¿CÓMO QUERERSE A UNO MISMO?
6 consejos para el amor propio
El amor propio y la autoestima son elementos básicos para nuestra salud mental y nuestro bienestar.
La felicidad y el amor verdadero empiezan por el amor propio, o al menos eso es lo que escuchamos a nuestro alrededor. Lo que pasa es que cuando nos amamos incondicionalmente a nosotras mismas somos capaces de darnos verdadero bienestar, hacemos mejores elecciones sobre las situaciones o personas en nuestro entorno y no aceptamos nada menos que lo que nos merecemos.
Sin embargo, cuando nos ponemos en la tarea muchas veces no tenemos ni la menor idea sobre cómo quererse a uno mismo, por dónde empezar, qué hacer diferente, hasta decirnos ¡pero si yo me amo! Aquí te dejaremos unos consejos para comenzar en el camino del autoconocimiento y el amor incondicional por nosotras mismas.
¿QUÉ QUIERE DECIR ESO DEL AMOR PROPIO?
Para que lo puedas entender mejor, piensa en la forma en la que amas a tu pareja; la atención que le das, cómo haces todo para darle bienestar, el tiempo que le dedicas, cómo eres de comprensiva y compasiva y cómo lo aceptas y lo amas a pesar de todo.
De esto mismo se trata el quererse a uno mismo, ser capaces de amarnos incondicionalmente y aceptarnos tal cual lo que somos. Todo en tu vida mejora cuando te amas a ti misma porque al amarte a ti sabes cómo amar a los demás. De lo contrario, nuestras relaciones se convierten en otras cosas más que en amor.
Cuando se es capaz de quererse a uno mismo somos capaces de vernos como somos, de no juzgarnos y de ser honestas con nosotras mismas; somos capaces de ver lo que nos gusta y lo que no, lo que necesitamos y darnos bienestar; cuando nos amamos a nosotras mismas somos capaces de ponernos de primeras, pero no te confundas, esto no te hace una persona egoísta como algunos dirían; cuando nos amamos dejamos de criticarnos y de pretender, ya que no necesitamos ser ni más ni menos.
ENTONCES, ¿CÓMO EMPEZAR A QUERERSE A UNO MISMO?
Éstas son algunas ideas para empezar a quererse a uno mismo que puedes poner en práctica desde ahora, porque el amor propio no da espera.
1. Haz las paces contigo
Una forma muy bonita para comenzar el camino de quererse a uno mismo es reconciliarse con quien eres. Aceptar que nos hemos maltratado y perdonarnos por todas las críticas, todos los juicios, todas las veces que quisimos ser alguien más o que nos sentimos insuficientes.
Cuando has hecho las paces contigo misma estás empezando de cero. Estás frente a un nuevo comienzo en el que tú eres tú mejor amiga y tu aliada, sin más máscaras ni pretensiones. Verás que se siente como si te hubieras quitado un peso de encima, eres libre.
2. Vuelve a conocerte
Es normal que entre tantas cosas que la sociedad quiere que seamos, la publicidad, la influencia de otros y la falta de reconocimiento por parte de nosotras mismas hayan hecho que perdamos un poco la idea de quiénes somos. Pues bien, volver a conocerse es la forma para aprender a quererse a uno mismo.
Piensa en las cosas que te gustan, desde las más pequeñas hasta las más grandes; si quieres puedes hacer una lista con las cosas que te gustan y las cosas que te hacen feliz. Es posible que te des cuenta que hay cosas que ya no entran en la lista porque en realidad no hacen parte de quién eres sino de quién se esperaba que fueras. Si hace falta, también puedes hacer una lista con lo que no eres y lo que no te hace feliz.
Cuando estés confundida o sientas que tu amor propio está tambaleando, lee tu lista nuevamente, te devolverá a ti.
3. Vive con los pies en la tierra
Ahora que te conoces y ya sabes lo que te gusta y lo que te hace feliz planifica tu vida con sueños reales y metas realistas, conscientes y alcanzables; olvida aquellas metas que al final lo que pretenden es cambiar quién eres y que resultan en cantidades aterradoras de ansiedad y frustración.
Vive tu presente con optimismo, caminando tu propio camino con los pies en la tierra, no te generes falsas esperanzas ni falsos objetivos. Piensa en quién eres y en dónde estás de forma positiva y no te llenes de ansiedad por lo que supuestamente no has logrado. Abraza tu realidad así algunas veces no te guste, porque de allí vienen las grandes lecciones.
4. Adiós a las máscaras
Quererse a uno mismo es presentarse ante el mundo tal cuál eres. Es cierto que el mundo puede ser aterrador algunas veces, pero es aún más aterrador encerrarte dentro de una máscara (además de injusto con la magnífica persona que eres). Cuando te muestras tal cual eres, ¡brillas!
Permítete conocer el mundo tal cual es, y que los demás te vean a ti misma siendo tú y nadie más. Esto también es una forma de amor incondicional propia.
5. Escúchate y respétate
Nadie más puede saber tan claramente lo que necesitas más que tú. Tu cuerpo, tus emociones, tu mente, todo te habla constantemente. No apagues esa voz, acepta con amor lo que quieres, lo que necesitas y lo que sientes. Respeta el tiempo que te das a ti misma, respeta tus sueños y tus aspiraciones, respeta tu cuerpo y respeta tu espacio.
6. Sé compasiva
Lo mejor para quererse a uno mismo es ser compasiva. La compasión es el sentimiento que lleva al amor incondicional. Cuando eres compasiva contigo misma se acaban los insultos, los juicios, las culpas, el odio o el desprecio porque comprendes tu dolor, tu tristeza o tu sufrimiento.
Al ser compasiva contigo mismo eres capaz de ver que has hecho todo lo posible y entonces, lo que vemos como error no termina en culpa ni en una forma de autocastigo porque no te juzgas. La compasión es amor propio que se extiende hacia los demás. Es amor incondicional.
Ahora que ya sabes por dónde empezar para quererse a uno mismo, estás a punto de descubrir lo mejor de todo: tú. Así que vamos todas a por el amor propio.
María González Sanz