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 CRECER SIN UN PADRE O UNA MADRE:¿CÓMO SUPERAR LA CARENCIA DE UNA FIGURA PARENTAL



Octubre 24, 2019, 10:03:44 am
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CRECER SIN UN PADRE O UNA MADRE: ¿CÓMO SUPERAR LA CARENCIA DE UNA FIGURA PARENTAL EN LA INFANCIA?

Irene Paola Garza Del Valle


Lo esperado o el ideal social es que los menores crezcan y vivan dentro de una familia conformada por un padre y una madre y de esa manera tengan presentes a ambas figuras parentales a lo largo de su educación , desarrollo, y en general, en su vida. Sin embargo, ese simplemente es un ideal, pues la variedad de tipos de familias y de situaciones que cada menor en realidad vive son bastante amplias y diversas. Muchos menores también crecen o han crecido y han sido o son educados únicamente por uno de sus progenitores. Aunque es más frecuente la ausencia de un padre, también muchos niños y niñas han tenido que crecer y vivir sin una figura materna. Sea cual sea el caso, si es tu situación personal y has vivido esta experiencia en carne propia, el tener que crecer sin un padre o una madre a tu lado o si  tal vez, alguien cercano a ti ha tenido que afrontar una situación así, seguramente reconoces que esta carencia conlleva retos a nivel social, pero sobre todo a nivel emocional y mental.

Personalmente, viví esta experiencia, crecí sin una figura paterna y por mucho tiempo fue una situación que me resultó dolorosa e incomprensible. Influyó y afectó  mi relación conmigo misma, mi autoestima, mi relación con los demás y en general en la forma en que veía e interpretaba mi mundo y las situaciones de mi día a día. También, ahora como terapeuta puedo observar y palpar la gran influencia, el dolor y los retos a nivel intra e interpersonal que conlleva el no haber tenido un padre o una madre en la infancia, por la circunstancia que fuera (una muerte, un divorcio, el abandono o el rechazo a hacerse cargo  del rol parental, el desconocimiento de la paternidad/ etc).

Una madre o un padre ausente no es sólo la ausencia física de una figura que esperábamos tener en nuestras vidas, sino también puede llegar a ser una ausencia emocional,  es decir aquellos padres y madres que aún estando físicamente no han sabido como conectarse y relacionarse con sus hijos y ejercer su rol de una manera cercana, afectiva y amorosa. La ausencia psicológica también puede producir y generar diversos e incluso los mismos efectos emocionales en niños(as) y adolescentes que una ausencia  y una carencia física.

Al hecho de tener que vivir con esa ausencia, se le suma la presión social de los estereotipos de familia “ideal”  o normal (un padre, una madre y sus hijos). Estos mitos y estereotipos hacen aún más dolorosa la ausencia y el duelo que las personas viven al no tener ese pilar y esa figura base en sus vidas. Se crece así, con un pensamiento y la creencia de que nuestra familia esta incompleta, que es anormal y que hay algo malo en ella, con creencias como: “me falta algo” , “estoy incompleto(a)” y/0 “ tengo que luchar  a lo largo de la vida por cubrir esa carencia o esa parte que falta”.

 A continuación, me gustaría mencionar algunas de las consecuencias principales de crecer con la carencia de una figura parental en la infancia:


CONSECUENCIAS EMOCIONALES

Sentimientos de soledad, tristeza y nostalgia

Sentimientos de culpa y auto reproche

Sentimientos de enojo, ira y rencor.

Desarrollo de un apego inseguro y/o de desapego afectivo que genera inseguridad a la hora de relacionarse con los otros.

Dependencia y necesidad afectiva hacia los otros.

 

CONSECUENCIASL RELACIONALES

Como consecuencia del apego inseguro las personas desarrollan inseguridad a la hora de establecer relaciones con los otros.

Relaciones basadas en el temor al abandono, la inseguridad y la falta de confianza en el otro.

Posiblemente se desarrolle una grande dependencia a familiares, amistades y parejas.

Reacciones excesivas cuando las otras personas no están disponibles o no hacen lo que quieres o esperas de ellos.

Actitudes y comportamientos de dejarte a un lado o en segundo término, con tal de priorizar las necesidades y deseos del otro y así minimizar las posibilidades de que te abandonen o te dejen o te rechacen.

¿Cómo puedo ayudarle a mi hija o  a mi hijo (s) a superar  y manejar efectivamente la ausencia de su padre/su madre?

Seguramente, tienes una gran preocupación de cómo pueda afectar esta ausencia-carencia a tu hijo(a), tanto emocional, como socialmente. También seguramente vivas con esta sensación de cargar con el paquete solo(a) y esta presión a cometer la menor cantidad de errores posibles. Primero quiero felicitarte, por que el simple hecho de criar a tus hijos por tu cuenta, sin ayuda alguna habla de la gran madre o padre que eres. Aquí te daré un par de consejos de como puedes lidiar con esta situación, sintiendo mayor seguridad en el proceso:

Ejerce una maternidad/paternidad realista: No puedes solucionar todos los problemas de la vida de tu hijo(a)s, no eres responsable de que sienta o deje de sentir dolor, no vas a poder hacerte cargo de sus emociones y evitar que en cierto punto sienta dolor por esa ausencia y de que tenga que afrontarla y superarla.  Si, puedes ser su apoyo, esa persona en la que pueda confiar, hablar cuando quiera hablar y de la cual también pueda recibir espacio cuando necesite estar por su cuenta y no quiera tocar el tema. Muchos papás o madres quieren darle todo a sus hijos con tal de “suplir” esa carencia. Pero esa no es la solución, la solución más bien radica en aceptar y ayudarlo a aceptar que ningún objeto material que le compres o le des va a eliminar ese deseo de querer un padre o una madre en su vida.

Ayuda a tu hijo/a  que logre no tomarse esa ausencia o esa carencia personal: Ayúdalo a que la falta de esta figura parental no la internalice como una falta de valor en sí mismo. Es importante fomentar una alta autoestima para que no se sienta avergonzado e incluso culpable de esa ausencia. Explícale que no es culpa suya, ni una muerte, ni un divorcio, ni que su padre/madre haya decidido no formar parte de la familia. Explícale en caso de divorcio o separación, que han sido las diferencias entre ustedes como adultos  y que no han sido ocasionadas  por él.

Fomenta una comunicación libre: permite que se exprese emocionalmente, busca ayuda profesional si esto llega a ser necesario. No le envíes mensajes limitantes como: “no tienes porqué llorar” o “tienes que estar bien”.  Se vale llorar, se vale que este triste, simplemente hay que estar al pendiente de que ese duelo, ese proceso no se prolongue o vaya empeorando. Es importante que pueda liberar y sacar todo lo que le hace daño y le genera malestar emocional ante esta ausencia en su vida. La ayuda de un psicólogo es siempre importante, ayuda a  que los menores entiendan de una manera más objetiva la situación, ayudan a que liberen sus sentimientos y emociones, a que los menores tengan habilidades y herramientas personales para superar y reparar el daño y el dolor producto de esa carencia, así previniendo y/o minimizando las consecuencias a nivel emocional y social en etapas posteriores como la adolescencia y la adultez.

Predica y enseña con el ejemplo: un padre o una madre que no perdonan a su ex pareja , harán difícil también el proceso de perdón de su hijo. Los niños son esponjas y copian nuestras reacciones y nuestra manera de lidiar y enfrentar las situaciones. Si nosotros perdonamos y no guardamos rencor y enfrentamos esta ausencia con resiliencia nuestros hijos reaccionaran de la misma manera, desde una postura más asertiva y equilibrada.

¿Cómo puedo afrontar una ausencia parental que sufrí en la infancia y en la adolescencia ahora que soy un adulto?

La clave está en liberarte del rencor y perdonar:  no hay mayor liberación que perdonar al otro y no hay mayor atadura que mantener el rencor. Suena muy trillado, pero de verdad, al menos en mi experiencia, cuando decidí soltar el rencor y el dolor, me sentí liberada, y pude afrontar de una manera más efectiva esta ausencia en la infancia.

Busca entender de donde viene la ausencia: Muchas veces no entendemos que nuestra madre o nuestro padre también vivieron una infancia dura, una carencia o una ausencia y que de ahí viene esa incapacidad de ejercer de una manera asertiva y efectiva su maternidad/paternidad. No te digo que justifiques sus acciones, estoy de acuerdo en que muchas personas no tienen la mejor infancia y aun así se convierten en excelentes padres, su “no tan feliz” historia de vida  los motiva para no cometer los mismos errores con sus hijos y para ser los padres/madres que ellos hubieran deseado tener. Pero, entender de donde viene esta actitud  y esta falta de disponibilidad para ser madre o padre, puede ayudarte a procesar mejor esa situación. Es muy posible, que un padre/madre ausente no dispusiera de adecuadas habilidades personales, de una buena autoestima, de un equilibrio interno que le permitiera ver sus errores, sus miedos y sus propias carencias.

Dejar de aferrarte a la idea de lo que hubiera sido: Muchas veces pensamos en ese ideal de lo que hubiera sido, pero tal vez tener a esa persona en nuestras vidas no hubiera sido tan bueno como creemos,  o tal y como lo imaginamos, a veces las ausencias suman en nuestra auto-construcción personal. Las cosas pasan por algo!

Cambia el enfoque de la ausencia por el enfoque de la presencia:  Si no tuviste a tu padre o a tu madre, lo más probable es que tu figura de apego más saludable y significativa fueran otros: tu madre o tu padre, tus abuelos o incluso tus amigos o parejas a medida que crecías. Enfócate en esas personas que si han estado presentes, que han compartido momentos positivos, que han dado de si y que han decidido quedarse a tu lado sumando en tu vida.  Reconoce a quienes si han estado y si han cumplido su rol e incluso han hecho un doble esfuerzo por ayudarte a ser feliz.

Elimina el estereotipo de que la carencia o la ausencia de un padre/madre generan efectos negativos: A veces estamos enfocados en esa idea social de que a falta de una madre o un padre generamos carencias, que nos las creamos a nosotros mismos. No siempre es así, a veces las carencias ayudan, a veces esa falta es mas sana para la crianza del niño cuando ese padre  o esa madre. no tiene la salud mental o las capacidades para ejercer una paternidad o una maternidad positiva.

Sana la carencia desde ti y para ti: Deja de buscar ese padre o esa madre  ausente en otros (amigos, parejas) y conviértete en un adulto responsable que satisface sus propios deseos y necesidades y que de esa manera no espera que otros cubran sus carencias emocionales y sufre en el proceso de no recibir todo lo que espera.

Busca construir una personalidad resiliente: Visualiza como la carencia y la ausencia ha ayudado en tu fortaleza personal, en tu carácter, en quien hoy por hoy eres, sabes que has sobrevivido esa ausencia, sabes que una ausencia no te mata, ¿duele? sí, pero no te mata.  Esta situación de cierta manera te ha vuelto resiliente, día a día haces todo para funcionar, seguir adelante y ser feliz, o al menos estas en ese proceso.

 

En conclusión, lo más importante es que recuerdes  no reproducir esa ausencia, no te abandones a ti mismo, valórate y se una figura presente en tu propia vida. Muchas veces en esta intensa búsqueda de reconocimiento, de ser vistos, de ser cuidados y amados, dejamos de darnos todo eso a nosotros mismos. La búsqueda esta dentro de ti, no en los demás, y hasta que no te cuides y te conviertas en esa figura trascendental en tu vida, no podrás relacionarte de manera equitativa y satisfactoria con los demás.

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