PARA VER
La vida
-esa caja de sorpresas que nos entregan al nacer-,
día a día nos va mostrando lo que nos ha correspondido
-a veces premio impagable, a veces castigo inmerecido-,
así que nos sorprende
incluso cuando no hay motivo para la sorpresa.
Todo depende de la ilusión
con la que abramos el regalo.
No es más valioso el oro que las margaritas,
un beso vale más que mil palabras,
y cada amanecer es una obra de arte
si se mira con la misma admiración
que predisponemos para un cuadro.
La vida,
sin críticas ni exigencias,
es más de lo esperado,
abarca más,
aporta más.
Para ver
sólo hace falta saber ver.
Francisco de Sales
(Más poesías y prosa en
www.franciscodesales.es)