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 LAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL - 2ª parte



Mayo 25, 2020, 06:04:11 am
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LAS VÍCTIMAS DE ABUSO SEXUAL - 2ª parte
« en: Mayo 25, 2020, 06:04:11 am »
¿Cuál es el rol que juega el entorno, no solo el inmediato sino también la sociedad en general sobre el abuso? ¿Qué ayuda a que este contexto sea posible y que hace que sea tan difícil para las víctimas denunciar?
Creer que esto no pasa y que es un tema tabú es lo que facilita que ocurra el abuso. Las estructuras de poder muy rígidas, sociedades muy machistas, muy patriarcales o donde los niños no tengan derecho a voz también lo facilitan. El tema de la obediencia ciega que esperamos que tengan los niños (“lo haces y lo haces porque yo soy tu mamá”) no funciona porque cuando les enseñamos eso es muy fácil que después obedezcan a cualquier adulto. También fallamos en cómo entendemos confiar en otro. En general entendemos confiar como confiar ciegamente, muchas veces se propone incluso desde la psicología dinámicas como que te vendan los ojos y otro te lleva, y la verdad es que confiar no es eso. Hay un concepto de confianza lúcida y tiene que ver con: “ok yo confío en ti, pero confío viéndote, a partir de la diferencia, confío a partir de aquello que me permite saber que tú eres confiable”. A los niños no les enseñamos eso porque los adultos tampoco lo sabemos entonces nos tiramos al vacío y no vemos las señales de alerta.
Por otra parte eso mismo les pasa a los adultos, confían ciegamente en estas personas que tienen poder. Debemos aprender a reconocer las señales. Hay víctimas adultas que dicen “yo me di cuenta de que esto que me había pasado era abuso cuando escuché el relato de otra víctima en un programa” porque como no formamos, no prevenimos, las víctimas no saben qué es adecuado y desde allí no tienen cómo develar, no tienen cómo contarlo y tampoco les enseñamos a los adultos en qué fijarse, a estar atentos para ver si a su hijo, sobrino o primo le está pasando algo que debería preocuparnos.
Todos estos factores hacen que realmente sea muy complejo, y los niños terminan quedando muy solos y nosotros como sociedad en lugar de protegerlos, generamos casi un caldo de cultivo para que se den estos abusos.

¿Hay ciertas características para que una persona sea más vulnerable al abuso?
Sí, hay personas que son más vulnerables y, en general, los agresores son súper hábiles en descubrirlos, yo creo que ellos no es que tengan un listado en la caja, pero tienen la sensibilidad, casi un radar para saber a quién agredir. A mí me ha tocado saber que al menos dos sacerdotes con los que yo estuve relacionada en algún momento de mi vida han sido denunciados por abuso después y claro a mí no me pasó nada, porque probablemente yo tengo muy pocas características de vulnerabilidad.   
En general son niños más introvertidos o muy desordenados, por decirlo de alguna forma, que por lo tanto tienen muy poca credibilidad de los adultos. O son muy tímidos, casi no hablan y están medio aislados a nivel social. O son muy extrovertidos pero son como los chicos malos por decirlo de alguna forma, por lo tanto lo que digan no va a ser creíble. Niños con baja autoestima, con bajos recursos emocionales, que no tienen la capacidad de leer las alertas, con poca red social, con familias que no están disponibles por diversas razones o que no pueden estar disponibles, que pasan mucho tiempo solos. Ahí hay algo que hacen muy bien los agresores y es ir aislándolos, les van quitando su red social y ellos se van convirtiendo en la mayor red. Mientras más aislados mayor posibilidad de ser abusados tienen.
Son niños con carencias afectivas de diversos tipos que buscan afecto en los agresores, con poca capacidad de reconocer a los agresores, con poca capacidad de reconocer sus emociones. Son extremadamente obedientes que no saben reconocer sus propios límites. No sé cómo es en Ecuador, pero en Chile hasta hoy lamentablemente es común saludar a todos de beso en la mejilla y a los niños se los obliga a saludar así a pesar de que no quieran, eso lo único que enseña es a transgredir mi propio límite. Yo cuando era chica me acuerdo que tenía un tío que tenía una barba y me cargaba y la barba picaba. Mi madre fue lo suficientemente atinada como para no obligarme. Pero a la gran mayoría de niños sí los obligan. Entonces se va instalando el que tengo que traspasar mis límites para complacer a los adultos y eso los va volviendo más vulnerables.
Ahí se explica un poco mensajes que hemos recibido, por ejemplo, a través de redes sociales de quienes comentan “Pero yo estuve muy cerca del sacerdote Intriago y a mí no me pasó nada. ¿Cómo así a ellos sí y a mí no?”.
Claro, absolutamente. Los agresores son muy hábiles en saber a quiénes sí y a quiénes no porque hacen un tanteo. Si a la primera que es muy sutil el niño rápidamente se retira no van a seguir probando. Pero si no pasa, entonces no lo va a detectar como abuso y ahí sí va a seguir intentando. Los agresores no abusan de todas las personas con las que tienen contacto. Yo hice la primera comunión con el Tato, un sacerdote que abusó de muchas niñas en Chile y uno de los pocos que ha estado preso porque dejó embarazada a una y había prueba de ADN. Era muy fácil que fuera preso. Pero yo hice la primera comunión con él a los 10 años y no tengo ningún recuerdo de que él haya traspasado algún límite.
Yo vengo de una familia en la que nunca me obligaron a traspasar mis límites, donde fácilmente podía notar incomodidad si es que alguién se está pasando de algo que yo no quiero, tengo unos papás bien puestos, soy muy poco vulnerable. Pero no sé si alguna de mis compañeras de esa época, porque yo me cambié de colegio, pasó por eso y nunca nos enteramos.

¿Cuáles serían las alertas para los padres de niños y adolescentes a la hora de detectar un abuso?
Algo que es bien complejo en el abuso es que no existen (algo que en la psicología llamamos) indicadores patognomónicos. No hay un indicador exclusivo salvo las lesiones físicas que no están en todos los casos. Por lo tanto lo que hay que mirar es un conjunto de signos o de cambios que por sí solos no es posible decir “a este niño lo están abusando”.
Yo siempre digo, cuando doy capacitaciones en colegios o con otros profesionales, que si se me empiezan a presentar varios del conjunto yo al menos debiese tener como una de las hipótesis que a este niño lo pueden estar abusando. Qué debo mirar: conductas sexualizadas poco esperadas para la edad, los niños tienen interés en la sexualidad como jugar al papá y a la mamá, pero no juegan al papá y a la mamá imitando un acto sexual. Entonces si tenemos niños muy pequeños haciendo eso nos debiese levantar una alerta.
En adolescentes lo podemos identificar cuando hay promiscuidad. También en los adolescentes algo que vemos mucho son los trastornos alimentarios, adolescentes —hombre, mujer— que desarrollan anorexia o bulimia, porque como el cuerpo se ve atacado, empieza a cambiar. Las autolesiones, no sé si en Ecuador pasa mucho, pero en Chile se ve mucho que niñas se hacen estos cortes superficiales, que no son intentos de suicidio sino más bien descargas angustiosas. La correlación entre abuso sexual e intentos de suicidio es súper alta.
En niños más pequeños la enuresis, que es hacerse pipí, o la  encopresis, que es defecar en los pantalones, luego de haber logrado el control de esfínteres, es llamativo. También niños que empiezan a presentar trastornos del sueño, que tienen muchas pesadillas o que les cuesta mucho dormir y claro tu dices esto puede ser cualquier cosa, sí, pero también puede ser abuso. 

¿Y las alertas para el resto de la sociedad?
Lo otro de lo que hay que estar alerta es la dinámica. Por ejemplo, en el caso que ustedes describen que a uno le debió haber levantado alerta: chicos que iban tan de noche a la casa del cura. Eso es raro, porque no es una relación, es imposible una relación de amistad entre un adolescente de 15 años y hombre de 30 o 40 años. No hay amistad ahí, la amistad es entre pares y ahí no hay pares. Yo puedo ser amiga de un cura porque es un adulto y yo soy adulta, pero yo no podría ser amiga de un chico de 15 años. Puedo tener una buena relación, puedo ser cercana, pero no soy amiga y por tanto no debiese estar a solas en la noche, hasta tan tarde en un lugar. Probablemente si uno sigue los discursos de este sacerdote hay discursos dichos que a uno le empiezan a levantar una alerta, probablemente es muy vertical en el ejercicio del poder, es muy culpabilizador, es muy bueno para sancionar y juzgar. Esas cosas a uno le debiesen generar una alerta de que algo raro pasa aquí y de que quizás no hay abuso, pero sí abuso de conciencia.

Una vez que han pasado por este tipo de eventos, ¿qué es lo que viene después? ¿Cómo es el acompañamiento para que puedan procesarlo?
Son procesos de psicoterapia en general, las víctimas necesitan poder acceder a psicoterapia y muchas veces tener apoyo psiquiátrico porque hay una serie de sintomatologías, como el trastorno de estrés postraumático, que requieren fármacos para poder pasar por él de buena forma, porque o si no los montos de angustia son demasiado elevados. Una de las consecuencias del abuso es también este estado de hiperalerta, como si uno siempre estuviera pesquisando riesgos y vivir así es agotador y eso la psicoterapia lo trabaja. Pero nos demoramos montones en que eso baje y los fármacos también ayudan mucho. Normalmente deberían tener acceso a ambos tratamientos para tener un mejor resultado.
Ahora los procesos de psicoterapia, mientras más prolongado sea el abuso, más sistemático, es decir mientras más repetido sea, más largos van a ser estos procesos. En general duran años, no solo meses, y son procesos dolorosos donde no solo van a necesitar el apoyo del psicoterapeuta sino también el apoyo de su familia. Y en ese sentido general son procesos donde uno debiese poder incorporar a la familia no para que vayan a todas las sesiones pero sí para que entiendan lo que les está pasando, entiendan la sintomatología y sepan cómo acompañar.

¿Qué pasa cuando el abusador está en la misma familia? O en este caso algo tan cercano como el párroco de la iglesia con el que los chicos se confesaban.
Complejiza mucho más el tratamiento. Uno de los requisitos para el proceso es que el abuso esté detenido, no haya contacto con el agresor, a no ser que uno tenga casos muy excepcionales donde uno tiene un agresor que reconoció de verdad, se arrepintió y accede a tratamiento. En la gran mayoría de casos siempre hay un momento en el que se necesita la interrupción del contacto. Hay un autor que habla que lo que hacen los agresores es establecer una especie de hechizo, casi como generar un estado de trance y este no se puede romper si no hay un corte en el contacto con el agresor.
Quizá en casos como este que han sido abusados varios chicos, ya se han agrupado varios de ellos. Incluso sé que hubo una reunión en la que estuvieron otras personas abusadas por un sacerdote en otra ciudad  y han hecho como un grupo.

¿Qué tanto puede ayudarles estos grupos? ¿No resulta contraproducente?
Ayuda, de hecho es lo que ha pasado en todas las partes del mundo. Si tú revisas los casos en Boston, donde fue primera explosión de abusos de la iglesia, se creó una agrupación, en Inglaterra hay otra, en Chile hay otra y es un movimiento lógico y ayuda. Ayuda básicamente porque algo que hacen muy bien los agresores es hacerle creer a la víctima que son los únicos, que esto no le pasa a nadie más y que son los únicos porque ellos tienen algo que hace que esto ocurra, entonces cuando aparecen más, forman un grupo. Y este grupo se convierte en un soporte emocional muy potente que los dota de una identidad que no es tan de víctima.
En Chile por ejemplo la Fundación para la Confianza ha acuñado el concepto de supervivientes. Ellos no hablan de abuso sexual, hablan de supervivientes y tienen razón porque muchas de las víctimas de abuso sexual se matan, se suicidan. Entonces el haber logrado sobrevivir ya es un logro muy grande y te da una identidad muy distinta a la de soy el único, estoy solo y te permite ver que hay varios y que acá el problema no eres tú. Entonces, en general las agrupaciones ayudan porque les permite construir un entorno no solo en la victimización de ellos sino un trabajo social. La gran mayoría de estas agrupaciones lo que han hecho es trabajar en función de la prevención, en apoyar a otras víctimas y eso te da un sentido distinto a tu sufrimiento. Ahora, diría yo, no reemplazan a la psicoterapia, son complementarios.

Y quizá en esta misma línea, ¿cómo pueden las víctimas recuperar el control de sus vidas? ¿Cómo salir de ese espectro del que fueron víctimas?
Primero sí o sí reconocerse como víctima, una víctima que no se reconoce como tal difícilmente puede dar el paso siguiente y en general la terapia al comienzo se enfoca en eso. En la medida que yo me reconozco como víctima y voy depositando la culpa en el agresor y voy pudiendo, por ejemplo, disminuir este mecanismo de defensa de disociación y voy pudiendo reconectarme con mi cuerpo, con mis emociones, recuperar recuerdos, muchas veces voy recuperando el control sobre mi propia vida. Pero es un proceso largo que se da en la psicoterapia y en el que apoya pertenecer a estas fundaciones.

¿Puede sanar una víctima de abuso sexual?
Sí, puede sanar. Bueno yo no hablaría de sanar, porque sanar es como si fuera una enfermedad. En general lo que se dice es que una víctima de abuso sexual puede superar el trauma, puede rearmar una vida que no esté definida por el trauma. Yo les digo a los niños “es como cuando te caes, luego te queda una cicatriz”, lo que hace la psicoterapia es que ya no te duela, pero vas a tener la cicatriz ahí siempre y vas a saber por qué te la hiciste.

María Sol Borja



 

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