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 LA CRISIS Y LA RELACIÓN DE PAREJA



Octubre 31, 2011, 05:48:38 pm
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Desconectado Tadeo Rivas

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LA CRISIS Y LA RELACIÓN DE PAREJA
« en: Octubre 31, 2011, 05:48:38 pm »
LA CRISIS Y LA RELACIÓN DE PAREJA.


Es importante solucionar los problemas económicos causados por la crisis, pero todavía es más importante, cuidar que éstos no afecten y destruyan la relación de pareja.


¿La crisis económica, provoca conflictos en tu relación?

No lo permitas.


"El dinero puede comprarte una cama, pero no el sueño; una casa, pero no un hogar; alguien que te acompaña, pero no un verdadero amigo".
Zig Ziglar (Popular orador y escritor Americano, especializado en motivación y autoayuda).



CONFLICTOS EN LA PAREJA Y PROBLEMAS ECONÓMICOS.


Una de las principales causas de conflicto en la pareja, es el problema económico.
En época de crisis, estos conflictos se acentúan aún más.

Cuando la pareja tiene una buena relación y ésta tiene una estructura fuerte y buenos recursos, los problemas económicos pueden debilitarla momentáneamente, pero finalmente van a poder solucionar los problemas y la relación va a fortalecerse aún más.
Pero si la relación es débil, no hay intimidad ni una buena comunicación y cada uno de los participantes piensa más en sí mismo, que en su pareja o que en la relación, ésta se termina, independientemente de que se divorcien o no.



ALGUNAS DE LAS PRINCIPALES CAUSAS DE CONFLICTO SON:

    El estrés u otros problemas emocionales mal manejados, independientemente del nivel de afectación de la crisis.

    La pérdida del empleo del esposo.

    Cambio de roles.

    La mujer gana más que el marido.

    No tienen suficiente para vivir.




EL ESTRÉS Y OTROS PROBLEMAS EMOCIONALES.

Con frecuencia, uno o ambos miembros de la pareja están muy estresados por los problemas económicos y descargan dicho estrés en su pareja.
Esto obviamente trae grandes conflictos.
Podría suceder que en un principio la pareja entendiera lo que le sucede a su esposo/a y tratara de entenderlo, pero después de un tiempo, generalmente acaba enojada y su respuesta se vuelve agresiva.

También puede suceder, que uno de los miembros de la pareja se deprima, generando enojo en la otra persona, que no puede entender y aceptar dicha depresión y exige una actitud de más apoyo y esfuerzo para resolver los problemas.



LA PÉRDIDA DEL EMPLEO DEL ESPOSO.

Tanto para el hombre como para la mujer, es difícil aceptar que el primero se quede en la casa, independientemente de su situación económica.

Para la mujer no es fácil acostumbrarse a tener al marido en la casa, en donde, generalmente, acaba opinando sobre lo que hace y cómo lo hace.
Para el hombre, el trabajar y mantener a su familia es parte de su identidad como hombre y su trabajo le da su identidad como persona, "yo soy ingeniero, vendedor, etc.”, por lo que el perder el empleo, afecta su autoimagen, disminuye su autoestima, le genera una gran ansiedad, etc.
Además, perder el trabajo, no lo ven como el resultado de la crisis que se está viviendo, lo ven como reflejo de lo que ellos son: "unos fracasados".

Aunque la mujer, en un principio, entienda y acepte la situación, generalmente acaba sintiéndose irritada y/o enojada, pensando que el marido no hace lo suficiente para encontrar trabajo, lo que afecta la relación.
Esta situación empeora, si junto con la pérdida del trabajo, el hombre pierde su rol y autoridad como jefe de familia.



CAMBIO DE ROLES.

Los problemas en esta área, surgen de los prejuicios establecidos en relación de lo que deben de ser y hacer el hombre y la mujer.

Cuando el hombre pierde el trabajo o trabaja en la casa y por lo tanto, se ocupa del hogar y de los niños mientras la mujer trabaja fuera de casa, la autoestima del hombre puede disminuir y éste tiende a deprimirse, angustiarse o a estar constantemente frustrado y enojado.
Para la mujer tampoco es fácil, ya que ella está acostumbrada a tener alguien "más fuerte", en quién apoyarse en cualquier momento y de repente se encuentra sin dicho apoyo, teniendo que ser ella la figura fuerte, sin estar preparada emocionalmente para ello.

Con frecuencia, puede tomar un rol de superioridad, porque ella sí trabaja o puede reaccionar negativamente ante la respuesta emocional del marido, lo que crea grandes conflictos.



LA MUJER GANA MÁS QUE EL MARIDO.

Este caso es similar a los dos anteriores.
El marido puede responder muy negativamente, porque culturalmente, es algo que no solo no se aceptaba, sino que ni siquiera se pensaba que pudiera suceder y parte del poder y la fuerza que el hombre tenía sobre la mujer, estaba en función de que el la mantenía.

Cuando la mujer gana más que el marido, éste se siente devaluado y con frecuencia, la mujer se siente superior y equivocadamente quieren mostrar ese poder ante su pareja, lo que provoca grandes conflictos e incluso la ruptura de la relación.



NO TIENEN SUFICIENTE PARA VIVIR.

Todos los casos anteriores pueden darse, tanto si el nivel de vida de la pareja ha disminuido, como si la crisis económica no ha provocado cambios importantes en su presupuesto familiar.
Sin embargo, muchas parejas se ven afectadas, por alguna o varias de las situaciones anteriores y además, por la falta de dinero para vivir.

Si bien es cierto que el dinero no da la felicidad, si es indispensable para ciertas necesidades básicas sin las cuales el ser humano no puede vivir con integridad, como son alimentarse, un lugar para vivir, cubrirse, mantenerse limpio, atenderse cuando está enfermo y atender y cuidar a sus hijos.

Cuando la pareja no tiene lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas y las de sus hijos, fácilmente pueden verse muy afectados en el aspecto emocional y sus reacciones pueden variar.
Algunos se deprimen, otros se vuelven agresivos, hay quien recurre al alcohol o la droga para evadirse, etc. y la familia tiende a desintegrarse como tal.



¿QUÉ HACER?

Lo primero que necesitan, tu pareja y tú, es ser realistas y saber en dónde están parados.

Pregúntate:
¿De lo que siempre he hecho, como una conducta habitual en mi vida, qué es lo que ya no puedo hacer, debido a mi situación económica actual?
Es importante que seas objetivo al analizar tu situación.
Si has viajado 2 o 3 veces en toda tu vida y no puedes viajar en estos momentos, no es algo que deba afectarte.

¿Qué he perdido?
Si vives en tu casa y no te vas a cambiar, ni la necesitas vender, aunque haya bajado de valor, no has perdido nada, ya que no sabes cuál va a ser su precio en el momento en que la quieras vender.

Pídele a tu pareja que se haga las mismas preguntas y comparen sus respuestas, para ver si su percepción es la misma o para analizar qué diferencias hay.

Con frecuencia, una crisis económica nos afecta, no porque altere nuestro nivel de vida, sino por la manera de percibirla y el significado que le damos.
Habla con tu pareja, sobre lo que la crisis significa para ella y ve de qué manera su actitud puede estar influyendo en ti y viceversa.

No se culpen a sí mismos, ni uno al otro, por lo que hicieron o dejaron de hacer para que resultaran los problemas que están teniendo, ya que esto los va a llevar, sólo al resentimiento y a la agresión.

En estos momentos lo importante es aclarar los malos entendidos y buscar soluciones.

Es necesario que tu pareja sepa y entienda lo que te pasa y que tu entiendas lo que le pasa a ella, para que puedan comprenderse y ayudarse.
Hablen sobre el problema, pero no se enfoquen sólo en éste.
Compartir las preocupaciones es importante, porque fomenta el contacto y la intimidad pero es necesario que se enfoquen, principalmente, en la solución y en buscar alternativas.

Recuerda que la meta principal no es la solución de los problemas económicos, esa es una meta muy importante, pero la principal, es que su relación de pareja se mantenga fuerte y sana.

Dense un espacio para vivir la relación, llevando a cabo alguna actividad que les guste o los distraiga a los dos, en donde esté prohibido hablar o pensar en los problemas económicos.
Si no tienen dinero para hacer lo que antes hacían, pueden ir a caminar, participar en alguna actividad gratuita, bailar con música de la radio, etc.

Si necesitan cambiar roles, ayúdense, apoyándose en los momentos difíciles.
El problema del cambio de roles, surge básicamente de 3 aspectos:

    La dificultad de aprender nuevas conductas y organizarse.

    La respuesta de la gente que nos rodea.

Nuestras propias creencias y prejuicios, que fomentan y mantienen sentimientos negativos.

Las conductas y la organización la podemos aprender, la actitud de la gente podemos ignorarla o pedirles que nos ayuden y las creencias y prejuicios podemos cambiarlos.

Disminuyan sus expectativas económicas, sin caer en las creencias falsas de que "eres lo que tienes" o "vales por lo que tienes".

El adaptarte a un presupuesto limitado, no significa que hayas fallado, simplemente que te estás adaptando a una situación temporal.
Aprende a distinguir entre lo que realmente es una necesidad y todo lo que no lo es.
Muchas cosas que decimos que necesitamos, no son más que deseos, ya que sin ellos podemos vivir perfectamente.

Sufrir por cosas que no tenemos y que no son de primera necesidad, es una elección personal.
Dicho sufrimiento está basado en el significado que le damos tanto al dinero y a las cosas, como a las creencias que tenemos en relación a ellas.

No permitas que el falso orgullo te impida pedir ayuda o buscar algún tipo de trabajo que creas que pueda ser criticado por tus conocidos.




(Psic. Silvia Russek)
Lic. En Psicología Clínica.
Maestría en Terapia de Pareja.
Terapia individual y de pareja.
Citas:
Tel. 044 55 1924 9863 (Ciudad de México).
e-mail: bienestar.e@gmail.com

 

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