10 INCREÍBLES BENEFICIOS PSICOLÓGICOS Y SOCIALES DE SONREÍR
Pau F. Navarro
Dicen que el sexo mueve el mundo, pero una sonrisa quizás no se quede muy atrás.
Probablemente la más famosa sea la de la Mona Lisa. A mí personalmente me divierte más la sonrisa del Joker o la que esbozo cuando alguien repite el dicho de que se necesitan 62 músculos para enfadarse y 26 para sonreír, puesto que sólo tenemos 43 músculos faciales.
Sea como sea, parece ser que sonreír tiene más implicaciones de las que inicialmente podrías pensar. Se ha comprobado que incluso los fetos sonríen en el útero, o que bebés invidentes también lo hacen al reconocer la voz de un humano. Esto evidencia que se trata de un mecanismo innato que vamos perdiendo con el tiempo, ya que mientras los niños sonríen una media de 400 veces al día, tan sólo un 33% de los adultos lo hace más de 20.
En este artículo encontrarás los 10 beneficios psicológicos y sociales más importantes de la sonrisa. La mayoría de ellos sólo aparecen cuando la sonrisa es genuina: la conocida como sonrisa de Duchenne, la mejor representación externa de gozo.
Es posible diferenciar una sonrisa Duchenne de una falsa porque en la verdadera las mejillas y los extremos de la boca se levantan, se muestran los dientes y se forman arrugas en los lados de los ojos. Creo que pocas veces verás una de éstas en un político.
LOS BENEFICIOS DE SONREÍR
1. Sonreír para ser más feliz
Para empezar, sonreír tiene un efecto muy positivo sobre ti mismo. La propiocepción es un sistema de comunicación de doble sentido entre tu cerebro y tu cuerpo. La vía conocida es la que va del cerebro a tus músculos cuando algo te pone contento y tu cerebro le da la orden a tu cara de que sonría.
Sin embargo también existe la vía de comunicación contraria: si sonríes, incluso aunque no sea genuinamente, tu cerebro también recibe esa información de los músculos. Entiende que estás sonriendo y que por lo tanto hay algo que debe estar poniéndote contento, así que para ser congruente su estado emocional empieza a cambiar hacia el optimismo. Comenzarás a sentirte más alegre.
Esta teoría de la retroalimentación facial ya la apuntó el mismo padre de la evolución, Charles Darwin, constatando que incluso la simulación de una emoción podía provocarla realmente en nuestra mente.
Cuando sonríes el cerebro interpreta que estás contento y libera sustancias capaces de alegrarte, como demuestra esta recopilación de estudios. En una de las investigaciones que aparecen, unos participantes debían sostener durante un rato un lápiz con la boca de forma que se les dibujara una falsa sonrisa. Al terminar, la mayoría confirmó que les había mejorado el humor.
Incluso existe el efecto contrarío. Un reciente estudio demostró que la gente que se inyecta Botox en las patas de gallo y pierde la capacidad de sonreír con naturalidad tiene más tendencia a deprimirse.
Intenta sonreír un poco más incluso en los días tristes: empezarás a sentirte mejor.
2. Sonreír para provocar emociones positivas
Sonreír no sólo te alegra a ti, sino que también envía la señal a aquellos que te rodean de que eres una persona social, confiable y cercana. Y además es evolutivamente contagioso.
Te habrás dado cuenta de que cuando sonríes a alguien, incluso a un desconocido por la calle, es probable que te devuelva la sonrisa. En realidad la mitad de la gente devuelve la sonrisa a un extraño, tal y como se demostró en este estudio.
Aunque creas que eso ocurre por cortesía, realmente es por el efecto de las neuronas espejo y la reciprocidad. Cuando te devuelven la sonrisa, lo que consigues con esto es inducir un cambio positivo en el estado emocional de esa persona. Y eso es muy beneficioso porque inconscientemente asociará esa sensación con tu presencia.
Y un estudio de la universidad de Harvard evidenció que cuando alguien está contento, la gente cercana tiene un 25% más de probabilidades de ponerse contento también.
En resumen: cuando sonríes, te sientes bien. Cuando los demás te ven, sonríen también. Y cuando sonríen, se sienten bien.
Sonríe a los demás sin motivo. Harás más amigos.
3. Sonreír para que confíen en ti
Una sonrisa auténtica es una señal de que somos alguien en quien se puede confiar. Se ha comprobado en este estudio que cuando las personas cooperan tienden a mostrar más sonrisas genuinas, y eso a su vez hace que sean percibidas como más generosas y extrovertidas.
Pero sonreír también provoca que nos apetezca confiar más en la gente: en un estudio de 2001 se demostró que las personas eran un 10% más propensas a confiar en otra persona si ésta estaba sonriendo
Mientras que una sonrisa nos presenta como personas amistosas y sociales, las personas que no sonríen son percibidas como más amenazantes e incluso más poderosas, lo que puede resultar útil para ciertos individuos que quieren mantener la distancia y la imagen de un estatus superior.
4. Sonreír para que te perdonen
Resulta que también solemos tratar con más condescendencia a la gente que, tras cometer un error o hacer algo malo, sonríen.
En este estudio de 1995 se demostró que no es necesario que la sonrisa sea real y que funciona incluso cuando la sonrisa es falsa. Probablemente la causa sea que, como has visto en el punto anterior, cuando alguien sonríe después de equivocarse nos trasmite la sensación de ser más honesta.
Personalmente creo que también es debido a que la sonrisa es evolutivamente un signo de sumisión que disminuye la agresividad del ganador de una pelea hacia el perdedor. Por lo tanto si te ven sonreír después de que te hayas equivocado conseguirás que la hostilidad de los demás se reduzca.
En situaciones embarazosas también hay estudios que han demostrado que bajar la mirada con arrepentimiento y sonreír ligeramente estrecha los lazos sociales con los demás para que empaticen con nosotros, por lo que sirve para que nos perdonen más rápidamente.
Así que recuerda: cuando cometas algún error, intenta sonreír discretamente y quizás logres salirte con la tuya 😉
5. Sonreír para encontrar soluciones
Las personas bajo presión o en condiciones de estrés tienden a reducir su visión periférica y centrarse tan sólo en lo que tienen enfrente, el efecto llamado como visión túnel. Y no tan sólo ocurre a nivel visual, sino que a nivel resolutivo también dejamos de contemplar ideas más allá de las que tenemos delante de las narices.
Lo que ocurre es que a menudo, para solucionar algo necesitamos pensar de forma más abstracta y considerar también otras propuestas menos convencionales.
En esas ocasiones, sonreír puede reducir nuestra estrechez de miras e incrementar nuestra flexibilidad e imaginación, que es precisamente lo que nos conviene. En un estudio de 2010 los participantes que sonreían sacaron mejor puntuación en tareas que requerían una visión más global de los problemas.
¿Encallado en algo? Acuérdate de sonreír mientras buscas la solución.
6. Sonreír para seducir
Seguramente las mujeres sean muy conscientes de esto, pero con datos empíricos sabe mejor.
En un estudio de 1985 los psicólogos comprobaron el increíble efecto de la sonrisa femenina sobre los hombres, incluso por encima del contacto visual. En esta investigación, cuando la mujer estableció sólo contacto visual con los hombres fue abordada en un 20% de los casos. Cuando esa misma mujer añadió una sonrisa, el porcentaje subió hasta el 60%.
Sin embargo esto no funciona al revés. Así como la sonrisa incrementa el atractivo de la mujer frente el hombre (y seguramente también reduce el miedo de éste a ser rechazado si se acerca) parece ser que la sonrisa del hombre no es tan atractiva. Este estudio evidenció que los hombres resultan más atractivos para ellas cuando se muestran orgullosos o incluso avergonzados en lugar de contentos.
Mientras que sonreír y expresar contento era la emoción más atractiva en las mujeres, ocurría todo lo contrarío en los hombres. Parece ser que sonreír menos resulta masculino y eso atrae al sexo femenino, pero yo en el caso de los hombres no dejaría de sonreír porque una ligera sonrisa que exprese orgullo o picardía también puede resultar muy atractiva.
A la vez, un reciente estudio que describo en el artículo sobre los errores más frecuentes en las relaciones sociales también demostró que cuando vemos una cara atractiva se nos activa una región del córtex orbitofrontal relacionada con la recompensa sensitiva. Pero esta investigación también descubrió que cuando la cara que está sonriendo, dicha zona todavía se activa de forma más potente.
7. Sonreír para mentir
Si las sonrisas verdaderas transmiten honestidad y confianza sería lógico presuponer que es difícil que alguien nos consiga engañar con una sonrisa falsa.
Sin embargo la realidad es que hasta un 80% de las personas son capaces de fingir el estrechamiento de los ojos que ocurre en las sonrisas Duchenne. Por lo tanto, a pesar de que no es sencillo fingir perfectamente una sonrisa verdadera porque también tiene unos tiempos determinados (tarda más tiempo en formarse que una real), sí que se puede usar para mentir y ocultar lo que realmente pensamos.
Si quieres usar el enorme poder de la sonrisa para engañar a alguien, recuerda que las sonrisas que toman forma más lentamente -medio segundo frente una décima de segundo en las falsa- son percibidas como más fiables y auténticas (fuente).
8. Sonreír para ganar dinero
En un estudio realizado en camareras evidenció que obtenían más propinas cuando sonreían a los clientes. Parece lógico dado que sonreír provoca emociones positivas en los demás y nos hace parecer más honestos y transparentes.
Sin embargo, en las profesiones en las que se exige sonreír de forma constante, como azafatas, animadoras y demás, ocurre un fenómeno conocido como trabajo emocional que puede llegar a agotar y causar burnout debido a que existe una contradicción constante entre las emociones reales y las que se muestran.
Si trabajas de cara al público y quieres ganar un dinero extra, sonríe un poco más. Pero no te excedas o quizás lo acabes pagando.
9. Sonreír para mejorar la salud
Algunos estudios científicos han probado que sonreír libera endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo. También se ha asociado la sonrisa a la reducción de los niveles de hormonas causantes del estrés (adrenalina, cortisol y dopamina) y la disminución de la presión arterial. Podría decirse que sonreír es un casi un fármaco natural.
Y no sólo ahí se limitan sus beneficios. Tan sólo por el mero hecho de ver a alguien sonriéndonos, un curioso estudio afirma que generamos niveles de estimulación sobre nuestro cerebro y corazón parecidos a los que recibiríamos si comiéramos 2.000 tabletas de chocolate o ganáramos 12.000 euros.
El nivel de placer depende de todas formas de quién nos sonría: es muy alto si se trata del rostro de un bebé o de un famoso, elevado si es un familiar o un amigo, y bastante más bajo si se trata de un político.
El estudio concluye que ver una sonrisa sincera puede crear en nosotros una sensación placentera superior a la de tener sexo, comer chocolate o ir de compras, en ese orden. Así que sonríe y empatiza con la gente que lo esté pasando mal: no sólo les apoyarás, sino que también les aliviarás el dolor.
10. Sonreír para vivir más
En una de las investigaciones más sorprendentes que he leído últimamente se estableció una correlación entre la sonrisa y la longevidad. En ella, se estudiaron las fotos de los jugadores de béisbol de la liga americana del año 52 y se observó como aquellos que aparecían sonriendo vivieron un promedio de 7 años más que aquellos que se retrataron con gesto serio.
Realmente dudo que la sonrisa fuera la causante directa de este incremento de la longevidad, pero seguramente se trata del reflejo externo de una actitud frente la vida que sí que puede tener impacto directo en la calidad de la misma.
Pero por si acaso, sonreír no está de más 🙂
SONRISA Y ÉXITO
Unas científicas de la Universidad de California analizaron las fotos de las chicas retratadas en un anuario universitario. Al cabo de 30 años volvieron a contactar con ellas para determinar su nivel de satisfacción general y matrimonial.
Con esa información, las investigadoras pudieron establecer una correlación entre las mujeres que salían retratadas mostrando una verdadera sonrisa de Duchenne y las que reportaban un mayor grado de satisfacción. Un estudio más reciente confirmó también una relación entre no sonreír o sonreír poco en la juventud con un mayor porcentaje de divorcios.
Parece ser que sonreír de forma genuina es un claro indicador de éxitos futuros. La sonrisas verdaderas parecen no ser una expresión momentánea de emoción, sino una manifestación externa de una forma de vivir la vida.
SONRISA Y CULTURA
Hay muchos tipos de sonrisa y enormes diferencias culturales y de género en cómo y porqué sonreímos. En general, las mujeres sonríen más que los hombres pero eso también provoca que sus sonrisas se perciban como menos auténticas ya que lo hacen más a menudo y por lo tanto su significado real se difumina (fuente).
Sin embargo las mujeres también parecen tener mucha más habilidad que los hombres en discernir sonrisas falsas y verdaderas. Es especialmente llamativo el hecho de que los hombres no suelen ser capaces de diferenciar entre una sonrisa de interés real de una sonrisa de cortesía por parte de una mujer.
En cuanto a culturas, se apunta a que es en Rusia es donde menos se sonríe y en Estados Unidos donde más, aunque en este último país también sea donde hay mayor proporción de sonrisas falsas. Un estudio publicado en 2007 reveló las diferencias en la manera en que los americanos y los japoneses perciben las sonrisas. Los primeros localizan las expresiones en la boca, ya que es la parte más utilizada para dibujar la sonrisa, de ahí que su emoticono para representar la felicidad sea 🙂 y el de la tristeza 🙁 La boca también es la parte más controlable para mostrar una sonrisa a las demás personas.
Sin embargo, los japoneses, una cultura donde las emociones tienden a reprimirse y por lo tanto expresión de la boca apenas suele alterarse, deben fijarse en otros signos no tan evidentes que delaten la emoción como los ojos.
Sea como sea, sonríe más. Como espero que te hayas dado cuenta en este artículo, servirá tanto para ayudarte a ti como a los demás
https://habilidadsocial.com/10-beneficios-de-sonreir/