15. Actualízate
En la charla, se nos dio un folio en blanco y se nos pidió que lo arrugásemos hasta hacer con él una bola. Después, se nos pidió que lo estirásemos de nuevo, intentando dejar el papel exactamente igual que antes. Tras intentarlo, pudimos comprobar que el folio estaba muy arrugado y era imposible dejarlo como antes. En las crisis, aprendemos también que hay ciertas cosas que ya nunca volverán a ser igual y quizá esto, no sea tan malo como nos pueda parecer en un principio. Si nos ocupamos en actualizarnos, nos adaptaremos mejor a la nueva situación y si usamos las nuevas herramientas que se nos presentan en el camino, no nos parecerá tan terrible. La frase memorable que dice: “Renovarse o morir”, cobra ahora nueva vida en todos nosotros.
16. Aprovéchate de Internet
Es cierto que hay personas que trabajan aún sin usar un ordenador, sin embargo, no tardarán mucho en notar que se quedan atrás en la carrera. En la actualidad, internet es la base de la comunicación en el trabajo y también en lo personal. Aprender a usar esta herramienta significa vivir según el momento actual y no permitir que el paso del tiempo nos arrincone. Según explicó Aníbal Kesselman, “El desarrollo de la comunicación de persona a persona, a través de las formas que la tecnología desarrolla día a día, está llegando a un grado en que, no solo los jóvenes se citarán para un "botellón", sino que todas las personas se transformarán en una enorme red social, logrando con la fuerza de una multitud que ruede, todo aquello que hoy parece inamovible.”
17. Da importancia a tus ideas
Son tu mayor y más importante recurso, pues en ellas se concentran los resultados de tu creatividad. Si hasta ahora no lo has hecho, empieza a valorarlas, pues un país crece gracias a las ideas de sus habitantes.¿Qué te gustaría hacer?: Si tu trabajo no te satisface, aprovecha el momento para intentar aquello que siempre quisiste hacer, pues cuanto más hemos perdido, menos nos queda que perder.
18. Crea una cadena de favores
Apoyar a los que comparten contigo tus ideas, tu trabajo o tu forma de hacerlo, tus habilidades y capacidades, o aquellas otras que sean de tu interés y sentirte apoyado por ellos, es crear una cadena de energía positiva. Cuanto más das, más y mejores resultados recibes.
19. Comparte inquietudes
Agrúpate: Como dice Aníbal Kesselman: “Un buen par de patadas en el culo mueven a cualquiera, imagina lo que sería, patear culos con una bota de millones de pies.” El problema es que estamos demasiado acostumbrados a salir adelante por nuestra cuenta, pero en los momentos difíciles, todos necesitamos de todos y muchas veces las soluciones se encuentran en la agrupación, en el hecho de compartir preocupaciones y coordinar ideas.
20. Busca ayuda e información
En los ayuntamientos, las asociaciones de empresarios, las consultorías, o en cualquier otro tipo de agrupación donde creas que pueden ayudarte. No te avergüences de pedir ayuda. Aunque creas que tu caso es especial, seguro que ya han oído antes algo parecido.
21. Prueba el gratis total
Si tu bolsillo está en baja forma, hay múltiples actividades que puedes realizar sin gastar un euro. Infórmate en tu centro social o cultural más cercano. Hay múltiples actividades que te resultarán igual de gratificantes: Una sesión de cine temático, una charla informativa, un taller o curso gratuito, etc.
22. Hazte regalos que no puedes comprar en una tienda
Dedica un día entero a ti mismo o bien, disfrútalo con tus verdaderos amigos. Da un buen paseo, pasa un día en el campo, o dedícalo a tu familia. Ve a la biblioteca y coge un par de buenos libros o regálate una conversación interesante con alguien que tenga cosas que aportar.
4. Encuentra tu sitio bajo el sol
¿Dónde quieres estar el resto de tu vida? Bueno...al menos en los próximos meses. Este es el mejor momento para decidir aproximarte a tus objetivos.
Recuerda que la vida a veces funciona como un bumerán: lo que hacemos siempre se nos devuelve. Encontrar lo que puedes aportar a los demás, al mundo, refuerza tu ánimo y te hace sentir que estás en el lugar adecuado y que formas parte de un conjunto de personas que respetan sus diferencias y están en situación parecida a la tuya.
23. Practica la relajación y la meditación
No subestimes este consejo: es importante para no perderte en el temor y en la duda. En los momentos malos, estamos más sensibles y nos volvemos muy vulnerables, por eso, hemos de cuidar más y mejor de nosotros mismos.
24. Ten espíritu crítico
Ojo, porque eso significa discernir, valorar tu responsabilidad y la de otros, crearte un criterio. Culpabilizar o quejarse no sirve de nada
25. Sé justo contigo mismo
En los malos momentos es cuando más inflexibles somos con nosotros mismos. Que las cosas no estén saliendo todo lo bien que desearíamos, va minando nuestra auto estima, hasta conseguir que cada vez nos sintamos peor en nuestra piel. Sobre todo, no te sientas culpable y cuida que tus críticas sean siempre constructivas y aporten algo. Si no tienes nada que aportar, es mejor optar por el silencio y la observación.
26. Celebra los mínimos logros
Es necesario que darse cuenta que si las cosas han cambiado, los resultados por fuerza también tienen que cambiar. Puede que antes, cuando conseguías algo grande, no tuvieras tiempo de pararte a valorar los pequeños logros pero ahora, teniendo en cuenta la situación, esos resultados se convierten en algo digno de celebrarse. Cambia tu mentalidad, amplía tu forma de mirar y de ver los resultados porque aquello que antes resultaba fácil, ahora es un gran paso adelante. Aprende a apreciarlos y a valorarlos en su justa medida. En los momentos de crisis, las cosas parecen regresar hasta nosotros con otro valor y es justo, saber apreciar la diferencia.
27. Premia tu esfuerzo
Valorar lo conseguido debe tener una consecuencia. ¿Hace cuanto que no te concedes a ti mismo un premio? No tienes que esperar a que te premien otros, ni realizar una hazaña para premiarte. ¿Acaso no son lo suficientemente importantes, tus logros y objetivos conseguidos? Deberías premiarte incluso si no los consigues, solo por haberlos intentado. Tú, mejor que nadie, sabes cuándo te lo mereces y seguro que ahora, es el mejor momento. Prémiate por lo conseguido en momentos especiales como este, porque lo que consigues cuando las cosas no son fáciles, es mucho más digno de mención pues ha requerido un mayor esfuerzo de tu parte. Si además te encuentras en un momento crítico, prémiate porque además del esfuerzo, te enfrentaste al problema sintiéndote vulnerable y cansado.
28. Regala tus diferencias
Regálales a los demás lo que tienes de diferente. Ayúdales en aquellas cosas que puedas aportarles, que son realmente tuyas. Quizá puedas regalar una buena cena cocinada por ti o simplemente tu agradable compañía en un sencillo paseo; puedes aportar tus sugerencias en una conversación o compartir unas risas con alguien.
29. Ayuda y ayúdate
Puedes hacer correr la voz de las habilidades de otros, entre tus conocidos, para ayudarles también a ellos a salir adelante. O quizá unirte a un grupo de personas para colaborar de alguna forma y ayudaros mutuamente. Encontrar lo que puedes aportar a los demás refuerza tu ánimo y te hace ver que formas parte de un conjunto de personas que respetan sus diferencias, cuando están pasando por una situación parecida a la tuya. A veces, el fuerte sentimiento de pertenencia que todos tenemos, nos evita regalar nuestras más especiales virtudes, como si temiéramos que alguien nos pudiera robar o copiar, esa forma especial que tenemos de hacer ciertas cosas. Esto no es posible porque cada uno es como es y tiene su forma privada y distinta de actuar. Y si todos nos regalásemos entre sí nuestras diferencias, el mundo sería sin duda un lugar más variado y enriquecedor.
30. Encuentra tu lugar en el mundo
El trabajo es una parte muy importante de la vida, a la que dedicamos el mismo tiempo que a dormir por las noches y en ocasiones, mucho más, por eso es imprescindible que te sientas satisfecho con aquello a lo que vas a dedicar tu vida. Quizá, a partir de ahora, debas aprender a trabajar de otra manera, a comportarte o a pensar de otra manera, en cualquier caso, decidir hacia dónde quieres dirigirte y aprovechar este momento para replantearte algunas de las actividades que has estado haciendo hasta ahora, es una actitud sana de limpieza y liberación. Es posible que te apetezca un cambio o quizá aproveches el momento para intentar aquello que nunca te habías atrevido ni a plantearte, o para mejorar lo que has estado haciendo hasta ahora con el aporte de nuevas ideas y renovación. Sea como sea, encontrar tu lugar en el mundo es cuestión de decidir, dónde quieres estar a partir de ahora. ¿Y qué mejor momento que éste para planteártelo?
Regala a los demás tu singuralidad y tus diferencias, tu modo distinto de vivir, de ver la vida. Regálales tu sonrisa.
Mar Cantero Sánchez
Escritora y Coach literaria
