8 CLAVES MÁS PARA DISCUTIR MEJOR Y CONVERTIR LOS CONFLICTOS EN OPORTUNIDADES
Pau F. Navarro
Sin embargo no es suficiente con no contra-atacar. Si ha surgido una discusión es porque hay un conflicto, una diferencia de intereses u opiniones entre dos o más personas que tiene que ser resuelta para que esa relación no se deteriore.
Así que vamos ver algunas pautas para aumentar la probabilidad de convertir esa discusión en una oportunidad de mejorar esa relación.
1# Recuerda tu objetivo
Recuerda que el objetivo de la discusión no es tener razón, quedar por encima del otro o ver quién gana.
El objetivo de la discusión debe ser llegar a un acuerdo o a un punto en común con la otra persona, por lo tanto cada vez que detectes que te estás alejando de ese objetivo vuelve a él.
Da igual quien tenga más o menos razón, lo importante es llegar a un acuerdo. Recuérdalo.
También te recomiendo ignorar cualquier tipo de reproche o comentario de la otra persona que se desvíe de ese objetivo y redirigirlo con un simple “No quiero discutir, creo que lo importante es que solucionemos esto y lleguemos a un acuerdo” o “Entiendo que estés molesto pero creo que tenemos que buscar una solución”.
Es muy importante que no entres en el círculo vicioso de reproches y por tanto en la competición con el otro. Una discusión no es una competición sino un trabajo en equipo en el que se trata de que los dos terminéis ganando.
2# Escucha lo que la otra persona te está diciendo
Sí, por supuesto que parece algo obvio pero puedo asegurarte que muchas veces estamos tan encerrados en nosotros mismos que no escuchamos lo que nos está diciendo la otra persona (o lo percibimos de manera errónea).
Para asegurarte de que estás escuchando al que tienes delante (básico si quieres sacar algo de provecho a cualquier discusión e incluso a cualquier conversación) te recomiendo expresarle alguna pregunta cuya respuesta pueda confirmarte si estás entendiendo bien lo que te está queriendo decir.
Por ejemplo “¿Lo que quieres decir es que te has sentido desplazada cuando no te he preguntado antes de hacer estos planes?” o “Por lo que entiendo me estás queriendo decir que no te gusta que llegue tarde del trabajo sin avisarte”.
De esta manera no solo vas a recibir feedback sobre si lo que estás entendiendo es correcto sino que la otra persona se va a sentir escuchada y por lo tanto va a reducir su nivel de alarma.
3 #Habla desde ti, no desde el otro
Cuando quieras hacerle ver a otro que te has sentido mal por un comportamiento suyo habla siempre desde ti, des lo que tú has sentido y no desde el campo de las intenciones del otro.
Por ejemplo: ”Me he sentido desplazado o decepcionado” y no “Tu actitud o tú me has hecho sentir así”
Esta estrategia va aumentar tus probabilidades de éxito por dos razones:
• El ego del otro va a sentirse menos atacado por lo cual su respuesta va a ser menos agresiva.
• Que te hayas sentido mal no es discutible, puede que el otro no haya tenido malas intenciones en absoluto y tú te hayas montado una película de miedo. Pero lo cierte es que te has sentido mal.
Si no entras a acusar ni a buscar culpables y simplemente expresas tus sentimientos frente a una determinada situación tienes muchas más probabilidades de ganar.
4# No abras otro melón hasta que no termines el que te estás comiendo
Cuando era pequeña (y no tan pequeña) mi madre solía regañarme cuando abría un paquete de leche, de queso o de lo que fuera y ya había otro abierto en el frigorífico.
Llevaba razón, primero hay terminar lo que está abierto ya que si no se estropea.
Déjame decirte que algo parecido nos ocurre a la mayoría de nosotros cuando discutimos.
¿Cuántas veces has comenzado a discutir sobre un tema concreto y has acabado sacando mil temas más sin haber zanjado ninguno?
Recuerda que tu objetivo es llegar a una conclusión sobre un tema, no abrir el cajón de mierda y empezar a tirar calcetines sucios.
Así que por favor ¡discute solo un tema por vez! Cuando lleguéis a un acuerdo sobre ese tema ya puedes discutir otro si quieres.
Cuando detectes que tu o la otra persona está abriendo demasiados melones a la vez una frase del tipo “Vamos a terminar primero de hablar sobre este tema y cuando lleguemos a algún acuerdo si quieres hablamos sobre esto otro” será suficiente para redirigir el tema.
5# Ponte las gafas del otro
Es probable que lo que te esté diciendo la otra persona te parezca una soberana tontería y no entiendas por qué está molesta contigo.
Este es el momento de ponerte sus gafas y entender que lo que para ti no es importante para otros puede ser algo trascendental, ya que ellos han tenido una historia de aprendizaje vital diferente a la tuya y por lo tanto ven el mundo de una manera diferente a ti.
Por ejemplo es probable que a ti te encante el chuletón, sin embargo en la India consideran las vacas como un animal sagrado y lo último que se les ocurre es convertirlos en una cena. ¿Qué gafas son más correctas? ¿Quién tiene razón?
No hay una respuesta… Simplemente son gafas diferentes.
Así que cuando no entiendas su comportamiento o sentimientos, antes de responder sitúate en su contexto: probablemente si tú hubieras vivido sus mismas experiencias actuarías de la misma manera.
Pregúntate ¿Por qué puede esa persona estar actuando así? ¿Cómo estará viendo la situación? Trata por un momento de meterte en su mente e interpretar la situación desde su punto de vista.
Una vez hecho esto puedes volver a tu cerebro y a tu punto de vista, pero estoy segura de que serás mucho más flexible.
6#Elige el momento adecuado
Es muy importante que cuando quieras discutir algún tema con alguien, elijas el lugar y el momento adecuado.
Imagina que quieres expresarle algo a tu pareja que sabes que puede dar lugar a debate (una buena bronca).
¿Cómo crees que es más probable que obtengas buenos resultados? ¿Si se lo dices según llega cansada de un largo día de trabajo o si le invitas a cenar y planteas el tema relajadamente mientras cenáis?
Si, también puede ocurrir que se os comience a indigestar la cena, pero te aseguro que las probabilidades de éxito son mayores.
También es importante que evites discutir cuando estés muy alterado, si estás absorbido en una nube emocional negativa va a ser bastante difícil que digas cosas lógicas.
Por lo tanto si ves que la discusión se te está yendo de las manos lo mejor va a ser que la dejes para otro momento alegando un simple “Creo que es mejor que hablemos sobre esto más tarde, ahora estoy muy enfadado y no estoy en condiciones de hablar”. Si la otra persona insiste puedes repetir la frase tantas veces como sea necesario e incluso abandonar físicamente el lugar hasta que tu nivel de activación haya bajado.
7# No te lo tomes a lo personal
Es probable que cuando estás discutiendo con otra persona, esta comience a criticarte, a reprocharte o a decirte determinadas cosas que te gustaría no estar oyendo.
¡No te lo tomes a lo personal! Como la otra persona te está viendo es más un reflejo de sí misma que de cómo realmente eres tú.
Que una persona te vea verde no significa que tú necesariamente seas verde, sino que el prisma de las gafas de la persona que te está juzgando es de ese color.
Te recomiendo que no entres en su juego. Aparte de que en el juego de los reproches no hay ganadores si entras en él estarás olvidando cuál era el objetivo de esa discusión.
Para mantener la calma y salir airoso de la situación puedes hacerte las siguientes preguntas.
• ¿Qué es le molesta a esta persona de tu actitud? Probablemente le esté molestando tu serenidad, tu seguridad, tu independencia o cualquier otro factor que no tiene nada que ver con el objetivo de la discusión.
• ¿Eso que tanto está criticando la otra persona es realmente algo negativo? Si la respuesta es que no, o que para ti no, está claro que el tema no va contigo.
• ¿Qué vivencias personales de esta persona pueden explicar (que no justificar) que se esté comportando así?
8# Utiliza la técnica del sándwich
Está técnica va aumentar muchísimo las probabilidades de que la otra persona responda bien ante una crítica o petición de cambio.
Es una técnica muy fácil de aprender y supone una gran diferencia en cómo va a ser recibido tu comentario.
LA MANERA DE UTILIZAR ESTA ESTRATEGIA SERÍA LA SIGUIENTE:
1. Comenzar mencionando aspectos positivos de la otra persona y compresión hacia ella (“sabes que una de las cosas que me enamoró de ti fue tu alegría y que fueras una persona tan sociable”)
2. Emitir la crítica o la petición de cambio (“sin embargo creo que has tenido muchos compromisos últimamente y yo me he sentido un poco desplazado. Me gustaría que a partir de ahora pasáramos más tiempo juntos e hiciéramos más planes a solas”)
3. Finalizar diciendo otra cosa positivas (“sabes que disfruto mucho de tu compañía y se me ocurren muchas cosas interesantes que hacer juntos”)
Suena bien ¿Verdad?
¿CÓMO CERRAR UNA DISCUSIÓN Y COMPROMETERSE PARA LOS PRÓXIMOS PASOS?
Un paso importante tras la discusión es que ambas partas sigan adelante con lo acordado. Si no la discusión habrá sido en vano y en poco tiempo volverán a aparecer los mismos problemas.
Para ello es importante que antes de cerrar la discusión agradezcas a la otra persona su actitud y su tiempo en escucharte, emitas alguna ventaja que estos cambios van a tener en la relación y te impliques tú también en ese cambio.
Por ejemplo: “Me alegro mucho de me hayas escuchado y hayamos podido llegar a un acuerdo, yo también voy a intentar ser más compresivo contigo, estoy seguro de que a partir de ahora nuestra relación va a mejorar mucho”.
Si por las razones que sea la otra persona no cumple con su parte del acuerdo, te recomiendo hacérselo ver sin reproches cada vez que lo detectes y sin entrar de nuevo a discutir sobre las mismas cuestiones.
Una frase tipo “El otro día hablamos sobre esto y quedamos en que (lo que sea), espero que a partir de ahora cumplamos con lo acordado” debería ser suficiente.
Sin embargo, seamos realistas, estas estrategias de la que estamos hablando no van a garantizar el 100% tu éxito, hay veces que por más asertivos que seamos la otra persona no va a querer o no va a ser capaz de ponerse nuestras gafas.
Al igual que tú tienes todo el derecho a expresar tu desacuerdo con ciertos temas la otra personas tiene derecho a decidir si quiere hacer ciertos cambios al respecto o no.
En el caso de la otra persona no quiera, no sepa o no seas capaz de cambiar tienes dos opciones:
1. Aprender a tolerar ese comportamiento de manera que te moleste lo menos posible. Es decir, aceptar que la situación no va a cambiar, pero que a pesar de ello te compense.
2. Distanciarte de esa relación o romperla su concluyes que no eres capaz o no quieres tolerar la situación.
¡Hasta aquí hemos llegado! Espero que este artículo te haya sido útil y que a partir de hoy comiences a aplicar todas estas estrategias en tus discusiones. Así verás como rápidamente:
• Tu nivel de estrés disminuye
• Tus relaciones mejoran
• La gente te escucha más y te entiende mejor.