40 LECCIONES QUE LA VIDA ME HA ENSEÑADO EN LOS ÚLTIMOS 30 AÑOS
POR JR CHAVES
Hay un momento de la vida en que miras hacia atrás y comprendes que hay algunas cosas que has aprendido a valorar, fruto de la experiencia y la reflexión.
Cuando eres niño te gobierna el instinto y la ignorancia. Cuando eres adolescente te sientes libre y primer actor de la vida. A partir de ahí empiezas a reajustar metas, a cambiar opiniones y a consolidar la personalidad.
La cosecha consiste en un puñado de lecciones, y criterios sencillos pero los considero valiosísimos. Recuerdo en cierta película que un ácido protagonista decía: “En la vida vas cambiando de opinión, afición, gustos y amigos. Pero a partir de los 35 años ya no cambiarás en tus convicciones. Podrás parecer otro pero nada te cambiará y lo peor que no estás dispuesto a dejarte cambiar”.
Por eso, me gustaría compartirlos con vosotros, y al menos dejárselos a mis hijos por escrito. Nada de sensiblerías, ni palabras vacías. Consejos claros y prácticos. Aquí van.
1. Trata a los demás como quieras que te traten (no por clásico y de resonancias bíblicas, menos válido).
2. Mira siempre a los ojos de los demás. Demostrarás tu respeto y te respetarán.
3. No confundas peras con manzanas. No todas las cosas, ni las personas, son iguales. No generalices alegremente.
4. No culpes de todo a los demás. Un poco de autocrítica siempre viene bien.
5. Tienes mas derecho a equivocarte por seguir tu propio criterio que por seguir el de los demás.
6. Sé curioso. No tengas miedo a preguntar lo que dudes a quien sea. Con educación toda pregunta es aceptada de buen grado.
7. Si todos se ríen menos tú, y no sabes de qué: sospecha.
8. Si todos llevan un buen rato callados mientras tu sigues hablando: sospecha.
9. El tiempo es valioso: el tuyo y el de los demás. No hagas esperar a los demás pero tampoco dejes que te hagan esperar de más.
10. Intenta ver las cosas desde el punto de vista de los demás cuando no lo compartas. Empatiza.… y serás mas feliz y más simpático.
11. Tu reputación importa. No la tires por frivolidad, hacer una gracia o por ganar dinero suciamente.
12. La limpieza y la educación son la mejor carta de presentación.
13. Ten sentido del humor, incluso en situaciones difíciles.
14. Estar enamorado es una bendición escasa, pero no te preguntes como viene ni como se va.
15. Aprende a retroceder con humildad y a decir tres frases que te ennoblecerán: “No lo sé”. “Me equivoqué”. O “Necesito ayuda”.
16. No confundas valor y precio. Las cosas no valen lo que digan quienes las venden, ni quienes no tienen que pagarlas.
17. Los pequeños placeres de la vida son muchos y accesibles mientras que los grandes placeres son pocos y huidizos. Un viaje, un concierto musical, una experiencia amigable, etc. No persigas el unicornio: no existe.
18. No hace falta pagar para divertirse: hay infinidad de ocupaciones enriquecedoras gratuitas. Algo casi gratuito como un paseo, una ducha, una siesta, una comida casera, un beso o mirar un paisaje, puede ser la mayor prueba de lo bello que es vivir.
19. Mejor es quejarse de agotamiento que de aburrimiento.
20. Ser rico o temido, no garantiza ser inteligente ni respetado.
21. Tu cuerpo te acompañará toda tu vida: cuídalo. Sólo la serpiente cambia de piel.
22. No te desesperes por lo que no puedes cambiar: Quéjate vivamente, levanta la mirada y pasa pronto página.
23. Las críticas siempre ayudan. Si se comprenden, para rectificar y mejorar. Si no se comparten, para robustecer la autoestima. Y si debes criticar algo, hazlo sin ofender.
24. La vida es un regalo: no lo dejes “sin abrir”, ni guardado en un cajón.
25. Disfruta los maravillosos y gratuitos momentos en compañía de familiares o amigos, pues son encuentros en los que no tendrás que esforzarte en ser o parecer otra persona.
26. No esperes una enfermedad grave para replantearte la vida.
27. No temas el cambio. Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
28. Un libro, una canción, una película u obra artística, captados con atención y aunque no te gusten, te empujarán hacia adelante. Su ausencia, te frenará.
29. No vivas por encima de tus posibilidades. Quien vive como un pavo real, antes o después, se sorprenderá al ver en el espejo un pollo pelado, pero los demás no se sorprenderán.
30. Hay que detenerse algunos momentos en soledad y tranquilidad para pensar sobre el mundo, sobre Dios, sobre la condición humana, sobre el poder… No para encontrar respuestas sino para darse la tranquilidad de haber intentado comprenderlo.
31. Esfuérzate: nada se regala en la vida. Si te lo regalan no sabrás agradecerlo y si lo regalas no lo valorarán.
32. Sé generoso espontánea y/o anónimamente. Sentirás una íntima gratificación, pero no lo hagas para acallar tu conciencia. Te maravillarás de que hay una especie de “compensación universal” o carambola que te devuelve lo que das.
33. Tómate la vida con calma. Tienes dos piernas y un cerebro: no ruedas y un chip. Como el café, la vida sabe mejor lentamente.
34. No intentes vivir todo de todo: leer todos los libros, ver todas las películas, amar todas las parejas, comer todas las comidas o viajar a todos los países. Poco, planificado y saboreado. Y sobre todo, recordado.
35. No persigas la felicidad, sino momentos felices.
36. A veces descubrirás que las grandes verdades son mentiras, y a la inversa. No te sientas decepcionado y disfruta del placer de asombrarte de los cambios.
37. Primer beso, primer amor, primera relación sexual: saboréalos porque se repetirán las experiencias pero jamás las sensaciones.
38. No ganas nada rompiendo objetos, mobiliario urbano, pintarrajeando paredes, ni maltratando animales, grandes ni pequeños.
39. No hagas algo en soledad, ni afrontes aventuras o decisiones importantes, si puedes hacerlo en buena compañía. La colaboración suma y multiplica.
40. No os sintáis culpables por no poder cambiar el mundo. Somos ratoncitos en el Universo. Simples viajeros del tren de la vida y del planeta tierra, no los responsables de su mantenimiento. Pero los viajeros respetan el tren…
Estos consejos o los que tú mismo creas que son verdades útiles, comunícalos a quien quieres. No hay como regalar un buen vino embotellado que lleva mucho tiempo y esfuerzo cosecharlo y madurarlo.