aprender que los resultados dependen directamente de nosotros, aun cuando la suerte no nos acompañe. Es como decir: “Bien, la situación no ayuda, la suerte no está de mi parte, los vientos parecen soplar en contra, pero aún así, soy capaz de crear por mí mismo nuevas oportunidades de crecimiento, donde antes no las había.”
10. Tu situación es diferente
Lo primero es darte cuenta que tu situación es diferente y no es comparable con la de ninguna de las personas que conoces, pero no es única. Todos estamos pasando, hemos pasado, o pasaremos por circunstancias parecidas, pero no es en las similitudes en lo que has de fijarte, sino en las diferencias, pues es en ellas donde vas a encontrar tus propios recursos. No compares tu situación con la de nadie. No pienses que algunos han sabido salir adelante y tú no. Tampoco pienses que tú estás peor que los demás porque hay algo que ellos tienen que a ti te falta. Caer en este tipo de comparaciones puede ser muy dañino para ti en los momentos de crisis.
11. Haz cosas nuevas
Lo que necesitas es precisamente todo lo contrario. Date cuenta de qué tienes tú que los demás no tienen. ¿Qué cosas son, las que tú eres capaz de hacer que otros no pueden? Pensar en lo que te convierte en un ser diferente de los demás, te ayudará a cambiar y a encontrar un nuevo camino. Como dice la frase: “Si quieres cosas nuevas, haz cosas nuevas”. La idea es modificar tu actitud, tus hábitos y tu forma de vivir, pero siempre desde tu propia mirada y perspectiva, sirviéndote de las experiencias ajenas para aprender de ellas, pero no para hacer comparaciones que solo conseguirán desanimarte.
Los cambios no tienen por qué ser malos. Búscales el lado positivo.
3. Derrocha creatividad
Las crisis, son una sacudida que nos da la vida para que reaccionemos y nos cuestionemos si estamos haciendo lo que en verdad nos gusta. Son el mejor momento para recuperar ciertos recursos que teníamos olvidados o en desus
.
Veamos cómo podemos utilizar la creatividad para vivir coherentemente con la situación de crisis. Te aportamos algunas ideas que, por su simpleza, producen mayores resultados positivos y además, abren a nuevas posibilidades y perspectivas.
12. Renuévate
Había una vez un asno al que su amo quiso asesinar, tirándolo a un pozo y cubriéndolo de piedras. El animal, a pesar del momento tan terrible que estaba viviendo, tuvo paciencia para esperar a que cayeran poco a poco todas las piedras hasta que se hizo una montaña lo suficientemente alta, que le sirvió para salir del pozo. Esto es solo un cuento, pero nos dice mucho acerca de cómo podemos desarrollar nuestra creatividad para salir adelante.
13. Aprende a pensar mejor
Tu creatividad no tiene límites y si crees que sí, es porque no sabes que desarrollarla es cuestión de práctica, como casi todo en la vida. Lo primero que necesitas, es aprender a pensar mejor. Y fíjate que no digo pensar más, sino pensar mejor de lo que solemos hacerlo en los momentos duros. Corregir tus pensamientos negativos por otros positivos, provoca un efecto rápido dentro de ti y en tu entorno. Tu pensamiento positivo convertido después en acción, puede cambiar tu mundo y la situación en la que vives.
14. Recupera tu singularidad
Descubre aquellos recursos que estaban oxidados y dales un lavado de cara a tus ideas. Recupera las habilidades que siempre has tenido y que te hacen especial y diferente. Todos las tenemos, pero hay que atreverse a mostrárselas a los demás. Esfuérzate en cambiar, en renovarte, en ser el mejor en la actividad que realices. Examínate a ti mismo en esta nueva situación.
