LOS SECRETOS DE LAS PERSONAS QUE SIEMPRE CAEN BIEN
¿Te has parado a pensar que hay gente que siempre cae bien? ¿Lo que tienen en común? ¿Por qué esto pasa con algunos y con otros no? Las personas así son lo suficientemente humildes para saber que no son mejores que nadie, pero se portan de una manera muy distinta de los demás.
Es curioso constatar que mucha gente tiene la idea errónea que ser una persona extraordinaria es un rasgo natural, algo imposible de aprender y que pertenece a pocos afortunados, entre ellos los muy guapos, las personas sociables y los increíblemente talentosos. Sin embargo, diversos estudios recientes han comprobado que ser alguien agradable depende de la inteligencia emocional. Es algo que está bajo nuestro control y que puede ser trabajado.
Un estudio realizado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) pidió a los participantes para calificar más de 500 adjetivos en función de la importancia que tenían para la simpatía. Los resultados fueron sorprendentes. Los adjetivos mejor calificados fueron sinceridad, transparencia y empatía. O sea, no tenían nada que ver con características innatas como la belleza o la inteligencia.
Ahora que ya se sabes que caer bien a los otros es una habilidad que se puede desarrollar, desvelamos abajo algunos de los comportamientos clave adoptados por los individuos emocionalmente inteligentes que les hacen tan especiales y queridos.
PRESTAN ATENCIÓN MIENTRAS EL OTRO HABLA
No hay nada peor que está hablando y notar que la otra persona no presta atención. Muchas veces, nos concentramos en los que vamos a decir a continuación sin escuchar lo que se dice. En otras, nuestros pensamientos están en otro sitio. Con esto, la comunicación se pierde y la conexión entre las dos personas también. Al hablar con alguien:
• evita sacar el móvil del bolsillo a todo el rato.
• demuestra interés por aquello que te están contando.
• Haz preguntas.
• Concentra tu energía en la conversación.
Verás que las charlas son más productivas se sumerge en ellas.
SON GENUINOS
Es difícil querer a alguien cuando no sabemos quiénes realmente son ni cómo se sienten. Las personas excepcionalmente agradables son transparentes, auténticas y verdaderas. Si no saben algo, lo admiten. Piden ayuda cuando necesitan. Saben expresarse cuando algo no les gusta y tienen la confianza necesaria para sentirse cómodos en su propia piel. Suelen concentrarse en lo que les da ilusión y les hacen feliz como individuo.
TIENE UNA ACTITUD POSITIVA
La negatividad está en todas las partes y sentimos cierto alivio cuando estamos con una persona llena de energía positiva, que enfrenta las adversidades con un enfoque positivo, potenciando sus fortalezas, siempre trayendo soluciones y no problemas. Esta actitud positiva también lleva a estas personas a quejarse menos, dejando de lado los reproches y la crítica constante.
USAN EL LENGUAJE CORPORAL A SU FAVOR
La comunicación no verbal dice más que mil palabras y es cierto que la forma en que decimos algo suele ser más importante que el contenido del mensaje. Las personas con alto nivel de inteligencia emocional usan el lenguaje corporal a su favor al:
• Mantener el contacto visual.
• Inclinarse hacia la otra persona que habla.
• Descruzar los brazos
• Usar un tono entusiasta
Estas personas también sonríen más. Las sonrisas verdaderas tienen el poder de quebrar el hielo inicial y de mejorar los lazos establecidos. Además, transmiten seguridad.
NO BUSCAN LLAMAR LA ATENCIÓN
Personas que quieren todo el rato llamar la atención tienen baja autoestima y lo notamos. La gente agradable sabe que al hacer las cosas bien tarde o temprano reconocimiento vendrá.
Cuando es reconocida por un logro, cambia el enfoque y agradece a quien le ha ayudado a alcanzarlo, enseñando que sabe compartir lo éxito con los demás.
DEJAN UNA FUERTE BUENA PRIMERA IMPRESIÓN
La primera impresión cuenta y mucho. La universidad de Nueva York Cornell realizó un estudio que concluyó que, pese que la mayoría lo niega, nos dejamos llevar por la primera impresión y esta se mantiene al paso del tiempo. Raramente se cambia. Por esto cuando vas a ser presentado a alguien cuide con cariño del lenguaje corporal. Una sonrisa, la ropa adecuada y un firme apretón de manos ayudarán a asegurar que la primera impresión sea buena.
